“El soborno: ¿Es mal habido o no?”
Por:
Rafael Carrasco.
Como este tema es muy especial, se tratará
con Biblia en mano, para dejar constancia de que el soborno es mal habido.
En nuestros tiempos, como en otras épocas,
el soborno siempre ha hecho acto de presencia y esto, francamente, es
lamentable.
En el soborno generalmente intervienen 2
partes:
Una de ellas es el corruptor o
sobornador.
La otra es quien se deja corromper o
sobornado.
Pero para empezar, antes de juzgar a otro
como corrupto, debe examinarse uno mismo, a ver si uno no ha caído en ese hoyo
pestilente del soborno: debe examinarse uno para saber si no es promotor del
soborno, o si uno se deja sobornar.
En los tiempos bíblicos, las personas que
intervinieron en un soborno nunca tuvieron un buen final.
Tomada de la mano con el soborno está la
acepción de personas.
La acepción de personas es tener
favoritismo con alguien en especial; es tener preferencia por alguien, o
privilegiar a alguien en especial.
La acepción de personas puede llevarse a
cabo con 2 propósitos distintos:
- Para obtener un beneficio posterior de la persona “preferida”.
- Por sentir simple simpatía por la persona “preferida”.
También uno mismo puede hacer un auto
acepción; es decir, sentir preferencia por uno mismo, queriendo decir esto que
uno se considera único, alguien fuera de serie.
Un ejemplo bíblico de un auto acepción, lo
tenemos en Agar, la sierva de Sara y Abraham.
16:4 “Y él se llegó a Agar, la cual
concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.
16:5 Entonces Sarai dijo a Abram: Mi
afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira
con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo.”
El problema era que Sara era estéril, y
Agar sí podía concebir hijos.
Ante la desventaja de Sara, Agar se creía
mejor que ella, superior a ella, y pensaba tal vez que Abraham la preferiría a
ella, y despreciaría a Sara su mujer.
Otro caso, pero éste referente a acepción
de personas, fue cuando Lot prefirió a sus hijas para que los hombres de Sodoma
y Gomorra, a fin de proteger a los ángeles de Dios, de sus perversas
intenciones.
Génesis 19:8
“He aquí ahora yo tengo dos hijas que no
han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de ellas como bien os
pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada, pues que vinieron
a la sombra de mi tejado.”
La frase usada por Lot cuando mencionó:
“haced de ellas como bien os pareciere”, es ni más ni menos un soborno sexual
ofrecido a los varones de Sodoma y Gomorra; pero ellos no querían nada con las
mujeres. Ellos querían estar con los ángeles de Dios.
También Isaac y Rebeca hicieron acepción de
personas:
Génesis 25:28
“Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su
caza; mas Rebeca amaba a Jacob.”
Cada uno tuvo a su hijo predilecto.
Moisés exhortó al pueblo de Israel a que no
se dejaran sobornar:
Éxodo 23:8
“No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte
las palabras de los justos.”
Otro caso fue el de Dalila, quien se dejó
sobornar por los príncipes de los filisteos, para averiguar de ella en qué
consistía la gran fuerza de Sansón.
Jueces 16:5
“Y vinieron a ella los príncipes de los
filisteos, y le dijeron: Engáñale e infórmate en qué consiste su gran fuerza, y
cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo dominemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata.”
También hay que destacar que el corruptor o
sobornador no puede contar con Dios para lograr su objetivo:
2 de Crónicas 19:7
“Sea, pues, con vosotros el temor de
Jehová; mirad lo que hacéis, porque
con Jehová nuestro Dios no hay
injusticia, ni acepcion de personas,
ni admisión de cohecho.”
Queda, pues, asentado que Dios es
completamente recto, íntegro, y que nunca sería cómplice de corruptor alguno.
También es importante esto: que cuando una persona
se niega a ser sobornada, el corruptor le ofrece más dinero o un regalo costoso
para convencer a otro de dejarse sobornar, y aplacar a la vez el enojo que
siente quien no quiere ser sobornado.
Proverbios 21:14
“La
dádiva en secreto calma el furor, Y el don
en el seno, la fuerte ira.”
Una persona que se deja sobornar comete
faltas en el cumplimiento de sus deberes, porque no aguanta la tentación de
tomar el soborno del corruptor.
Proverbios 28:21
“Hacer acepción de personas no es bueno; Hasta por un bocado de
pan prevaricará el hombre.”
Dios mismo, hablando a través de Isaías a
los príncipes de Jerusalén, dijo:
Isaías 1:23
“Tus príncipes, prevaricadores y compañeros
de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las
recompensas; no hacen justicia al
huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.”
Isaías 5:23
“los que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su
derecho!”
En el pasaje anterior, vemos que el cohecho
es producto de un soborno, evidentemente, para perjudicar a un justo o
inocente.
En el Nuevo Testamento, vemos que el caso
de soborno más sonado fue el de Judas Iscariote, que por 30 piezas de plata
vendió a su maestro, Jesús de Nazaret.
Mateo 26:14-16
26:14 “Entonces uno de los doce, que se
llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes,
26:15 y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo
entregaré? Y ellos le asignaron treinta
piezas de plata.
26:16 Y desde entonces buscaba oportunidad
para entregarle.”
Otro caso fue el de los soldados que
custodiaron la tumba de Jesús.
Mateo28:11-15
28:11 “Mientras ellas iban, he aquí unos de
la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de
todas las cosas que habían acontecido.
28:12 Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados,
28:13 diciendo: Decid vosotros: Sus
discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos.
28:14 Y si esto lo oyere el gobernador,
nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo.
28:15 Y ellos, tomando el dinero, hicieron
como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta
el día de hoy.”
Otro caso fue el de Simón el mago, que por
dinero quiso obtener el don del Espíritu Santo.
Hechos 8:18-23
8:18 “Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba
el Espíritu Santo, les ofreció dinero,
8:19 diciendo: Dadme también a mí este
poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu
Santo.
8:20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero
perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero.
8:21 No tienes tú parte ni suerte en este
asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.
8:22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad,
y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón;
8:23 porque en hiel de amargura y en
prisión de maldad veo que estás.”
El último caso que veremos en este estudio,
es de Pablo y Félix, un procurador romano de Cesarea.
Hechos 24:26
“Esperaba
también con esto, que Pablo le diera dinero
para que le soltase; por lo cual muchas veces lo hacía venir y hablaba con él.”
Por lo tanto, habiendo demostrado con
Biblia en mano lo que se dice del soborno, concluyo que en realidad, el soborno
es mal habido.
Dios les bendiga.
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