lunes, 25 de mayo de 2015

"¿Es posible perseverar en cualquier cosa positiva que hagamos?"



“¿Es posible perseverar en cualquier cosa positiva que hagamos?”

Por: Rafael Carrasco.

Como en estos tiempos de tanta movilización, de vida tan agitada que actualmente vivimos, es difícil continuar lo que se ha comenzado a hacer. Por ejemplo: Supongamos que se comienza a pintar una casa y, por alguna u otra razón no se termina de pintar; esa razón pudiera ser un viaje inesperado, alguna enfermedad, falta de dinero y/o tiempo para ir a comprar otra lata de pintura, etc.

Es muy importante hablar del papel que desempeña la perseverancia en las cosas positivas, en especial, en la vida espiritual.

Gálatas 5:1
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.”

¿Qué significa esto? Que cuando Cristo nos hizo libres de la esclavitud del pecado, al haberle nosotros aceptado como Salvador personal, rompió el “yugo de esclavitud”, llamado también: “servicio a Satanás” (que el Señor lo reprenda en el nombre de Jesús), y nos ha puesto Su yugo fácil.
Mateo 11:29-30
11:29 “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
11:30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”

Pablo no quiere que pensemos más que tenemos un yugo ajeno al de Cristo sobre nosotros, además de que perseveremos o estemos firmes en la libertad que Cristo nos concedió, pues Cristo nos selló con el Espíritu Santo, y donde está el Espíritu Santo, ahí hay libertad.
2 de Corintios 3:17
“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.”

¿Qué es perseverancia? Es mantenerse constantemente en seguir; llevar lo que se ha comenzado.

El diccionario bíblico la define así: Palabra griega “proskarteresis” y “proskartereo”, que significa constancia, persistencia, atender constantemente, continuar sin desvíos.

Ahora bien, si el Señor nos exige que seamos perseverantes, entonces hay que esforzarnos por conseguir las metas buenas para nuestra vida espiritual y secular.
No digo que sea fácil lograrlo, pero pidiendo la ayuda del Señor, desde luego que podemos lograrlo.
Sabemos que todo lo bueno cuesta un sacrificio lograrlo; lo malo es muy fácil conseguirlo.

Detallaré en qué aspectos de la vida cristiana debemos perseverar los hijos e hijas de Dios:

EN LA GRACIA.

Hechos 13:43
“Y despedida la congregación, muchos de los judíos y de los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé, quienes hablándoles, les persuadían a que perseverasen en la gracia de Dios.”

La gracia es el favor o la misericordia de Dios hacia nosotros, de habernos perdonado nuestros pecados y haber muerto por nosotros sobre una cruz, sin nosotros haberlo merecido.

Si nos sujetamos a Dios, reconociendo que dependemos de Él y Le obedecemos, podremos perseverar en Su gracia.
Juan 15:5
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”

EN LA ORACIÓN.

La oración es considerada “el oxígeno” que el creyente necesita para respirar en la vida espiritual.
Y es tan esencial la oración en el creyente, que sin ella nuestra relación con Dios peligra de morir.
Colosenses 4:2
“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;”

Se nos enseña aquí a empezar cada oración agradeciendo a Dios por Sus bendiciones; luego podemos hacer las peticiones que necesitemos en el nombre de Jesús.
Nunca olvidemos firmar nuestras peticiones con el nombre de Jesús, porque sólo en Su Nombre podremos tener respuesta de nuestro Padre celestial.

Ahora bien, ¿Por qué firmar nuestras peticiones en el nombre de Jesús? Porque Jesús es nuestro Abogado ante el Padre celestial, y el Padre celestial nos mira a través de Su Hijo Jesús.
EN LA PALABRA (LA BIBLIA).

Es necesaria la perseverancia en estudiar la palabra de Dios, porque recibiremos grandes bendiciones si lo hacemos así, además de que reforzaremos nuestras defensas espirituales contra el enemigo y sus demonios.
Santiago 1:25
“Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.”

EN LA COMUNIÓN CON LOS HERMANOS EN LA FE.

Es muy importante la perseverancia, también en este aspecto, porque Dios no nos creó para estar solitarios, sino convivir en comunidad.
El objetivo de esto es, por ejemplo: si estamos tristes o nos sentimos débiles espiritualmente, podamos ir a donde cualquiera de nuestros hermanos en la fe, para recibir de él o de ella el consuelo y/o la ayuda espirituales que necesitamos.

Hay un punto importante en este aspecto: Cada persona es responsable de lo que hace delante de Dios; por tanto, lo que cada hermano o hermana en la fe siembra, eso también cosechará.
Gálatas 6:7
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”

Entonces, mucho cuidado, estimado lector, si usted convive en comunidad y se porta mal. El mal que haga se le revertirá.

Para concluir: El enemigo se le hará imposible apartarnos del amor de Cristo.
Es importante seguir los consejos dados en este estudio para que lo bueno que hemos comenzado a hacer lo llevemos a feliz término, ya que Dios es nuestro Socio.
Romanos 8:35-39
8:35 “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
8:36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.
8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Salmos 37:37
Considera al íntegro, y mira al justo; Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.”

Démonos cuenta de que sí es posible perseverar en cualquier cosa positiva que hagamos, porque tenemos el apoyo total de Dios para ello.

Dios les bendiga.

"La idolatría es una ofensa a Dios."



