martes, 26 de agosto de 2014

"El robo sigue siendo un pecado grave hasta el día de hoy."

“El robo sigue siendo un pecado grave, hasta el día de hoy.”

Por: Rafael Carrasco.

Día a día nos damos cuenta de que, mientras más crece el desempleo en nuestro entorno, más se agudiza el problema de los robos cometidos en contra de casa, comercios, industrias, escuelas y hasta en casa de oración.

El ladrón es una persona que no le importa perjudicar a quien sea, sino sólo en su propio beneficio.
Aunque estudia muy bien cómo ha de llevar a cabo su delito, le importa poco o nada lo que sufran las personas afectadas por él.

Por lo regular, el ladrón es una persona que no trabaja, pero tampoco le interesa ir en busca de un trabajo honesto; comúnmente, gustan de obtener lo que quieren de la forma más fácil y rápida posible. También se les llama “amantes de lo ajeno”, porque precisamente de eso ellos gustan de apoderarse, naturalmente, de forma ilícita.

El ladrón no conoce la palabra “pedir”; para el ladrón es más fácil ir a robar.
No se arriesgan “a lo loco” para robar. Después da haber planeado bien cómo habrá de hacer su robo, toma acción y pretende siempre obtener éxito en todos y cada uno de sus robos.

Busca siempre de evadir a la policía, y disimula muy bien lo que él realmente es. Puede incluso comportarse muy cortés con algunas de sus víctimas, para “sacar las uñas” en el momento preciso para él.

En la Biblia, el robo está clasificado como pecado muy grave.
Exodo 20:15
“No hurtarás.”

Ezequiel 18:18
“Su padre, por cuanto hizo agravio, despojó violentamente al hermano, e hizo en medio de su pueblo lo que no es bueno, he aquí que él morirá por su maldad.”

Y lo peor del caso es esto: que el ladrón, aun sabiendo que el robo es pecado ante Dios, no le importa tal decisión divina. El ladrón sólo piensa en auto beneficiarse.

La Biblia expresa claramente cómo Dios ve el robo:


Isaías 61:8
“Porque yo Jehová soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio para holocausto; por tanto, afirmaré en verdad su obra, y haré con ellos pacto perpetuo.”

Sin embargo, en el libro de Ezequiel dice que Dios perdonará misericordiosamente “al que se arrepienta y devuelva lo que robó.”
Ezequiel 33:14-16
“Y cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; si él se convirtiere de su pecado, e hiciere según el derecho y la justicia,
si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, y caminare en los estatutos de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá.
No se le recordará ninguno de sus pecados que había cometido; hizo según el derecho y la justicia; vivirá ciertamente.”

A pesar de que el cristiano vive en un mundo lleno de criminalidad, se regocijan en la esperanza de vivir bajo la protección de Dios.
Salmos 91:1
“El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.”

Y cuando Dios haya acabado con el robo, el cristiano podrá hacer lo siguiente:

Miqueas 4:4
“Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.”

¡Qué bueno es poder vivir en un mundo libre de robos y, en general, de toda criminalidad!
Pero sólo Cristo puede solucionar de raíz tal problema social.

Al ladrón no le gusta trabajar, como dije anteriormente, pero hace de lo robado su fuente de ingresos, ya que vende lo que robó en casas de empeño, en lotes de carros viejos, en auto partes, a otros particulares, etc.

El apóstol Pablo dejó muy en claro lo referente a no querer trabajar:

2 de Tesalonicenses 3:10
“Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.”

Hay un refrán popular, que dice: “el hambre es canija, más para el que se la aguanta”. Pero el ladrón, aunque tenga hambre, debe esforzarse más bien por buscar un trabajo honesto, que estar planeando nuevos robos. Debe usar la buena capacidad mental y física que posee para un trabajo honesto.

Trabajo, hay. Pero es necesario salir a buscarlo, Él no va a llegar a nosotros, caído del cielo.

Hay que orar al Señor Todopoderoso con toda nuestra fe puesta en que Él habrá de responder nuestra oración, y salir en el Nombre de Jesús a buscar trabajo.
Filipenses 4:8
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”

Hebreos 12:1-2
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”

Por lo tanto, olvidémonos de robarnos unos a otros y seamos honestos unos para con los otros.
Isaías 55:6-7
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.”

