domingo, 27 de julio de 2014

"¿Masoquista, fanático o cristiano fiel?"

“¿Masoquista, fanático o cristiano fiel?”
Por: Rafael Carrasco 
¡Qué tremendo es cuando a nosotros los creyentes nos llaman masoquistas, o aun peor, fanáticos!

Para ese supuesto “masoquismo o fanatismo”, que comúnmente la gente no creyente ve en nosotros, hay una explicación verdaderamente lógica. Pero primero identifiquemos qué significan masoquismo y fanatismo.

Masoquismo es el hecho de que una persona haga costumbre diaria el que la guste sufrir.

Fanatismo es el hecho de que una persona esté tan dedicada a algo o a alguien; es decir, que “idolatre” tanto a ese algo o a ese alguien, que hasta su vida dé por la cosa o la persona idolatrada, sin estar autorizada por ese ídolo. Sólo Dios tiene el control sobre la vida y sobre la muerte. De manera que cualquiera que sea ese ídolo, diferente a Dios, que autorice a sus seguidores a dar su vida por él o ella, está autorizando a que sus seguidores cometan suicidio o vayan y maten a otros, y al mismo tiempo ellos pueden resultar muertos, sólo por creer que agradan a “su ídolo”.
Juan 16:2b
“y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios.” 

El fanático viene a ser “un idólatra”, y el hecho de que dé su vida o mate para “agradar” a su ídolo, viola el sexto mandamiento de Dios.
Éxodo 20:13 “No matarás.”

Pero en la Biblia, Dios no nos llama a ser masoquistas ni fanáticos idólatras. Simplemente, Él nos quiere bendecir al serle siervos fieles y esforzados.

¿Para qué querría Dios en Sus filas a personas cobardes e infieles? De nada Le servirían, puesto que el cobarde está a expensas de lo que otro opine o haga. El cobarde viene a ser solamente “un espectador”, y obra si se le está diciendo a cada rato cómo haga aquello que se le pide hacer; es una persona sin iniciativa propia, un holgazán, un parásito.

Que Dios nos haya mandado en Su palabra serle fieles hasta la muerte, no es lo mismo que nos mande ser fanáticos, ni tampoco que seamos masoquistas, mientras dure nuestra vida aquí en la Tierra. Dios no necesita ser idolatrado por nadie, porque eso no es lo que Él quiere que hagamos. Sí exige adoración para Él, pero no exige que se le idolatre. En otras palabras, Él quiere que se Le respete en todo tiempo.
Apocalipsis 2:10b “…Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.”

¿A cuántos de nosotros nos han dicho alguna o algunas veces, ya sean familiares, amistades o aun compañeros de trabajo, cosas como éstas?: “¿Para qué sigues siendo “aleluya”, si nomás andas como monja, asustándote de todo lo que decimos?” “Mira, eres tan tonto que te gusta ser un aleluyita masoquista”, “Tú eres capaz de dar la vida por tu religión”, etc.

Ya he dicho en estudios anteriores, que Cristo no es una religión, sino una relación espiritual con Dios.

También dije que religión es creer en algo o en alguien, sin importarle “al creyente” si su creencia es buena o es mala.

Las personas no creyentes en Cristo que a los cristianos nos llaman “aleluyas”, o que se burlan de nosotros, o nos critican en forma negativa, todo ello con la meta de ofendernos, realmente a quien ofenden es a Dios. A nosotros los siervos de Dios, por supuesto que nos molesta y nos entristece, porque amamos a nuestro Dios, que es a Quien la gente no creyente está ofendiendo.

Lo que yo recomiendo para tales personas, es investigar qué significa la palabra “Aleluya”, antes de continuar ofendiendo a nuestro Dios.

No tienen consciencia del gran significado de la palabra “Aleluya”, el cual es: “Alabad a Dios”, “Alaben a Dios”.

A nosotros los creyentes, las gentes no creyentes nos dicen masoquistas o fanáticos, sin pensar que en realidad ellos sí son masoquistas y fanáticos, pero de Satanás; no se dan cuenta de que le son fieles a él con sus hechos reprobables, contrarios a la Palabra de Dios, la Biblia.
En cambio, los cristianos estamos conscientes de lo que estamos haciendo; por lo tanto, es imposible que los creyentes seamos masoquistas o fanáticos.
Sí hay que defender, como siervos del Señor, la causa de Cristo, pero eso bíblicamente no significa ser masoquista o fanático de Cristo.

Si pensamos un momento en la muerte que tuvo Esteban, mártir de Cristo, no significa necesariamente que él era una masoquista o un fanático de Cristo; de ninguna manera. Él sólo fue un cristiano fiel a su Dios.
Salmos 72:14 “De engaño y de violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos será preciosa ente sus ojos.”
Aquí, el Señor habla de los que son afligidos por causa de Él.
Salmos 116:15 “Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos.”
Mateo 10:39 “El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.”
El anterior pasaje bíblico significa que si queremos vivir egoístamente, haciendo a la vez un ídolo de nuestra persona, en vez de servir a Dios, esa idolatría de nuestra persona nos llevará, al final de nuestra vida terrenal, a la perdición eterna. En cambio, si vivimos en obediencia a Dios, al final de nuestra vida terrenal encontraremos la vida eterna.

