“QUINTA PALABRA DE JESÚS.”
Por: Rafael Carrasco
Juan 19:27 “Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed.
Aquí vemos claramente el hecho de ver a un Jesús completamente deshidratado por la gran cantidad de sudor y sangre derramados; probablemente cuando estuvo preso, no fue digno de recibir ni siquiera un pan con el cual pudiera saciar Su hambre y un vaso de agua con el cual calmar Su sed porque, como hombre, Jesús sentía todo lo que cualquier ser humano siente.
Pensemos por un momento en lo que acabo de decirles: un hombre preso que estaba ya muy debilitado por tantos azotes recibidos injustamente, como si Jesús hubiera sido realmente un criminal digno de recibir tal golpiza.
Un Jesús que fue obligado a llevar sobre Sus espaldas un madero sobre el cual sería crucificado momentos más tarde, en la cumbre del monte Gólgota, en medio de dos malhechores, uno de los cuales le recibió por Salvador de su alma.
Y es precisamente por esa debilidad que Jesús, como hombre, ya padecía, por el que tuvo esas caídas con ese madero sobre Sus espaldas. El cansancio extremo ya había hecho presa de Él, y vemos que se hizo necesario que, por humanidad, los soldados romanos tuvieran misericordia de Él, ordenando a Simón de Cirene que llevara el madero de Jesús sobre sí en el último trecho hacia la cumbre del monte Gólgota.
Unos momentos más tarde, esa cruz se teñiría con la Sangre del Hijo de Dios, del cual dudaban sus propios coterráneos los judíos, los soldados romanos y uno de los malhechores que fueron crucificados a los lados de Jesús.
Y precisamente, ese derramamiento de sangre era lo que Satanás quería evitar, porque él sabía que con derramamiento de sangre hay remisión de pecados.
A Satanás no le convenía que los seres humanos fuéramos perdonados por Dios, porque así cada quien que fuéramos muriendo físicamente, también moriríamos espiritualmente, sin esperanza alguna de salvación divina.
Y vemos que aun Satanás sigue haciendo su lucha por ganar más almas para sí, pero la aplicación para nuestras vidas con el suceso vivido por Jesús es:
Resistamos siempre a Satanás, en el Nombre de Jesús, haciendo la voluntad de Dios en todo tiempo.
Dios les bendiga.
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