“La codicia: ¡cuidado con ella!”
Por:
Rafael Carrasco.
La codicia es un pecado tan grande que,
como veremos más adelante, trajo horrendas consecuencias a sus portadores.
La codicia es definida en el Diccionario de
la Lengua Española
como: Apetito sensual, afán excesivo de riquezas.
Sin embargo, en la Biblia encontramos algunos
ejemplos de gente que pagó bien caro el haber sido codicioso.
Así como la generosidad atrae la bendición
de Dios, también la codicia atrae el juicio de Dios.
En lo referente a codicia, como afán
excesivo de riquezas, tenemos los siguientes ejemplos:
El rey Saúl.
1 de Samuel 15:2-3
15:2 “Así ha dicho Jehová de los ejércitos:
Yo castigaré lo que hizo Amalec a Israel al oponérsele en el camino cuando
subía de Egipto.
15:3 Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye
todo lo que tiene, y no te
apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas,
ovejas, camellos y asnos.”
Lamentablemente para Saúl, la consecuencia
de haber desobedecido a Dios fue tremenda.
1 de Samuel 15:7-23
15:7 “Y Saúl derrotó a los amalecitas desde
Havila hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto.
15:8 Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero
a todo el pueblo mató a filo de espada.
15:9 Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag,
y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de
los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo que
era vil y despreciable destruyeron.
15:10 Y vino palabra de Jehová a Samuel,
diciendo:
15:11 Me pesa haber puesto por rey a Saúl,
porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se
apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche.
15:12 Madrugó luego Samuel para ir a
encontrar a Saúl por la mañana; y fue dado aviso a Samuel, diciendo: Saúl ha
venido a Carmel, y he aquí se levantó un monumento, y dio la vuelta, y pasó
adelante y descendió a Gilgal.
15:13 Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le
dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová.
15:14 Samuel entonces dijo: ¿Pues qué
balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos?
15:15 Y Saúl respondió: De Amalec los han
traído; porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para
sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos.
15:16 Entonces dijo Samuel a Saúl: Déjame
declararte lo que Jehová me ha dicho esta noche. Y él le respondió: Di.
15:17 Y dijo Samuel: Aunque eras pequeño en
tus propios ojos, ¿no has sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehová te
ha ungido por rey sobre Israel?
15:18 Y Jehová te envió en misión y dijo:
Ve, destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes.
15:19 ¿Por qué, pues, no has oído la voz de
Jehová, sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová?
15:20 Y Saúl respondió a Samuel: Antes bien
he obedecido la voz de Jehová, y fui a la misión que Jehová me envió, y he
traído a Agag rey de Amalec, y he destruido a los amalecitas.
15:21 Mas el pueblo tomó del botín ovejas y
vacas, las primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Jehová tu Dios en
Gilgal.
15:22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová
tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de
Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar
atención que la grosura de los carneros.
15:23 Porque como pecado de adivinación es
la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha
desechado para que no seas rey.”
Dios mandó a Saúl, por medio de Samuel, a
atacar a los amalecitas y a destruir todo cuanto ellos tenían, pero Saúl fue
codicioso, y permitió que el pueblo de Israel retuviera del ganado para
sacrificarlo en honor a Jehová, creyendo así que agradaría a Dios, pero no fue
así. También Saúl perdonó la vida a Agag rey de los amalecitas.
Saúl admite que él era codicioso.
1 de Samuel 15:24
“Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado;
pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al
pueblo y consentí a la voz de
ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado,”
Otro ejemplo, lo fue Acán.
Josué 6:17
“Y será la ciudad anatema a Jehová, con
todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos
los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que
enviamos.”
Josué 7:1
“Pero los hijos de Israel cometieron una
prevaricación en cuanto al anatema; porque Acán hijo de Carmi, hijo de Zabdi,
hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó del anatema; y la ira de Jehová se
encendió contra los hijos de Israel.”