“La idolatría es una ofensa a Dios.”

Por: Rafael Carrasco.

Estimado lector: la idolatría hace mucho tiempo que se ha venido practicando, como parte integral de ciertas creencias de pueblos de antaño y de estos tiempos también.

Ahora bien, ¿Qué es idolatría? Es la costumbre pagana de fabricar estatuas o de hacer imágenes, con el fin de adorarlos o tenerlos por “dioses”, o confiar en ellos.

Como ejemplo y, sin ir muy lejos, tenemos a los indígenas aztecas de México los cuales, dentro de su idolatría, y lo peor que hacían, eran sacrificios humanos en donde, además de la sangre humana, sacaban el corazón de la víctima, para ofrecerlos ambos a “sus dioses”. Adoraban principalmente al sol y a la luna.
Parte del cuerpo de la víctima era comido por los aztecas.

En otros países como la India, quemaban a las víctimas para ofrecerlas a Moloch, Vishnu y Siva, principales ídolos de ese país.

En Babilonia, Asera y Dagón eran los principales ídolos de esa región.

En China y Japón se adora principalmente a Buda.

En Egipto, se adoran a Isis y Osiris.

En fin, la idolatría se ha ido practicando de generación en generación.

Hay países que han “modernizado” a sus ídolos; por citar un ejemplo: México ahora adora a la Virgen de Guadalupe, a San Judas Tadeo, a San Cristóbal Caballero, a Santo Niño de Atocha, al Sagrado Corazón de Jesús, a San Antonio, a San Panuncio y otros ídolos más.

Lo más triste del asunto, es que cuando los fieles de esas sectas idólatras hacen pactos con sus ídolos, llamados “mandas”, muchas de las veces las “pagan” caminando sobre sus rodillas hasta el templo donde se encuentra el “santo” o ídolo de su devoción.

Y fíjese nomás, estimado lector, lo que dice Dios al respecto en la Biblia:
Exodo 20:1-5
20:1 “Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:
20:2 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
20:6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.”

A raíz de las prácticas idólatras a través del mundo, la Biblia nos enseña que la idolatría es una ofensa a Dios; es algo aborrecible a los ojos de Dios.

Recuerde, estimado lector, que aun el pueblo de Dios tuvo esa mala práctica de la idolatría, cuando decidieron que Aarón, hermano de Moisés, les hiciera un becerro de oro, para adorarlo como “su dios”.
Como no veían imagen alguna del verdadero Dios, decidieron hacerse un ídolo visible.
Exodo 32:17-28
32:17 “Cuando oyó Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento.
32:18 Y él respondió: No es voz de alaridos de fuertes, ni voz de alaridos de débiles; voz de cantar oigo yo.
32:19 Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte.
32:20 Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel.
32:21 Y dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado?
32:22 Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado a mal.
32:23 Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.
32:24 Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y me lo dieron, y lo eché en el fuego, y salió este becerro.
32:25 Y viendo Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido, para vergüenza entre sus enemigos,
32:26 se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví.
32:27 Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente.
32:28 Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres.”

Los israelitas llegaron a adorar a ídolos como: Moloch, Milcom, Astoret, Asera y Baal.

El Señor, como castigo a Su pueblo Israel por su idolatría, los entregó en manos de sus enemigos; cuando los israelitas estaban cautivos, entonces sí se acordaban del verdadero y único Dios, y Dios los perdonaba. Pero al ser libres, los israelitas volvían a rebelarse contra Dios practicando de nuevo su idolatría.

Mire, estimado lector, la comparación que Dios hace de los ídolos con quienes los hacen y confían en ellos:
Salmos 115:3-8
115:3 “Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho.
115:4 Los ídolos de ellos son plata y oro, OBRA DE MANOS DE HOMBRES.
115:5 Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven;
115:6 Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen;
115:7 Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta.
115:8 Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.”

Jeremías 10:6
No hay semejante a ti, oh Jehová; grande eres tú, y grande tu nombre en poderío.”

Cuando Constantino I el grande se convirtió al cristianismo, decretó como religión oficial del Imperio Romano, el Cristianismo.

Las gentes del Imperio Romano que practicaban la idolatría y tenían “sus dioses” representados por imágenes, les quitaron los nombres que tenían, y les pusieron nombres de santos.
De manera que la iglesia del Imperio Romano era idólatra, y hoy en día se conoce como Iglesia Católica Romana.

En diferentes procesiones católicas, se ven a varios fieles cargandoimágenes” de Cristo o de santos, al igual que lo hacían las religiones paganas de Egipto, Babilonia y otras naciones antiguas, y no sólo hacen eso, sino que también “les ofrecen sacrificios”, tales como: “mandas” o pactos, encenderles velas, adornos, dinero, altares, etc.

El cristiano legítimo se aparta de toda idolatría y confía en Jesucristo y Su Evangelio, sin Representarlo en imágenes.


Lucas 4:8
“Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.”

Y algo muy triste, es que no sólo la idolatría involucra adoración a imágenes, astros, animales, cosas y esculturas. También involucra amor al dinero, la televisión, el cine, la pornografía, los vicios, el narcisismo (idolatrarse a sí mismo), amor obsesivo hacia un carro propio o hacia una casa propia, las apuestas, las compras compulsivas, etc.

Está bien limpiar la casa y el carro de uno, pero no amarlos, como si fueran ídolos. Limpiarlos y cuidarlos con normalidad y naturalidad; no con obsesión.