Aun es tiempo de arrepentirse de tan grave pecado; quien robe, deje de hacerlo, arrepiéntase de sus pecados y entregue su vida a Cristo.

Solamente obedeciendo a Dios se puede estar seguro de que no tendrá problemas con Él, ni con las autoridades terrenales tampoco.


Dios les bendiga.

viernes, 22 de agosto de 2014

"¿Cómo debe ser un noviazgo cristiano?"

“¿Cómo debe ser un noviazgo cristiano?”
Por. Rafael Carrasco.

Este estudio está hecho en base a la experiencia del pastor Calvin George, de la Iglesia Bautista en la ciudad de La Plata, Argentina.
Su experiencia la aplicó tanto en la Biblia como en observaciones propias de jóvenes solteros cristianos que se han hecho novios.

Este pastor enseña que el noviazgo cristiano debe incluir una abstinencia total de contacto físico entre las personas que son novios. En otras palabras, los novios deben evitar: tomarse de la mano, abrazarse, acariciarse y besarse.

Otro dato importante, es que los novios nunca deben estar solos, para no dar oportunidad al diablo de que los tiente y vayan a caer en el pecado de fornicación. Ellos deben ser pacientes en que todo el tiempo de su noviazgo anden con chaperón.

También, este pastor enseña que los novios cristianos que de verdad se aman, aparte de abstenerse de todo contacto físico, preferentemente, ,mientras ellos estudian, sean amigos, y se pongan de novios una vez que hayan terminado sus estudios, para entonces dejar madurar su noviazgo entre 1 y 2 años, y pensar luego en el matrimonio.

En muchos de los casos, el pastor George ha visto a muchas parejas cristianas caer en el pecado de fornicación; se trata de jóvenes que eran fieles en la Iglesia, que parecían tener un profundo deseo de agradar a Dios en todo, pero fallaron.

Estas parejas vinieron luego avergonzados de haber violado lo que Dios mandó acerca del sexo: reservarlo para el matrimonio.
Proverbios 6:27-28
“¿Tomará el hombre fuego en su seno Sin que sus vestidos ardan?
¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen?”

Romanos 13:14
“sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”

1 de Corintios 7:1
“En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;”

Gálatas 5:24
“Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.”

1 de Pedro 2:11
“Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,”

Este pastor también enseña que los novios cristianos que se abstienen de todo contacto físico, están demostrándose, mutuamente, amor verdadero. Y esto porque ambos quieren llegar dignamente al matrimonio, como Dios manda.

Si una pareja de novios empieza por estarse tocando mutuamente, en realidad eso no es amor verdadero, sino un capricho de ambos, simple atracción física, porque no se están respetando, sino que poco a poco se están excitando, hasta llegar a caer en fornicación.
Para los novios que así hacen, les es muy molesto el que tengan chaperón.

La atracción física, por sí sola, no es pecado. Se convierte en pecado cuando a esa atracción física le damos mal uso.

El pastor George recomienda 3 reglas para un noviazgo digno de Dios:

PRIMERA .- Un joven o una señorita cristianos no debe ponerse de novio con alguien que no siga al Señor.
2 de Corintios 6:14-16
“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.”

SEGUNDA.- Buscar personas “bonitas en lo interior”, no en lo exterior. La belleza exterior es pasajera, se acaba con la vejez, mientras que lo noble se refinará con el paso de los años.

TERCERA.- No acelerar el deseo de casarse.
Proverbios 21:5
“Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.”

Este pasaje no sólo se aplica al trabajo, sino también a la paciencia y a la impaciencia de una persona por hacer las cosas. Un matrimonio acelerado es aquel en el cual al noviazgo previo no se le deja madurar como es debido; la pareja no se conoce bien el uno al otro, y el matrimonio acelerado se convierte entonces en un infierno, que está en un 99.9% condenado al divorcio o, al menos, a que uno de los cónyuges abandone al otro.

La atracción física entre un hombre y una mujer es tan antigua como el mundo mismo, y se originó en la mente de Dios.

Vivimos en un mundo promiscuo. El mensaje de la música moderna, de algunos programas de televisión, de revistas, de películas y de hasta ciertas páginas de Internet, es:
“SI TE SIENTES BIEN, HAZLO”. “TODO EL MUNDO LO ESTÁ HACIENDO”.

