sábado, 21 de marzo de 2015

"El temor".



“El temor”.

Por: Rafael Carrasco.

La Biblia tiene mucho que decir del temor. De hecho, menciona 2 tipos específicos de temor:

El temor del Señor.- No significa que le tengamos miedo al Señor.
Es más bien Tenerle respeto (por Su ira y enojo) y Tenerle reverencia (por Su poder y Gloria).
Este tipo de temor es benéfico, y debe ser fomentado.

El temor a alguien.- Es tenerle miedo a alguien (es tener espíritu de cobardía).
Este tipo de temor es un daño moral y debe ser disuadido; en otras palabras, se debe convencer al temeroso con razones para que desista de tal temor.

El temor del Señor conlleva muchas bendiciones.
Salmos 111:10
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre.”

Proverbios 1:7
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.”

De aquí que podemos deducir que, tanto el conocimiento como la sabiduría comienzan con el temor del Señor.

También el temor del Señor conlleva muchos beneficios.
Proverbios 14:26
“En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.”

Proverbios 19:23
“El temor de Jehová es para vida, Y con él vivirá lleno de reposo el hombre; No será visitado de mal.”

Aquí vemos que el temor del Señor proporciona vida, seguridad, protección del mal, confianza y satisfacción.

Del espíritu de cobardía, o tenerle temor a alguien, que es el segundo tipo de temor, podemos deducir que este tipo de temor no proviene de Dios.

2 de Timoteo 1:7
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”

Sin embargo, este espíritu de cobardía nos vence y, para vencerlo, es necesario confiar en y amar a Dios totalmente.
1 de Juan 4:18
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.”

Nadie somos perfectos, y Dios lo sabe. Así que Él ha esparcido generosamente ánimo contra el temor, a través de Su Palabra: la Biblia.
Él nos dice claramente: “no temas”.
Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”

Daniel 10:12
“Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.”

Mateo 10:31
“Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.”

Dios nos dice que no temamos por estar solos, por estar demasiado débiles, por no ser escuchados o por nuestras necesidades físicas.

Ahora bien, estos “no temas” dependen de nuestra confianza y fe en el Señor.

Salmos 56:11 es un gran testimonio del poder de confiar en Dios.
“En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?”

En el pasaje anterior, lo que el salmista está diciendo es que, a pesar de lo que suceda, él confiará en Dios.

Entonces, sacamos por consecuencia que la total y completa confianza en Dios es la clave para vencer el temor.

Dios les bendiga.















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