La Biblia dice muy claramente que los idólatras serán lanzados al lago de fuego, en el juicio final.
Apocalipsis 21:8
“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”

Para concluir: Si usted se anima a dejar ya su idolatría, acepte hoy mismo a Cristo como su Salvador personal, y solamente adórelo a Él y doble ante Él sus rodillas.

Dios les bendiga.

"El gozo, en medio de la tristeza, es posible."



“El gozo, en medio de la tristeza, es posible.”

Por: Rafael Carrasco.

En esta ocasión voy a hablar de un tema muy tonificante para el alma, por así decirlo: es el gozo.

Gozo viene de la palabra latina “gaudium”, que significa placer o alegría.

Según algunos estudiosos del apóstol Pablo, el gozo es aquella profunda alegría espiritual que el propio Espíritu Santo infunde en los corazones de quienes poseen a Dios.

Otros estudiosos, en cambio, definen al gozo como “virtud”; esto es, la alegría y complacencia que siente el cristiano en la extensión del reino de Dios y Su justicia.

Por lo tanto, el gozo depende únicamente de la actividad del Espíritu Santo en la vida de una persona y, en consecuencia, las circunstancias, aunque adversas,, no influyen en la voluntad de las personas que tienen una relación profunda con Dios.

Ahora bien, ¿Qué es virtud? Es aquella fuerza interior que permite al hombre tomar y llevar a término las decisiones correctas en las situaciones más adversas para tomarlas a su favor.

Veamos ahora algunas circunstancias por las que fue posible que Dios enviara Su gozo:

Salmos 51:8
“Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido.”

Aquí, David estaba suplicando a Dios que le devolviera el gozo que había perdido, después que pecara con Betsabé, viuda de Urías.
David la tomó por mujer indebidamente, y Dios abatió el alma de David por ello.

Salmos 51:12
“Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente.”

Aquí, David sigue quebrantado espiritualmente por el pecado antes mencionado, y como Dios lo mantenía abatido, David estaba intranquilo. Por esa razón, David suplicó al Señor que le devolviera el llamado “rúaj najon” o espíritu verdadero, puesto que David en ese tiempo era el ungido de Dios por rey sobre Su pueblo Israel.
Salmos 92:4
“Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; En las obras de tus manos me gozo.”

Este salmo es de un autor desconocido, pero se escribió para el día de reposo.
Es hermoso que podamos contar con Dios para que nos llene de gozo.

Proverbios 15:8
“El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la oración de los rectos es su gozo.”

El espíritu verdadero se goza en la alabanza al Altísimo, en complacerlo sólo a Él.

Mateo 25:21
“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”

Aquí, es la bendición que Dios dará a Sus siervos y siervas en el Tribunal de Cristo; obviamente, aquellos siervos y siervas que Le fueron fieles durante su vida terrenal.

Juan 16:20
“De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.”

Aquí, el Señor Jesús nos anima a Sus siervos y siervas a no desmayar espiritualmente cuando sabemos que la gente sin Cristo nos aborrece por causa Suya y, aunque eso nos puede doler en nuestra alma y nos cause llanto, es promesa Suya que Él enjugará toda lágrima de nuestros ojos, en un futuro no muy lejano. ¡Gloria a Dios!

Juan 16:22
“También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.”

Aquí, el Señor Jesús que cuando Él se fue al cielo, dejó al Espíritu Santo, Quien es el medio que Dios usa para que el gozo del Señor sea entregado a cada creyente.
El gozo de Dios es el que debiera caracterizar nuestro servicio y nuestra adoración, como creyentes, a Él.

En este pasaje, Jesús promete a Sus siervos que Lo volverán a ver, una vez que Su Iglesia haya sido levantada al cielo. Entonces experimentaremos ese gozo de que Jesús nos habla.

Juan 16:24
“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.”

Aquí, Jesús nos enseña que, pidiendo al Padre en el nombre de Jesús, y teniendo fe al mismo tiempo, recibiremos lo que pidamos, siempre y cuando esa petición vaya de acuerdo a la voluntad de Dios.

Hay que recordar esto: Dios nunca nos va a conceder algo que nos vaya a perjudicar. Él nos ama de verdad, y por ello quiere lo mejor para nosotros Sus hijos e hijas.

Gálatas 5:22-23
5:22 “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
5:23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.”

Vemos aquí que el gozo es uno de los frutos del Espíritu Santo, dado gratuitamente a Sus hijos. Es la confirmación de que el gozo viene de Dios.

Para concluir: Si usted, estimado lector, no ha venido a Cristo, hágalo ahora mismo, para que usted experimente en sí mismo el gozo del Espíritu Santo.

Dios les bendiga.

"Dios como fuego consumidor y como fuego purificador."



“Dios como fuego consumidor y como fuego purificador.”

Por: Rafael Carrasco.

Ciertamente es posible sentir el calor que Dios irradia, cuando Se hace presente en algún lugar.

Como experiencia propia, puedo decir, estimado lector, que he sentido en varias ocasiones la presencia del Espíritu Santo tremendamente; el calor del fuego divino en el altar después de que Dios se ha levantado de ahí y Él regresa al cielo contento de habernos consolado y llenarnos.

En una ocasión, platicando con mi esposa, íbamos caminando por una calle donde forzosamente teníamos que cruzar los rieles del tren. Como el tren acababa de pasar por ese lugar, obviamente los rieles estaban calientes.
Como no era posible dar pasos largos para no pisar los rieles, cruzamos ambos, y le pregunté a mi esposa: ¿Sentiste el calor de los rieles en tus pies? Ella me contestó que sí, a lo que yo le comenté después: Así me imagino que se siente el calor de Dios cuando Él se levanta del altar cuando Le hemos invocado.

Ha habido quienes han sentido el calor divino en el momento en que el Señor está presente en el altar; sin embargo, yo he sentido Su calor cuando Él ya se ha levantado.

Esa experiencia personal me causa gozo y a la vez me impulsa a compartirla con mis lectores. Para quienes de ustedes son creyentes como yo, me darán la razón de que el calor del Señor se puede sentir, y mucho.

¿O acaso no creen que Moisés sintió el calor de la presencia del Señor en el Monte Horeb, cuando estaba de pie frente a una zarza que ardía y no se consumía? Debió haber sido tremenda experiencia para Moisés.

Yo, en una ocasión diferente, fui invitado a pasar al altar, donde estaba predicando una Profetisa, y cuando cerré mis ojos, alguien juntó mis manos y vertió mucho aceite en ellas. Luego la Profetisa, orando al Señor, me impuso manos, y al momento tuve una tremenda visión que me impactó mucho: vi una gran llama de fuego, de color azul-verde, que vino sobre mí, y me entró por el centro de mi cráneo, y ese gran calor se distribuyó perfectamente hacia los lados y hacia abajo, provocándome gran sudoración, y como que se iban mis fuerzas un poco, pues me bamboleaba lentamente, pero no caí al suelo. También oí una voz que me dijo: “Tú no vas a caer al suelo en bendición, como caen muchos. Contigo voy a tratar a través de visiones”. Y desde ese momento en adelante, el Señor me revela lo que Él quiere, a través de visiones. Le diré la más reciente:

Una vez que entré a Facebook (porque lo reviso de cuando en cuando) vi que alguien tomó una fotografía en la ciudad de Hermosillo, Sonora, México, el día 13 de Septiembre de 2014; se trataba de la imagen de un gran dragón en el cielo de dicha ciudad, con la cabeza mirando hacia el cielo.
Después que vi tal visión, oré a Dios que me diera interpretación de esa abominable imagen en el cielo de Hermosillo, Sonora, México.
El Señor, a los 2 días, siendo las 4:00 de la mañana, me despertó, y me hizo saber el significado de dicha imagen. Las siguientes fueron Sus palabras:
“MI ESPÍRITU PRONTO SERÁ LEVANTADO DE LA TIERRA, Y EL DRAGÓN GOBERNARÁ LA TIERRA.”
Yo le agradezco al Señor Su muy valiosa ayuda, porque de haber sido PhotoShop, el Señor ciertamente no me habría revelado el significado de dicha imagen abominable.
Voy a tratar de anexar la foto en cuestión, la cual escaneé para adjuntarla a este estudio, de ser posible, al final del mismo.

Por eso afirmo que Dios es fuego. Un fuego muy especial que consume la maldad y purifica el alma de quienes toca.
Hebreos 12:28-29
12:28 “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
12:29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.”

Vamos ahora a ver algunas de las ocasiones en las que Dios se manifestó por fuego, y analizarlas una por una:

Dios como fuego consumidor.
Génesis 19:24
“Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos;”

Dios como fuego purificador.
Exodo 3:2-6
3:2 “Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.
3:3 Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.
3:4 Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí.
3:5 Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.
3:6 Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.”

Dios como fuego consumidor.
Exodo 9:23
“Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová hizo tronar y granizar, y el fuego se descargó sobre la tierra; y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto.”

Dios como fuego consumidor (porque defendía a Su pueblo Israel de sus enemigos, a la vez que lo guió).
Exodo 13:21
“Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche.”

Dios como fuego consumidor.
Levítico 9:24
Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros.”

Dios como fuego purificador.
Deuteronomio 4:10-12
4:10 “El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán a sus hijos;
4:11 y os acercasteis y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube y oscuridad;
4:12 y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis.”

Estas palabras de Dios fueron una advertencia para Su pueblo Israel de que se cuidaran de adorar ídolos, porque ellos jamás vieron figura divina alguna, a la cual idolatrar. Por lo tanto, Dios les dio el ejemplo de abstenerse de hacerse imágenes de cosa alguna en el cielo o en la tierra.

Deuteronomio 4:24
“Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.”

Porque Dios es celoso, no quiere compartir Su gloria con ningún ídolo.
Dios como fuego consumidor.
1 de Reyes 18:21-24
18:21 “Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.
18:22 Y Elías volvió a decir al pueblo: Sólo yo he quedado profeta de Jehová; mas de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres.
18:23 Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo.
18:24 Invocad luego vosotros el nombre de vuestros dioses, y yo invocaré el nombre de Jehová; y el Dios que respondiere por medio de fuego, ése sea Dios. Y todo el pueblo respondió, diciendo: Bien dicho.”

1 de Reyes 18:38-39
18:38 “Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.
18:39 Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!

Dios como fuego consumidor.
2 de Reyes 1:10
“Y Elías respondió y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo, y consúmate con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus cincuenta.”

Dios como fuego purificador.
2 de Crónicas 7:1
“Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa.”

Dios como fuego consumidor.
Job 1:16
“Aún estaba éste hablando, cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia.”

Dios como fuego purificador.

Isaías 6:6-7

6:6 “Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;
6:7 y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.”

Dios como fuego purificador.
Hechos 2:2-4
2:2 “Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
2:3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
2:4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”


Dios como fuego consumidor.
Apocalipsis 20:9
“Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.



De todo lo anteriormente visto, sacamos en consecuencia de que Dios está convencido de lo que dice y hace.

Y para que más confianza le infunda a usted el confiar en Dios, le diré esto, estimado lector:
Isaías 44:8
“No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.”

Isaías 45:22
Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.”

¿Le queda aun alguna duda, estimado lector?
Confíe en el Dios en Quien nosotros los creyentes confiamos, acepte por fe a Su Hijo Jesucristo como Salvador personal y disfrute así del fuego del Espíritu Santo morando en usted.


Dios les bendiga.

domingo, 24 de mayo de 2015

"La locura: ¿Viene porque sí?"



“La locura: ¿Viene porque sí?”

Por: Rafael Carrasco.

La locura, bien todos sabemos, es una disfunción mental muy fuerte, que puede ser causada por:

Herencia.
Consumo excesivo de ciertas drogas.
Una emoción demasiado fuerte.
DEMONIOS.

El diccionario la define como: “Privación del juicio o del uso de la razón”.

En cuanto a la locura por herencia, tristemente podemos afirmarlo, hay personas en las que esa disfunción mental se manifiesta a muy temprana edad, y otras cuando son un poco más grandes.

En cuanto al consumo excesivo de ciertas drogas, porque esas drogas con el tiempo van matando neuronas (células cerebrales) y ese proceso es irreversible.

En cuanto a una emoción demasiado fuerte, porque el cerebro no espera esa reacción tan repentina y violenta de la persona asustada, y también se alteran las neuronas.

En cuanto a demonios, porque son ellos, cuando poseen a una persona, los que actúan en el interior de la persona afectada, y “hacen su voluntad” en ella, provocándole hacer cosas, muchas veces, fuera de lugar.
Como ejemplo, tenemos al endemoniado gadareno, que andaba desnudo en medio de un cementerio, y asustando a las demás personas.
Lucas 8:37
“Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.”

El hombre del que hablo en esta ocasión no tenía uno, sino muchos demonios dentro de sí: una legión.

Una legión son miles. Así que ese hombre tenía miles de demonios en su alma.

Afortunadamente, Jesús sanó a ese hombre,

Lucas 8:35
“Y salieron a ver lo que había sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio; y tuvieron miedo.

Hay también en la Biblia un caso muy particular: el del rey Nabucodonosor, que por causa de su soberbia fue privado temporalmente de su razón, por Dios.
Daniel 4:29-34
4:29 “Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de Babilonia,
4:30 habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?
4:31 Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti;
4:32 y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere.
4:33 En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves.
4:34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.”

Esto le sirvió de escarmiento al rey Nabucodonosor, y nunca más pensó con soberbia, después de tal experiencia, sino que humilde ante Dios.

Daniel 4:17
“La sentencia es por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres.”

Daniel 4:37
“Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.”

La locura es un deseuilibrio mental, por el cual un hombre o una mujer padecen de delirios enfermizos, impropios del funcionamiento normal de la razón, que se identifican por la realización de actos extraños y destructivos.

Hasta el final del siglo 19, los síntomas de ciertas enfermedades, como la epilepsia y otras disfunciones mentales, fueron también calificados de locura.

La locura, en términos clínicos, puede ser entendida como una forma de esquizofrenia, e incluso como un sinónimo de esquizofrenia.

La esquizofrenia es un diagnóstico psiquiátrico, que se refiere a un grupo de trastornos mentales crónicos y graves, en personas con alteraciones en la percepción de la realidad.

Sólo en el siglo 17 se dominaba a la locura a través del encierro, con el llamado “Hospital de los locos”, en donde la razón triunfaba por medio de la violencia.

Las palabras “locura” y “loco”, se usan en algunos contextos con otros significados, sin relación con la enfermedad. Por ejemplo: para resaltar la intensidad de una emoción, se dice: “loco de amor”, dando a entender que alguien experimenta dicho sentimiento en un grado muy importante.

Ahora bien, sabemos que para la gente que vive sin Cristo en su alma, el Evangelio es locura, porque no alcanzan a percibir la verdad de Dios.
1 de Corintios 1:18
“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.”

1 de Corintios 2:14
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.”

El “hombre natural” es aquel individuo que vive sin Cristo en su alma.
Al hombre que ya aceptó a Cristo en su alma, es llamado “hombre espiritual”.

Como el hombre natural no tiene a Cristo en su alma, tampoco tiene al Espíritu Santo, quien le ayuda al hombre a entender la palabra de Dios, la Biblia. Por eso es que al hombre natural, las palabra de Dios es ilógica, irracional, porque no La puede entender.

Por eso es importante evangelizar a cuantas personas nos sea posible, para que Dios vaya trabajando en esas personas, y de entre ellas escoja a las que sean aptas para Su obra redentora en este mundo.

Dios les bendiga.


sábado, 23 de mayo de 2015

"Un conductor designado."



“Un conductor designado.”

Por: Rafael Carrasco.

En la actualidad hay muchos vehículos automotores, y en verdad que en las llamadas “horas pico”, es un gran problema circular con tanto conductor queriendo llegar, a un mismo tiempo, a su destino. Es un verdadero caos cuando se forman los embotellamientos (o tapones) en muchas de las calles de las diferentes ciudades. No se dejan esperar las groserías que un conductor le grita a otro para que se mueva pero, ¿cómo se va a mover, si hay semejante embotellamiento delante y detrás suyo? Generalmente escuchamos en respuesta a esos conductores groseros: “pásale por arriba”, y sabemos de hecho que es imposible que el conductor grosero lo haga, pero es una forma “cortés” de ponerlo en paz, en vez de devolverle groserías a cambio de sus insultos.

Es común ver en el rostro de muchas personas, gestos de mal humor, y en otras, desesperaciones.
El enojo y la desesperación han hecho presa de muchos de ellos. A veces, cuando la ofensa de un conductor a otro es grave, se van a los puños.
¡Oh, Señor, danos paciencia con esos embotellamientos y con esos conductores mal humorados y desesperados!

Aun si nos fijamos en las personas que conducen su carro en forma reprobable, como lo son los borrachos, quienes están bajo el influjo de alguna droga, algunas personas que no durmieron lo suficiente o que están enviando mensajes de texto a través de teléfonos celulares o incluso distraídos por ir haciendo llamadas por dichos teléfonos, esas personas también pueden responder de forma violenta a un reclamo de otro conductor.

Nadie estamos a salvo de enfrentar una situación como esa, con personas que “sin querer” o “a propósito”, nos causan molestias con su comportamiento.

Gracias a Dios que a nosotros, Sus hijos,nos ha dado el dominio propio.
2 de Timoteo 1:7
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”

Y déjeme decirle algo, estimado lector: aunque somos los creyentes hijos de Dios, no estamos exentos de enojarnos y molestarnos contra quienes nos causan molestias, pero en obediencia a Dios debemos procurar el auto controlarnos. Debemos “contar hasta 10”, como decía alguien en un anuncio de televisión, y guardar la calma.

Mientras nuestra alma esté dentro de este estuche llamado cuerpo, que es carne y sangre, estamos expuestos a pecar.
Afortunadamente, nuestra estancia en la Tierra es temporal, y cuando los hijos de Dios muramos, nuestra alma va con el Señor al cielo; no así de quienes no quieren aceptar a Cristo como su Salvador personal.

¿Y por qué digo que mientras nuestra alma esté dentro de nuestro cuerpo, estamos expuestos a pecar? Porque el cuerpo es el prototipo del pecado, pues él lleva a cabo las acciones que pensamos, si esas acciones son malas, claro.

Cuando nos enfrentamos a una tentación, mientras no cedamos a ella, queda como tentación.
Pero si cedemos a la tentación, dicha tentación se convierte en pecado.

Recuerde que pecado es la transgresión de la ley de Dios; en otras palabras, es la violación de los mandamientos que Dios ha estipulado para nuestro diario vivir.
Con uno solo de los mandamientos que violemos, nos hacemos culpables de violar todos ellos.
Es una carga espiritual mayor, la cual hay que ir de inmediato a los pies del Señor y, arrodillados, suplicar Su perdón, pero no volver a hacer tales faltas.

Todos estamos conscientes de que, para vencer una tentación, hay que tomarnos fuertemente de la mano de Dios, sin perder la fe en Él, estudiar la Biblia y orar sin cesar.
Santiago 4:7
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”

1 de Tesalonicenses 5:17
“Orad sin cesar.”

Ahora bien, ¿Qué es orar sin cesar? Es orar todo el tiempo, sin dejar de hacerlo; es orar desde que despertamos hasta antes de volver a acostarnos a dormir.

No sólo nosotros en la actualidad tenemos necesidad de Dios en nuestra vida; también el rey David mencionó su necesidad de Dios:
Salmos 27:11
“Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud A causa de mis enemigos.”

Estimado lector: Déjese conducir por Jesús. Deje que Él sea el conductor designado para su vida.
No cometa el error de decir: “yo solo puedo conducir mi vida, no necesito de nadie para hacerlo”.
Salmos 43:3
“Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; Me conducirán a tu santo monte, Y a tus moradas.”

No, estimado lector: No pierda su tiempo pensando en la forma en que usted quiere vivir su vida sin Dios.
Hoy puede ser su día de salvación. Entregue a Cristo su vida sin pensarlo 2 veces.
Olvídese de lo que dirán sus familiares, amigos y vecinos, o de lo que usted tenga que renunciar por convertirse en un hijo de Dios: borracheras, andar con prostitutas, tabaquismo, drogadicción ilegal, narcotráfico, homosexualismo (tanto de hombre como de mujer) y hacer fraudes.

Dé ahora mismo ese paso de fe, y viva una vida santa, agradable a Dios. Voy a ayudarle a aceptar a Cristo en este momento, con una breve y sencilla oración:

“Padre eterno, vengo arrepentido ante Ti de todos mis pecados cometidos, y quiero en este momento renunciar a mi vida sin Ti, a mi egoísmo y a mi autosuficiencia, y te ruego que Tu Hijo Jesucristo entre a mi vida, y quiero serte fiel y servirte sólo a Ti de ahora en adelante, amén.”

Con esa sencilla oración, usted puede tener a Cristo con usted, y ser sellado con Su Espíritu Santo. Ahora sólo viva una vida agradable a Él, de santidad; estudie la Biblia, ore y asista a una Iglesia evangélica local y amiste con otros que también sirven al Señor con corazón sincero.

Dios les bendiga.

"Seguridad: Otra bendición de Dios."



“Seguridad: Otra bendición de Dios.”

Por: Rafael Carrasco.

Cuando hablamos de seguridad, hablamos de algo que nos inspira confianza.
Así, pues, seguridad significa: confianza, tranquilidad de una persona, procedente de la idea de que no hay ningún peligro que temer.

En la Biblia podemos hallar esa seguridad que por tanto y tanto tiempo anduvimos buscando, cuando éramos sólo creación de Dios; en otras palabras, cuando aun no habíamos aceptado a Cristo como nuestro Salvador personal.

Pero voy a hacer la diferencia entre ser creación de Dios e hijo de Dios:

Creación de Dios.- Persona que aun no ha aceptado a Cristo como su Salvador personal.
La persona creación de Dios no tiene un compromiso sólido con Dios.

De hecho, todos fuimos creados por Dios, pero Él quiere tener una relación espiritual más cercana con la humanidad. De ahí la necesidad que Dios tiene de tenernos como hijos Suyos.
¿Y cómo se logra eso? La respuesta está en la definición de ser un hijo de Dios.

Hijo de Dios.- Persona que ya aceptó a Cristo como Salvador personal.
El hijo de Dios ya tiene los derechos y obligaciones que Dios impuso en la Biblia, y tiene en consecuencia un compromiso sólido con Dios.

Juan 1:12
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;”

Con tan sólo Llamarle, con corazón sincero, estamos evidenciando que tenemos confianza en Dios.
Isaías 55:6
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.”

Alguien escribió un artículo muy interesante acerca de la seguridad de la Biblia:
“Mientras exista la Biblia, no existe ninguna razón para que las personas estén confundidas o desvíen el camino. La Biblia marca con toda claridad la ruta desde el Edén, pasando por el Calvario y hasta el mismo cielo. Hasta la fecha, no se ha dado un solo caso de que alguien haya extraviado el camino a la verdad, siguiendo la ruta marcada por este Libro, la Biblia. Mucho se ha escrito sobre la Biblia, pero Ella por sí sola basta para comprender el pasado, el presente y el futuro de la humanidad.”

Veamos ahora algunos ejemplos de la Biblia que evidencian el poner nuestra confianza en el Señor:

2 de Reyes 20:19
“Entonces Ezequías dijo a Isaías: La palabra de Jehová que has hablado, es buena. Después dijo: Habrá al menos paz y seguridad en mis días.”

Salmos 71:5
“Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud.”

Salmos 78:53
“Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor; Y el mar cubrió a sus enemigos.”

Ezequiel 34:27
“Y el árbol del campo dará su fruto, y la tierra dará su fruto, y estarán sobre su tierra con seguridad; y sabrán que yo soy Jehová, cuando rompa las coyundas de su yugo, y los libre de mano de los que se sirven de ellos.”

Efesios 3:12
“en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él;”

Ahora bien, si muchos hijos sienten seguridad al lado de sus padres, ¿Cuánto más nosotros, que somos hijos del Dios vivo, sentiremos más seguridad a Su lado?

Por lo tanto, estimado lector, ponga su confianza en el Señor, sabiendo que Él lo perdona si Le busca con corazón sincero, e invitando a Su Hijo Jesucristo a su vida, como Salvador personal.
Cuando haya usted hecho esto, sentirá verdadera seguridad a Su lado, en su camino por esta vida terrenal.

Dios les bendiga.





"La paciencia contra la impaciencia: una gran pelea."



“La paciencia contra la impaciencia: una gran pelea.”

Por: Rafael Carrasco.

Cuando uno se siente viviendo un drama en la vida secular, eso, obviamente, afecta grandemente el estado de ánimo.

Las cosas de Dios, si algo precisamente no tienen, es lógica humana.
¿Por qué? Por la sencilla razón de que Él todo lo sabe y nuestra inteligencia es limitada.
No podemos reducir a Dios al tamaño de nuestro cerebro; eso es prácticamente imposible.
Es como querer tapar al sol con un dedo, y usted puede comprobarlo. Es imposible tapar a un astro tan grande como el sol con tan sólo un dedo.
Una pregunta muy común es la siguiente: ¿Por qué me pasa esto a mí? Esa es una pregunta que seguramente nadie nos va a responder.

Satisfactoriamente, alguien pude aconsejarnos a no rendirnos ante tal o cual problema y a seguir adelante; pero como que a uno no le es suficiente oír eso. Sigue uno sintiéndose mal, anímicamente hablando.

Y lo más triste es que cuando uno ha sido consejero de otros, y uno se siente mal anímicamente, nada de lo que uno utilizó para alentar a otros parece venirle bien a uno mismo.

Santiago 1:2
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,”

Del anterior texto bíblico, vamos a tomar como palabra clave: “cuando”.
De entrada, esta palabra nos da a entender una circunstancia. Dicha palabra, en el texto bíblico anterior, significa que, a corto, mediano o largo plazo, nos guste o no, lo entendamos o no, lo aceptemos o no, alguna prueba se cruzará en nuestro camino, y lo que es peor, de diferente magnitud cada vez que una prueba se nos presente.