El noviazgo debe ser un tiempo para conocerse el uno al otro en un nivel mental, emocional y espiritual, pero sin llegar al nivel físico, enseña este pastor.
Es un tiempo para ser amigos, para aprender a hablar, para compartir ideas, sueños y metas, y para orar juntos.

También es recomendable que los novios cristianos socialicen también con otros jóvenes cristianos y, de ser posible, vayan todos juntos a pasear, a divertirse sanamente.

El pastor George enseña también que el sexo dentro del matrimonio es bello y maravilloso, pero fuera de ahí destruye vidas.

Cuanto más tengan en común un joven y una señorita cristianos, más posibilidad habrá de que tengan felicidad y armonía en el matrimonio.

Pero alguien preguntará por ahí: ¿Cómo voy a saber quién es la persona que Dios tiene para mí?
Si el cristiano es una persona de oración, puede esperar que el Señor le revele Su voluntad perfecta para la vida de ese cristiano, a través del amor genuino hacia la otra persona, la paz de Dios en su corazón y a través de los consejos de otros cristianos maduros.

Nunca que hay que ponerse de novios si no se está enamorado. Eso será irremediablemente un fracaso total.

En Génesis 2:24, se revela algo muy importante:
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”

Si un joven o una señorita no pueden dejar a sus padres física, emocional, económicamente, o por alguna otra razón, entonces no están listos para casarse.

Para casarse, es necesaria la madurez de parte de ambas personas.

Hay una similitud entre capricho y amor verdadero, lo cual confunde a los jóvenes y se casan prematuramente.
Para saber si lo que una persona siente por otra es capricho o amor verdadero, hay 10 indicios que el pastor George nos muestra con los cuales calificar su relación:

1 .- Si uno está encaprichado, el mayor interés de uno es la apariencia física de la otra persona, y el contacto físico: son pocos los factores que a uno le atraerán de la otra persona.
      Si uno está enamorado, tendrá interés en la persona total de él o ella (exterior e interiormente), y habrá muchas cualidades que a uno le atraerán de la otra persona.

2 .-El capricho tiende a empezar muy rápido.
     El enamoramiento usualmente empieza despacio.

3 .-Cuando es capricho, el interés de uno en la otra persona será fluctuante.
     En el amor genuino, la relación es más constante, y va en ascenso.

4 .-El capricho tiene un efecto destructivo sobre la personalidad de uno: lo hace menos cumplido en el trabajo o en las tareas escolares.
     El amor tiene un efecto constructivo en la personalidad de uno: le da a uno nueva energía, interés en la vida, autoconfianza y seguridad.

5 .-Cuando uno está encaprichado, casi todo el mundo de uno gira alrededor de la otra persona: tiende uno a perder interés en la familia propia, y también en amigos y en cosas que antes a uno le gustaban.
     Cuando es amor real, el mundo de uno “se expande” para incluir a la otra persona: aunque él o ella llena los pensamientos de uno, uno no abandona sus otras relaciones (familiares y de amigos).
El mundo de uno es ya más grande.

6 .-El capricho es ciego; ve únicamente lo que quiere ver.
     Si uno está enamorado, reconocerá las fallas de la otra persona pero sin embargo la amará.

7 .-Si es sólo capricho, la relación se morirá si hay una separación por algún tiempo.
     Cuando es amor, puede sobrevivir una separación y aun crecer más fuerte.

8 .-Cuando es sólo capricho, los conflictos matarán la relación, pues éstos son más frecuentes y más intensos.
     El amor puede sobrevivir a los conflictos y llegarán a ser menos frecuentes y menos intensos.

9 .-Si uno está encaprichado, la relación de uno será mayormente egoísta: uno piensa en lo que él o ella puede hacer por uno. En sí, es una relación de “recibir” solamente.
     Si uno está enamorado, uno piensa aun más en la otra persona y en su felicidad, que en uno mismo. Es una relación de “dar”.

10.-Si es capricho, los celos son frecuentes e intensos a causa de la inseguridad.
      Si es amor, habrá menos celos. Es natural que haya algo de celos en cada uno de nosotros, pero el amor provoca confianza y seguridad.