El fanático, a la vez, es un idólatra. El que un creyente dé su vida por Cristo no es ser idólatra, porque estamos autorizados por Él para padecer tal tribulación.
2 de Timoteo 2:3
“Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.”

Recordemos que Cristo vino al mundo a morir por nosotros para rescatarnos de la potestad de Satanás, pero el que lo haya hecho no nos hace merecedores a estar en un lecho de rosas, a vivir una vida color de rosa. No somos dignos de ello, pues por Su misericordia, Dios envió a Su Hijo Jesucristo a morir por todos nosotros.
Efesios 2:8
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;”

Entendamos bien esto: los cristianos también somos judíos, pero judíos espirituales del Nuevo Testamento; es decir, estamos hoy en día viviendo bajo la gracia de Dios, no bajo la ley que se usaba en el Antiguo Testamento. Cristo vino a reformar la costumbre de los judíos de aquel tiempo, anulando así el Antiguo Testamento. Sin embargo, dejó para estos tiempos aún válidos los 10 Mandamientos que Dios el Padre estableció, y que fueron dados a Moisés para que los enseñara al pueblo de Israel, pero Cristo resumió toda la ley y los profetas del Antiguo Testamento.
Hebreos 8:13
“Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.”
Mateo 7:12
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”
Mateo 22:36-40
“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.”

La gracia de Dios es la misericordia o compasión que Dios ha sentido por nosotros, cosa que realmente los seres humanos no merecemos, porque ningún mérito hicimos para merecer Su misericordia. Ciertamente por el pecado de Adán y Eva de querer ser como Dios, sabiendo el bien y el mal, todos los seres humanos venimos arrastrando ese pecado, pero por eso Cristo vino a reconciliarnos con Dios el Padre, al aceptar a Cristo como nuestro Salvador personal, por la misericordia de Dios el Padre para con nosotros. Dios no quiere que ningún ser humano se pierda eternamente.
2 de Pedro 3:9
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
Juan 3:16-17
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” 

Como judíos, también Dios a nosotros no nos ha permitido darle muerte a nadie.
Juan 18:31b “…Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie;”

Como ya lo he demostrado, el fanático es en realidad un asesino; asesino de sí mismo y de otras personas que no aceptan sus preceptos.
Un suicida es un asesino de sí mismo, y la autoridad sobre la vida y sobre la muerte, sólo Dios la tiene, como dije al principio de este estudio.
Recordemos el momento en el que Dios habló con Josué, cuando Josué tendría que terminar el trabajo empezado por Moisés:
Josué 1:9 “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”

Y no es que un creyente se asuste cuando oye o ve cosas inapropiadas; simplemente, es el hecho de obedecer a Dios, cuando Él nos manda a no decir malas palabras o que apartemos nuestros ojos de ver cosas malas. Asimismo ocurre cuando Él nos manda a que retengamos cosas buenas y desechemos cosas malas.
Efesios 4:29
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”
Romanos 12:9
“El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.” 
Proverbios 4:13 “Retén el consejo, no lo dejes; guárdalo, porque  eso  es tu vida.”

Hay algo muy importante que decir: en la Biblia también se escribieron cosas malas que algunas personas hicieron, para que sirvan de advertencia contra las personas que gusten de hacer lo malo ante los ojos de Dios. Estas cosas, a los creyentes nos sirven de enseñanza para no caer en los mismos errores en que cayeron quienes cometieron esas faltas.
Isaías 29:15 “¡Ay de los que se esconden de Jehová. Encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?”

Es muy necesario e importante que aun con la gente no creyente conversemos, buscando siempre que tales conversaciones tengan el toque divino de sabiduría, para hacerlas más amenas y más provechosas.

Dios les bendiga.

2 comentarios:

  1. En la parte que se hacen la víctima es una ridiculez jamás he visto que la gente se burle de los predicadores.con tales adjetivo.
    Claro que existe un Dios que nos ama y debemos escuchar a nuestro interior y amar el prójimo;pero el Dios que debemos amar no es el de la Biblia que predican ese Dios celoso y creador que nos quiere hacer creer la Biblia que creo cr universo y lo demás mentira total.
    Informense de antes de creer todo lo que nos dice no se esclavisen mentalmente por las cosas que le muestra el mundo.todo es una farsa para vivir con miedo.
    Solo espero se quiten la venda de los ojos y se unan a escuchar que es lo que dice tu alma tu interior .

    ResponderEliminar
  2. Que es el masoquismo? Será que es lo mismo a lo que se refiere 1de Pedro 4-1 gracias por su ayuda

    ResponderEliminar