domingo, 14 de septiembre de 2014

"¿Qué es para usted la adopción?"

“¿Qué es para usted la adopción?”

Por: Rafael Carrasco.

En esta ocasión vamos a tratar un asunto por demás importante: el tema de la adopción.
La adopción, como término generalizado hoy en día, es una actitud benevolente y piadosa de alguien que se hace cargo de amparar a criaturas abandonadas por sus padres, concediéndoles el privilegio de tener el calor de un hogar y la dignidad de un apellido.
También la adopción es la respuesta a la oración de muchas parejas que no han podido concebir sus propios hijos.

El integrar a una persona dentro de una familia por medio de la adopción, es algo hecho por elección y procedente del amor.
Efesios 1:3-5
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,”

El término adopción, cuando viene de parte de Dios, reviste un significado muy superior a lo que habitualmente conocemos o aplicamos entre los seres humanos.
Tiene un significado infinitamente superior, porque implica el pago de un alto precio para obtener dicha adopción. Dicho precio, fue la vida de Su propio Hijo Jesucristo, sobre la cruz del Calvario.
1 de Corintios 6:20
“Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”

Al ser comprados, ya no somos propiedad de nuestro anterior dueño, Satanás, sino que ahora lo somos de Dios, a través de Su Hijo Jesucristo.
Juan 5:24
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.”

Romanos 8:15
“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”

1 de Juan 3:14
“Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.”

Que Cristo comprara nuestras vidas de ese modo no lo pudo eludir, porque sencillamente pesaba sobre cada uno de nosotros la pena de muerte eterna.
Romanos 6:23
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Cuando una persona confía que ese sacrificio hecho por el hijo de Dios ha sido suficiente para otorgarle el perdón de todos sus pecados y la vida eterna, esa persona pasa a formar parte de la familia de Dios.
Juan 1:12
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;”

Es decir, que a partir de allí, Dios recibe a la persona arrepentida, y que estaba antes en perdición, como hijo, y Él pasa a ser su Padre; un Padre lleno de amor y misericordia, pues sólo Su amor hizo posible aceptarla en Su familia, en Su mesa, en Su hogar.

La persona que ahora Dios adoptó por hijo a través de la aceptación de Su Hijo Jesucristo, estaba antes perdida en los vicios, en la inmoralidad, en borracheras, en fraudes y en mentiras. Y a esta persona que hacía todas estas cosas, Dios la llama hija o hijo. Esta adopción Dios la lleva a cabo una sola vez, para nunca más ser anulada.
Romanos 8:35-39
“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”

En la adopción que Dios realiza de la persona arrepentida, a través de Cristo, nada ni nadie la puede separar de Su amor, y de ese lazo filial.

Claramente la adopción, tanto en el sentido físico como en el sentido espiritual, es mostrada como algo favorable a la luz de la Escritura.
Tanto el adoptado como el que adopta pueden recibir abundante gozo y bendiciones.

Si usted cree que está espiritualmente huérfano, aun es tiempo de acercarse al trono de la gracia de Dios, y recibir a Su Hijo Jesucristo como Salvador personal para, que por medio de Él, usted forme parte de la familia de Dios, y se sienta feliz de ser llamado hijo, por parte de Dios.

Lo que hay que hacer para recibir a Cristo en su vida, es Invitarlo a entrar a su vida, con una oración como ésta, por ejemplo:

“Señor Padre: te agradezco que me permitas orar en este momento para pedirle a Tu Hijo Jesucristo que entre a mi vida, y sea mi Señor y mi Salvador, desde este momento y para siempre, amén.”

¿Ve ahora usted qué sencillo es? Es como si usted platicara con Dios, diciéndole palabras sinceras que usted sienta Decirle a Él.

Ahora, como hijo o hija de Dios, Sígale cada día; procure Obedecerlo y reciba así las bendiciones que desde hace mucho tiempo Él tiene reservadas para usted.

Dios les bendiga.



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