Por todo ello, un buen consejo es: cuando hay duda, es mejor esperar.

Tome bastante tiempo y observe qué sucede con su relación de noviazgo.

Es necesario “apagar” el fuego de la tentación, con el Fuego del Espíritu Santo.
1 de Juan 4:4
“Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.”

Dedíquese, pues, a la oración y a la palabra de Dios, y sea lleno del Espíritu Santo.


Dios les bendiga.

jueves, 21 de agosto de 2014

"Es necesaria la unión familiar en cada hogar."

“Es necesaria la unión familiar en cada hogar.”

Por: Rafael Carrasco.

En todo tiempo, la unión familiar se ha hecho indispensable en cada hogar.
Desde que se cuidó ese importante detalle, nuestra sociedad ha estado “patas para arriba”, pues en la desunión familiar hay desinterés de parte de sus miembros, en especial, de los padres hacia los hijos, de inculcarles los grandes valores de la palabra de Dios.

Jesús finaliza su Sermón del Monte con una parábola en la cual participan 2 personas que construyen, cada uno, su casa.
Esta “casa”, viene siendo sobre quién ponemos nuestra fe.

Mateo 7:24-29
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;
porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.”

Otro punto importante del anterior pasaje bíblico, es el siguiente:

El hombre que construyó su casa sobre la roca, es el hombre prudente que puso empeño y esfuerzo en sustentar su casa sobre bases sólidas.
Claro está que el trasfondo de esta enseñanza, es meramente espiritual, pues la Roca es Cristo: es decir, que el hombre prudente pone su fe sobre Cristo.
En cambio, el hombre que construyó su casa sobre la arena, es el hombre imprudente y necio que buscó el camino fácil de “las apariencias”, pensando que los fundamentos no eran importantes para su existencia, mientras que su meta era alcanzar “lo aparente”.

Este ejemplo del hombre imprudente y necio, encaja muy bien en el pensamiento actual de los integrantes de muchas familias: se ven invadidas por “la exaltación de la apariencia de la imagen que proclama la sociedad actual”.
En la construcción de una familia cristiana vigorosa, es fundamental “la aceptación de la autoridad de la palabra de Dios”.

En contraste, la aprobación del pensamiento mayoritario es un elemento determinante en la calificación de cualquier conducta individual y familiar. El hecho de que “la mayoría” avale o no una decisión, se convierte en un veredicto inapelable para encontrar apoyo, y justificativo ante cualquier pensamiento o acción.

Asimismo, la proposición de que: “todo está permitido”, “nada es malo o bueno en sí mismo”, enmarcado dentro de la utilidad propia, ha sido tristemente adoptado por una gran cantidad de familias, y eso se contrapone a la palabra de Dios.

En todo el capítulo 6 de Deuteronomio, encontramos a un Dios “absoluto”, y la necesidad de las familias de transmitir y vivir sobre la base de la palabra de Dios.
Este Dios, aparte de ser absoluto, también “es excluyente”; es decir, Él reclama exclusividad a Sus seguidores.
Éxodo 20:3
“No tendrás dioses ajenos delante de mí.”

Nuestro Dios excluye en definitiva a otros dioses  que la gente quiera anteponer ante el Único y Verdadero Dios de la Biblia.

Para el hombre y la mujer actuales, no hay inconveniente en creer “en uno o en varios dioses”.
Dicha práctica, promueve la ausencia de los grandes valores de la palabra de Dios, tales como: amor genuino, fidelidad, perdón, paciencia, etc.

Los “dioses” que mucha gente adora, no hacen demanda moral alguna, y simplemente están al servicio utilitario de quien los quiera invocar, y “los haga actuar” con la fuerza y el mérito de su propia fe.

Por lo tanto, resulta obligatorio de que cada familia “abrace la Biblia” y encuentre en Ella la fe en un solo Dios, que es galardonador de los que Le buscan, y da a Sus seguidores leyes eternas y que no cambian para que, siguiéndolas, alcancen la plenitud de su existencia individual y familiar. Sólo una familia que así hace, permanecerá firme ante los problemas, pruebas y angustias de la vida actual.

