“El gozo, en medio de la tristeza, es posible.”
Por:
Rafael Carrasco.
En esta ocasión voy a hablar de un tema muy
tonificante para el alma, por así decirlo: es el gozo.
Gozo viene de la palabra latina “gaudium”,
que significa placer o alegría.
Según algunos estudiosos del apóstol Pablo,
el gozo es aquella profunda alegría espiritual que el propio Espíritu Santo
infunde en los corazones de quienes poseen a Dios.
Otros estudiosos, en cambio, definen al
gozo como “virtud”; esto es, la alegría y complacencia que siente el cristiano
en la extensión del reino de Dios y Su justicia.
Por lo tanto, el gozo depende únicamente
de la actividad del Espíritu Santo en la vida de una persona y, en
consecuencia, las circunstancias, aunque adversas,, no influyen en la voluntad
de las personas que tienen una relación profunda con Dios.
Ahora bien, ¿Qué es virtud? Es aquella
fuerza interior que permite al hombre tomar y llevar a término las decisiones
correctas en las situaciones más adversas para tomarlas a su favor.
Veamos ahora algunas circunstancias por las
que fue posible que Dios enviara Su gozo:
Salmos 51:8
“Hazme oír gozo y alegría, Y se
recrearán los huesos que has abatido.”
Aquí, David estaba suplicando a Dios que le
devolviera el gozo que había perdido, después que pecara con Betsabé, viuda de
Urías.
David la tomó por mujer indebidamente, y
Dios abatió el alma de David por ello.
Salmos 51:12
“Vuélveme el gozo de tu salvación, Y
espíritu noble me sustente.”
Aquí, David sigue quebrantado
espiritualmente por el pecado antes mencionado, y como Dios lo mantenía
abatido, David estaba intranquilo. Por esa razón, David suplicó al Señor que le
devolviera el llamado “rúaj najon” o espíritu verdadero, puesto que David en
ese tiempo era el ungido de Dios por rey sobre Su pueblo Israel.
Salmos 92:4
“Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; En las obras de tus
manos me gozo.”
Este salmo es de un autor desconocido, pero
se escribió para el día de reposo.
Es hermoso que podamos contar con Dios para
que nos llene de gozo.
Proverbios 15:8
“El sacrificio de los impíos es abominación
a Jehová; Mas la oración de los rectos es su gozo.”
El espíritu verdadero se goza en la
alabanza al Altísimo, en complacerlo sólo a Él.
Mateo 25:21
“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y
fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”
Aquí, es la bendición que Dios dará a Sus
siervos y siervas en el Tribunal de Cristo; obviamente, aquellos siervos y
siervas que Le fueron fieles durante su vida terrenal.
Juan 16:20
“De cierto, de cierto os digo, que vosotros
lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis
tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.”
Aquí, el Señor Jesús nos anima a Sus
siervos y siervas a no desmayar espiritualmente cuando sabemos que la gente sin
Cristo nos aborrece por causa Suya y, aunque eso nos puede doler en nuestra
alma y nos cause llanto, es promesa Suya que Él enjugará toda lágrima de
nuestros ojos, en un futuro no muy lejano. ¡Gloria a Dios!
Juan 16:22
“También vosotros ahora tenéis tristeza;
pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os
quitará vuestro gozo.”
Aquí, el Señor Jesús que cuando Él se fue
al cielo, dejó al Espíritu Santo, Quien es el medio que Dios usa para que el
gozo del Señor sea entregado a cada creyente.
El gozo de Dios es el que debiera
caracterizar nuestro servicio y nuestra adoración, como creyentes, a Él.
En este pasaje, Jesús promete a Sus siervos
que Lo volverán a ver, una vez que Su Iglesia haya sido levantada al cielo.
Entonces experimentaremos ese gozo de que Jesús nos habla.
Juan 16:24
“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para
que vuestro gozo sea cumplido.”
Aquí, Jesús nos enseña que, pidiendo al
Padre en el nombre de Jesús, y teniendo fe al mismo tiempo, recibiremos lo que
pidamos, siempre y cuando esa petición vaya de acuerdo a la voluntad
de Dios.
Hay que recordar esto: Dios nunca nos va a conceder algo que nos
vaya a perjudicar. Él nos ama de verdad, y por ello quiere lo mejor para
nosotros Sus hijos e hijas.
Gálatas 5:22-23
5:22 “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo,
paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”
Vemos aquí que el gozo es uno de los frutos
del Espíritu Santo, dado gratuitamente a Sus hijos. Es la confirmación de que
el gozo viene de Dios.
Para concluir: Si usted, estimado lector,
no ha venido a Cristo, hágalo ahora mismo, para que usted experimente en sí
mismo el gozo del Espíritu Santo.
Dios les bendiga.
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