domingo, 27 de julio de 2014

"Breve historia de María la virgen."

Breve historia de María la Virgen.
Por: Rafael Carrasco 
Como es bien sabido, existió la Virgen María, la cual fue madre de Jesucristo y esposa de José el carpintero.
Mateo 1:18-25 “El nacimiento de Jesucristo fue así:
Estando desposada María su madres con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo.
José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.
Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porqué él salvará a su pueblo de sus pecados.
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:
He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,
Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.
Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.
Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.”
Estamos viendo claramente que María entonces, fue desde niña, una persona de muy buen testimonio para la sociedad dentro de la cual ella creció.
Para poder ser aceptada por Dios el Padre para engendrar en ella a Su Hijo Jesucristo, María tenía que reunir ciertos requisitos que, en sí, daban por resultado un muy buen testimonio de ella, primeramente ante Dios, y después ante la sociedad.
La Iglesia Católica sostiene como doctrina, el hecho de su concepción (cuando ella nació) y designa para ello el año 1854; asimismo, sostiene como doctrina su ascensión al Cielo, el año de 1950. Es decir, para la Iglesia Católica, María vivió en este mundo 96 años. Pero yo y el resto del pueblo evangélico respetamos esa creencia del pueblo católico, y no entraremos en detalles al respecto; solamente quiero mostrar en este estudio el tremendo testimonio de María la Virgen como sierva del Señor.
Pero bien, lo que a nosotros ahora nos interesa más es el hecho de que María, siendo madre de Jesús, lo aceptó a Él en su alma como Salvador personal, y eso queda evidenciado en la Biblia, la Palabra de Dios.
Lucas  1:46-55 “Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor:
Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
Porque ha mirado la bajeza de su sierva;
Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.
Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso;
Santo es su nombre,
Y su misericordia es de generación en generación a los que le temen.
Hizo proezas con su brazo; esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones,
Quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes.
A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos envió vacíos.
Socorrió a Israel su siervo, acordándose de la misericordia
De la cual habló a nuestros padres, para con Abraham y su descendencia para siempre.”
En la parte donde María dice: “Dios mi Salvador.”, como acabamos de mostrar en el libro de Mateo, Jesús significa: Salvador; y como Jesús también es Dios, por ser Hijo de Dios el Padre, por consecuencia tenemos que el Salvador de María es Jesús, el cual también es nuestro Salvador.
De ahí tenemos que María fue salva en ese mismo momento en el que ella aceptó a Jesús como su Salvador personal; en el preciso momento en el que ella reconoce a Jesús como su Salvador. Ahora bien, si ella hizo esa sabia decisión, ¿cuánto más nosotros?
Un detalle muy importante que llevó a María a declarar tal decisión, fue que María estaba llena del Espíritu Santo.
También hay que notar otro elemento muy valioso: fíjense cómo María se reconoce menos que Dios, cuando mencionó en el libro de Lucas: “Porque ha mirado la bajeza de su sierva;” y eso fueron palabras de ella, mas no invento mío. Esas palabras de María quedaron plasmadas en la Biblia para la posteridad, como un testimonio de victoria para ella, porque el hecho de que alguien sea escogido por el Señor para algún propósito, debe ser, de hecho, un honor para esa persona escogida por Dios.
Quise explicar a detalle estas cosas acerca de María la Virgen, porque para la gente que aun no ha aceptado a Cristo como su Salvador personal, parecen locura; pero déjenme decirle que hay una muy buena noticia: no es locura, sino sabiduría de Dios que está escrita en Su Palabra: la Biblia.
1 de Corintios 2:14 “Pero el hombre natural (el hombre sin Cristo) no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir  (distinguir) espiritualmente.”
Para poder entender la Palabra de Dios, es muy importante saber que sólo teniendo dentro de uno al Espíritu Santo, se es capaz de lograr tal propósito. Y de hecho, Dios quisiera que toda la humanidad lograra entender las Escrituras, porque ellas son las que dan testimonio de Cristo.
Juan 5:39 “Escudriñad las Escrituras: porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.”
Vemos claramente que Cristo permite que estudiemos de tal manera Su Palabra, que obtengamos la debida información para Enseñarla también a otros, cosa que es el objetivo de Cristo: hacer nosotros nuevos discípulos en la Palabra de Dios.
También nos daremos cuenta, de que los ángeles del cielo anhelan hacer las cosas que Cristo nos encargó a nosotros los humanos.
1 de Pedro 1:12 “A éstos (a los profetas que fueron antes de nosotros) se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.”
En otras palabras, los ángeles de Dios están más que desesperados por ser ellos los predicadores a lo largo y ancho de este mundo, pero sin embargo Cristo mandó que nosotros los humanos nos encargáramos de tal misión.
Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
De manera que ninguno de los que ahora somos siervos de Cristo tenemos excusa alguna para hacernos atrás de esta mandato divino.
Dice también la Palabra de Dios que el reino de los cielos es arrebatado por los valientes.
Mateo 1:12 “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos (los valientes) lo arrebatan.”
Esto significa que todo siervo y sierva de Cristo debe ser una persona valiente en todos los aspectos, como lo fue también María, porque Cristo no nos ha dado espíritu de cobardía.
2 de Timoteo 1:7 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
Porque fíjense nada más lo que le pasará a los cobardes, aun siendo siervos de Cristo:
Apocalipsis 21:8 “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”
Eso de “la muerte segunda”, es el destino eterno de perdición que les espera a todo ese tipo de personas mencionadas en la anterior cita bíblica.
Por eso es muy importante no resistirse a obedecer a Cristo, cuando Él nos manda a Sus siervos a hacer alguna cosa que Él quiera que hagamos.
Con todas estas cosas, estimados amigos y hermanos, quiero decir que al Señor Jesús, como nuestro Comandante y Dios, hay que
obedecerle lo más pronto posible, porque eso Le agrada a Él en gran manera.
Dios les bendiga.

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