Hebreos 11:6
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”

Los padres de familia cristianos deben dar un “marco de contención” que ofrezca a sus hijos principios de aceptación basados en el amor incondicional inspirado en la Persona de Dios. La familia debe esforzarse en guardar su identidad particular, esto es, no imitar a otras familias.

En la Biblia, podemos ver cómo aun los adversarios de Jesús Lo reconocían como quien “no se basa en las apariencias y la imagen exterior de las personas.
Mateo 22:16
“Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres.”

La mercadotecnia se encarga de “crear la necesidad obligatoria de comprar cosas”. En otras palabras, se encarga de EXPLOTAR LA CODICIA DE LA GENTE, generando el deseo de comprar algo sin analizar si realmente se necesita, o no.

En contraste, la palabra de Dios nos enseña que la vida del hombre no se encuentra en los bienes que posee.
Lucas 12:15
“Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.”

También nos enseña la palabra de Dios que el amor al dinero hace “tambalear la fe” del idólatra del dinero, y le produce efectos dolorosos.
1 de Timoteo 6:10
“porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”

Si tenemos costumbres cristianas fuertes en la familia, podemos enfrentar al materialismo de manera que nuestra costumbre familiar se base en “una vida de fe genuina en Dios”.

Es también importante que en una familia se enseñen a los hijos valores de solidaridad hacia fuera; esto es, ayudar a otros en sus necesidades. Para aprender eso, cada familia debe practicar la solidaridad bajo su propio techo, antes de actuar hacia otras personas.

Debe la familia aprender que el uso del dinero también debe tener un criterio solidario: debe contribuir al crecimiento de toda la familia, y no ser usado de una manera egoísta, o basado en principios de poder y dominio.
La solidaridad familiar toma una dimensión importantísima en momentos de enfermedad, dolor, o dificultad de uno de sus integrantes.

La instrucción bíblica temprana de los hijos, les dará herramientas para que, en su vida adulta, no se aparten del camino de la vida trascendente.
Proverbios 22:6
“Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”

Sin embargo, en la actualidad muchos padres de familia, para “no ser considerados autoritarios por sus hijos, abandonan su responsabilidad como tales, de enseñar a sus hijos los grandes valores bíblicos, y los sustituyen por complacer a sus hijos en todo lo que ellos quieren.

Esto demuestra la carencia de valores que esos padres tienen.

Hay otro dato importante aquí: lo que esos padres de familia están haciendo, es “crear en los hijos confusión” en los conceptos de autoridad y roles familiares.

Mucho de la apertura comunicativa de los hijos hacia sus padres, depende en gran manera del aprovechamiento de los momentos de dedicarles los padres a sus hijos el tiempo necesario desde muy temprana edad. Es una excelente oportunidad de ayudar a los hijos a buscar la solución y el consejo de Dios para las circunstancias de su vida.

Otro elemento importante en la formación de los hijos es la disciplina.
La disciplina es la demostración de amor de los padres hacia sus hijos.
Los hijos deben sentirse amados en y por la disciplina de sus padres.
Proverbios 29:15
“La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.”

Los padres deben poner muy especial cuidado en no lastimar, ni física ni emocionalmente, a sus hijos. Los padres deben ejercer la disciplina asegurándose de que los hijos entiendan las causas de por qué se les disciplinó.
Los padres deben castigar a sus hijos dentro del marco de amor y dominio propio.
Los padres deben comunicar a sus hijos disciplinados que su amor por ellos no cambia; finalmente, la disciplina debe completarse con la iniciativa paterno-materna de la reconciliación.
Con una actitud así de los padres, los hijos disciplinados serán invitados a una actitud de arrepentimiento, lo que dará a los padres la oportunidad de corresponderles a sus hijos disciplinados con expresiones genuinas y claras de perdón.

Los padres, como modelo de sus hijos, deben buscar siempre la concordancia de lo que dicen con lo que hacen.

El principio bíblico de honrar a los padres, no se debe abandonar ni aun casándose los hijos y formar su propia familia.
Éxodo 20:12
“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.”

Proverbios 23:22
“Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.”

Honrar a los padres es sentir hacia ellos amor, respeto y provisión, aunque ellos hayan sido injustos con sus hijos, cuando los hijos aún dependían de ellos.

Nos ha tocado vivir en una época muy difícil, pero lo que podemos y debemos hacer es decidir qué rumbo le daremos a nuestra vida y a la de nuestra familia.

