“La segunda venida de Cristo.”
Por: Rafael Carrasco
Entre los eventos más destacados en la palabra de Dios, está la segunda venida de Cristo.
Ella abarca buena parte de la Biblia, ya que es símbolo inequívoco de nuestro rescate de este mundo; es decir, que por haber aceptado a Cristo como Salvador personal y serle fieles, tenemos derecho a ir al Cielo con Él, una vez que Él haya enviado a Sus ángeles a llevarnos de esta Tierra.
Mateo 24:30-31
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”
Como comenté en el estudio titulado: “El rapto o arrebatamiento, ¿esta ya muy cerca?”, Cristo vendrá por su novia, como lo hacían en otro tiempo los judíos, y en esta ocasión Su novia es Su Iglesia. Cristo desea que Su Iglesia sea pura y sin mancha, para casarse con ella en la llamada bodas del Cordero.
Apocalipsis 19:7-9
“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.
Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.
Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. “
Sin embargo, Su segunda venida a la Tierra no tendrá lugar, hasta que primeramente se manifieste “el hombre de pecado”, “el hijo de perdición”, también conocido como anticristo.
2 de Tesalonicenses 2:1-4
“Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos,
que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.”
Ahora bien, ¿qué es la apostasía? Es la negación de la fe cristiana.
En otras palabras, cuando un creyente es molestado por ser creyente, y públicamente sus enemigos lo obligan a renegar de su fe en Cristo, y ese cristiano acepta renegar de Cristo, en ese momento ese creyente está cometiendo apostasía, negando su fe en Cristo.
También démonos cuenta de que el anticristo será un impostor; es decir, que trata de hacerse pasar por Dios. Quiere mostrar apariencia de bondad, de ser pacífico, pero sus verdaderas malas intenciones las manifestará a su debido tiempo.
Un comentario del Diccionario de la Santa Biblia, es el siguiente:
Los apóstoles y primitivos cristianos parece que veían en tiempos futuros algún gran anticristo que precedería la segunda venida de nuestro Señor, teniendo alguna relación con el pequeño cuerno de Daniel 7:7-8
“Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible y en gran manera fuerte, la cual tenía unos dientes grandes de hierro; devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies, y era muy diferente de todas las bestias que vi antes de ella, y tenía diez cuernos.
Mientras yo contemplaba los cuernos, he aquí que otro cuerno pequeño salía entre ellos, y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas.”
Y la bestia de Apocalipsis 13:1-2
“Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.
Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad.”
Apocalipsis 13:11
“Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón.”
Y Apocalipsis 19:19-20
“Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército.
Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.”
A quien Pablo llama: “el hombre de pecado”, “el hijo de perdición”.
A este pasaje alude Juan, en 1 de Juan 2:18
“Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo.”
El anticristo tenía que venir después de la remoción de un obstáculo que “lo detenía”, y que generalmente se cree que era el antiguo Imperio Romano; y después de cierta decadencia de dicho Imperio, tenía ese hombre que hacerse notable por su iniquidad y abierta oposición a Dios, pretendiendo tener los atributos de Dios, haciendo falsos milagros y teniendo gran poder para engañar a los hombres y ganar admiración y culto. Espíritu que ya estaba en obra en los tiempos apostólicos, parece denotar su cuerpo de hombres organizados, y una política corruptora perpetuada de siglo en siglo, opuesta a Cristo, Quien la destruirá.
Apocalipsis 11:13
“En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo.”
Y Apocalipsis 11:17
“diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado.”
Hasta ahí el comentario del Diccionario de la Santa Biblia. Ahora, se nos pide ser pacientes para la segunda venida de Cristo en Santiago 5:8
“Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.”
Hay un dicho popular: “el que espera, desespera”; pero nosotros debemos ser pacientes con nuestro Señor Jesús, porque Él tiene Su tiempo para todo, y hay que comprender que es así, y no como nosotros queramos.
Por lo tanto, quienes aun no han aceptado a Cristo como su Salvador personal, los invito a que den ese sabio paso de fe, para que al venir Cristo por Su Iglesia, esas personas no se queden aquí en la Tierra a sufrir las consecuencias de haber rechazado el regalo de vida eterna ofrecido por Dios el Padre, a través de Su Hijo Jesucristo.
Dios les bendiga.
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