Josué 7:5-6
7:5 “Y los de Hai mataron de ellos a unos
treinta y seis hombres, y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los
derrotaron en la bajada; por lo cual el corazón del pueblo desfalleció y vino a
ser como agua.
7:6 Entonces Josué rompió sus vestidos, y
se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta caer la
tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.”
Josué 7:10-15
7:10 “Y Jehová dijo a Josué:
Levántate; ¿por qué te postras así sobre tu rostro?
7:11 Israel ha pecado, y aun han
quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y
hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres.
7:12 Por esto los hijos de Israel no podrán
hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la
espalda, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros.
7:13 Levántate, santifica al pueblo, y di:
Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay
en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis
quitado el anatema de en medio de vosotros.
7:14 Os acercaréis, pues, mañana por
vuestras tribus; y la tribu que Jehová tomare, se acercará por sus familias; y
la familia que Jehová tomare, se acercará por sus casas; y la casa que Jehová
tomare, se acercará por los varones;
7:15 y el que fuere sorprendido en el
anatema, será quemado, él y todo lo que tiene, por cuanto ha quebrantado el pacto de Jehová, y ha cometido maldad en
Israel.”
Dios había mandado muy claramente que los
israelitas separasen el oro y la plata, para consagrárselos a Él.
Acán desobedeció, pues tomó de los despojos
un manto babilónico muy bueno, 200 siclos de plata, y un lingote de oro que
pesaba 50 siclos.
Fue necesaria la intervención de Dios en el
asunto, para que Él se volviera del ardor de Su ira sobre el pueblo de Israel.
A raíz de estos ejemplos, en nuestros días
también existen gentes así de pecaminosas, en muchas Iglesias.
No nos sorprende cuando personas no
creyentes son codiciosas. Pero el que una persona cristiana sí lo sea, es
preocupante y hasta intolerable, pues muchas veces “se escudan” tras “excusas
espirituales” para justificar su codicia y su egoísmo.
Algunos pastores, por ejemplo, justifican exagerados
gastos en sus Iglesias,
argumentando que: “sus Iglesias deben reflejar la gloria de Dios,
habiendo tanto hombre alrededor.”
Un ejemplo de excusa espiritual, es el que
un pastor envíe a sus líderes a conferencias internacionales, con el propósito
de recibir un tiempo de refrigerio espiritual.
Si hay buena relación con otras Iglesias
locales entonces, ¿por qué no ayudarse unas con otras con intercambio de
conocimientos teológicos?
¿Por qué no permitir que las Iglesias con
Institutos Bíblicos den oportunidad a líderes de otras Iglesias locales de ir a
prepararse aun más, para desempeñar mejor su ministerio para el Señor?
Sólo debe invertirse lo necesario en una
Iglesia.
No hay excusa para “maquillar las finanzas
de una Iglesia”.
Hay que actuar conforme al corazón de Dios,
y no conforme al corazón humano.
Hay que recordar que la Iglesia fue
instituida por Dios, y a Él, ella pertenece, y no a cada pastor.
Cada pastor es solamente un mayordomo que
el Señor ha puesto a cargo de Su Iglesia, porque un día el pastor tendrá que
rendirle cuentas a Dios de sus actos con respecto de ella: de cómo la
administró, cómo la amó y se preocupó por ella.
Es mejor presentarse ante el Señor como
obrero que no tiene de qué avergonzarse, a que el Señor lo avergüence delante
de todos Sus ángeles en el día del juicio.
Mateo 25:45
“Entonces les responderá diciendo: De
cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños,
tampoco a mí lo hicisteis.”
No hay que permitir que las Iglesias de hoy
en día “aportillen” sus vallados para que el enemigo entre y devore tales
Iglesias.
Para concluir: que los juicios de Dios
sobre las personas que analizamos en este estudio, le sirvan de una espantosa
advertencia a cualquier cristiano
que proclama ser un seguidor de Jesús.
Dios les bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario