viernes, 25 de julio de 2014

"La prudencia: virtud preciosa."

“La prudencia: virtud preciosa.”
Por: Rafael Carrasco 

Yo no sé qué concepto usted tenga de la prudencia, pero para mí, la prudencia es una virtud.

Vamos a ver si hay relación entre ser prudente y ser discreto.
Para entender mejor esto, veamos el significado de cada una de estas palabras:

Prudencia: Templanza (dominio propio), cautela, moderación.
                     Sensatez, buen juicio.
                     Discernir y distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo              
                     o huir de ello. 

Discreto: Separado, distinto.
                   Moderado, sin exceso.

Podemos entender que prácticamente la prudencia y la discreción son igualmente virtudes, porque ambas significan lo mismo. El común denominador es “la moderación”.

Otras formas de describir a una persona prudente, son:
Una persona confiable, precavida, no chismosa, entendida, honesta, decente, respetuosa, amable, intolerante de lo malo, no necesariamente iracunda, exigente con sí misma, que no se involucra deliberadamente en problemas, no contenciosa (no le gustan los pleitos).

Si una persona prudente gusta de ser bromista, cuida de no rebasar el límite de una broma, para convertirla en ofensa.

En resumen: una persona prudente se autolimita; es decir, “se pone sus propios frenos”.

Si una persona prudente tiene subordinados, también es exigente con ellos, pero esa relación de trabajo es siempre dentro del marco del respeto mutuo.

En la Biblia, hallamos varias ocasiones en que Dios tiene relación con esa preciosa virtud de la prudencia:



1 de Reyes 4:29
“Y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar.”

Proverbios 2:2b
“Si inclinares tu corazón a la prudencia,”

Proverbios 3:5
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, 
Y no te apoyes en tu propia prudencia.”

Isaías 40:14
“¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia?”

Lucas 1:13-17
“Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.
Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; 
porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. 
Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. 
E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.”

Es maravilloso ver cómo Dios influye en estos ejemplos para llevar a cabo Su palabra como Él quiere, pues recordemos que Él es soberano; es decir, Él puede obrar como Él quiera, donde sea, como sea, cuando sea.
Isaías 43:13
“Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?”

Por eso es bueno entender qué tan importante es la Biblia para nuestro diario vivir, porque en ella es seguro que encontraremos también muchos consejos, para conducirnos siempre por el buen camino, y evitarnos así muchos problemas sociales y también con las autoridades.

Ahora veamos el otro lado de la moneda: la inmoderación.
La inmoderación es un exceso o una ilimitación en lo que hacemos. Ejemplo de ello es ser chismoso.
El chisme es algo que incluso ha llegado a parar en tragedia; no tiene caso perder la vida a causa del chisme.
Proverbios 16:28b
Y el chismoso aparta a los mejores amigos.”

Proverbios 18:8
“Las palabras del chismoso son como bocados suaves, 
Y penetran hasta las entrañas.” 

Hay un dicho popular, que es: “muerto el perro, se acabó la rabia”, y eso queda muy bien al siguiente pasaje bíblico:

Proverbios 26:20
“Sin leña se apaga el fuego, 
Y donde no hay chismoso, cesa la contienda.” 

Proverbios 26:22
“Las palabras del chismoso son como bocados suaves, 
Y penetran hasta las entrañas.”

A mí me gusta alabar sinceramente a la gente que se destaca por su manera de ser: a la gente positiva, de una manera honesta de vivir, gente amable, gente sincera. Y esto, porque una persona así “cae bien dondequiera que vaya”.

Proverbios 13:24
“El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; 
Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.” 

Proverbios 29:17
“Corrige a tu hijo, y te dará descanso, 
Y dará alegría a tu alma.”

En todo y por todo, es mejor ser una persona deseable a una a la que no se le pueda ver ni en pintura.

No se les pide a los padres de familia matar a golpes a sus hijos; solamente se les pide corregir sus malas costumbres en amor, pero siendo estrictos con los hijos. Los padres son la autoridad en el hogar y por lo tanto tienen obligación de parte de Dios de imponer orden y respeto en el hogar, porque el día que sus hijos salgan a enfrentarse con la vida, valorarán el esfuerzo y la dedicación de unos padres responsables.
Cuando niños, a todos nosotros nos molestaba ser disciplinados por nuestros padres, pero ya de adultos estoy seguro de que ahora valoramos el esfuerzo que hicieron nuestros padres por hacer de nosotros personas de bien; personas “a las cuales vale realmente la pena” amistar con ellas.

Gracias, Señor, por habernos dado, a muchos de nosotros, padres así.

Dios les bendiga.

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