Mateo 5:12
“Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.”

Este texto bíblico nos enseña que una de las posibilidades de sufrir pruebas, radica en el hecho de que cuando el Señor deposita en uno la gracia de uno de los ministerios del reino de los cielos, se sirve a dicho Reino con rigor con inclemencias.
Dicho en otras palabras: el Señor nos exige que Le prediquemos tal y como Él nos dejó escrito en la Biblia, además de soportar las inclemencias del clima donde uno vaya a ministrar, y no tan solamente las inclemencias del clima, sino también la incomprensión y el desprecio de muchas de las personas que nos oigan ministrando a Cristo.

Un “evangelio suave (light)” o “maquillado”, no sirve para ministrar a Cristo a las personas no creyentes, porque maquillar el Evangelio es como sobarle el pecado a las personas no creyentes; es como tolerar las porquerías espirituales que cada persona no creyente trae en su alma.

Hebreos 10:34
“Porque de los presos también os compadecisteis, y el despojo de vuestros bienes sufristeis con gozo, sabiendo que tenéis en vosotros una mejor y perdurable herencia en los cielos.”

Este texto bíblico nos deja ver que las pruebas han de sobrevenirnos a todos los creyentes que un día hicimos un compromiso con Cristo de Seguirle y Servirle.

Esto del despojo de pertenencias me recuerda a la película “Chamula: Tierra de sangre”, en donde se despojaba de sus propiedades a indios Chamula cristianos que predicaban a Cristo en el Estado mexicano de Chiapas, frontera con Guatemala.
¿Y sabe por qué los despojaban? Porque querían que los indios cristianos se fueran de ese lugar, y no tan solamente con la amenaza de despojo, sino también con amenazas de muerte.
Si no mataban al cristiano predicador, mataban a su familia delante suyo.
Desgraciadamente, en ese Estado mexicano, como en el resto de México, reina la idolatría, la cual es abominación a Dios.
Éxodo 20:2-6
20:2 “Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
20:6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.”

Mateo 4:10
“Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.”

1 de Pedro 1:6
“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,”

En este texto bíblico es muy leve la mención, pero suficiente como para entender definitivamente que, si Dios considera necesario para nuestro crecimiento espiritual permitir que determinadas pruebas vengan sobre nuestras vidas, sin duda que Él lo hará.

Ahora bien, ¿Por qué puede considerar Dios necesario que los creyentes pasemos por pruebas? Porque Él sabe muy bien que nuestra prueba producirá un fruto del Espíritu Santo llamado paciencia.

Santiago 1:3
“sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”

La paciencia se define como: La capacidad para esperar con  tranquilidad las cosas, y soportarlas por pesadas que sean, y en cualquier tipo de adversidades.

Hasta aquí, hemos visto que la paciencia viene siendo hija de la prueba, en donde todos aquellos que la practican están dejando que el Espíritu Santo manifieste tal fruto en sus vidas y en sus almas.

Convertirse en creyente no lo libra a uno de todas las dificultades con las que nos podríamos topar a lo largo de nuestra vida física. La Biblia evidencia que, para poder obtener paciencia después de cada prueba a la que Dios nos someta, irremediablemente nosotros tendremos que pagar un precio; y ese “precio” es soportar todas y cada una de las pruebas a las que Dios nos someta.

Ahora bien, la actitud madura del creyente ante la adversidad de una prueba, es “enfrentarla con sumo gozo”.
Esto, humanamente hablando, suena ilógico; pero en realidad es una deliberada e inteligente evaluación de las circunstancias desde la perspectiva de Dios, para ver a la prueba como un medio para el crecimiento moral y espiritual.
Santiago 1:2
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,”

Someter a prueba algo, es comprobar su calidad de genuino; y en el caso que estamos estudiando, es comprobar que nuestra fe en Jesús es genuina, es real.

En la Biblia, la paciencia es la perseverancia hacia una meta, ante las pruebas, o una expectante espera por el cumplimiento de una promesa divina.

Jesús mismo es el más grande ejemplo de paciencia.
Hebreos 12:2
“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”

Vamos ahora al otro lado de la moneda: la impaciencia o desesperación.

La impaciencia no es aprobada por el Señor, porque es contraria a Su manera de ser: Él es paciente, y todo Él lo hace en Su tiempo (Cairos), y no en el nuestro (Cronos).

Por ello, la soberanía de Dios debe ser un poderoso aliciente para nosotros los creyentes y también para los no creyentes, pues Le complace exhortarnos a venir a Él.

Mateo 11:28
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”

En algún estudio de los muchos que un servidor tiene hechos, mencioné que la soberanía de Dios es la total libertad de que Él goza para hacer lo que Él quiera, cuando quiera y dondequiera.

Isaías 43:13
“Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?

Ante tal pregunta del Señor, nos resta sólo contestar: “Nadie, Señor. Sólo Tú eres todopoderoso y eterno”.

Para concluir: debemos echar mano de los ejemplos de paciencia perseverante que vienen escritos en la Biblia, de la cual no nos arrepentiremos de haberla practicado, pues veremos resultados en el tiempo de Dios. Asimismo, dejemos que Dios tome el control de nuestra impaciencia, la cual se produce al nosotros querer que las cosas se hagan a nuestro capricho.

Dios les bendiga.