Dios les bendiga.


miércoles, 20 de agosto de 2014

"¿Qué dice la Biblia de exhortar a otros?"

“¿Qué dice la Biblia de exhortar a otros?”
Por: Rafael Carrasco.

Cada día que pasa se hace más urgente que tanto la Iglesia como el mundo sepan que necesitan, hoy más que nunca, de la Palabra de Dios.

En el tiempo de la Iglesia primitiva, los apóstoles se dieron cuentan de que necesitaban tiempo para dedicarse al ministerio de la Palabra. Para ello, nombraron a 7 varones de buen testimonio que atendieran las necesidades materiales de la Iglesia. A ellos se les llamó diáconos.
Hoy en día, son muchos los líderes que “se sumergen tanto en otras actividades” que descuidan peligrosamente el llamado divino de ministrar la Palabra.

En tiempos pasados, era común que sólo el predicador expusiera o ministrara la Palabra: leía una porción de las Escrituras, y luego la exponía o ministraba al pueblo de Dios, que es la Iglesia.
Este método nos prepara y nos enseña con verdades espirituales tomadas de la Biblia, y las podemos aplicar a nuestra vida.

Actualmente, se expone muy poco la Palabra de Dios: muchos predicadores pasan trayendo en sus sermones anécdotas, cuentos e historias que, aunque a veces traen buenas enseñanzas morales, en realidad nada tienen que ver con la Biblia.
Romanos 10:17
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”

De manera que si lo que predicamos no es la Palabra de Dios, no podremos esperar que las personas reciban la fe en Dios, que es tan importante para la salvación del alma.

A muchas personas no les interesa mucho oír el mensaje de la Palabra de Dios; les aburre y les cansa. Por ello, muchos predicadores han buscado formas de “ajustar su mensaje al oído de los oyentes”, cosa que va en contra de la Biblia.
Dios quiere que Su Palabra se predique tal y como es: sin maquillaje; sea o no del gusto de los oyentes, porque si el predicador tiende a “mimar a la Iglesia”, se está metiendo en problemas serios con Dios, al Desobedecerle.

Además, si la fe es tan importante, y viene por oír la Palabra de Dios, esos muchos predicadores “están haciendo un grave daño a la Iglesia y al mundo entero”, al no exponer correctamente la Palabra de Dios.

Hay personas que “creen que con leer la biblia es suficiente”, pero en realidad hace falta algo más: recibir a Cristo en su vida.
A las personas que se conforman con sólo leer la Biblia, se les ha engañado en el sentido de que “busquen la mediación de María para llegar a Cristo y a Dios”. Ese es un grave error que necesita ser corregido ya.
1 de Timoteo 2:5 nos enseña:
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,”

No queremos con esto enseñar religión, ni exigir a la gente que cambie de religión. Lo que se quiere mostrar aquí es la verdad de la Palabra de Dios, y hacer saber a la Iglesia y al mundo que Cristo “no es una religión”, sino una relación espiritual con Dios.

De manera que usted puede llegar directamente a Cristo, sin la mediación de María la virgen, e invitarlo a ser su Señor.
Cristo, al aceptarle a usted por hijo o hija, se convierte en nuestro Abogado ante Dios el Padre.
1 de Juan 2:1
“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.”

Auxiliándonos en 2 de Timoteo 3:15-17, vamos a ver que la Biblia es “aliento de Dios”, y que contiene todo lo que necesitamos para tener vidas perfectas ante Dios y con los hombres.
“y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

En este pasaje, hallamos los siguientes elementos:
Salvación. (versículo 15)
Nos enseña, nuestra disciplina (nos redarguye), nuestro proceder (nos corrige), nuestro comportamiento con los demás (nos instruye en justicia). (versículo 16)
Nuestro ministerio (nos prepara para toda buena obra). (versículo 17)

Ahora bien, ¿Cuáles son las cosas importantes de de la vida?

1 .- ¿Cómo ser salvo? La biblia nos enseña que Cristo es el centro de Ella, y sólo por fe en Él somos salvos.

2 .-¿Cómo manejo mis finanzas? La Biblia nos enseña cómo hacerlo.

3 .-¿Con quién me casaré? La biblia nos enseña con qué clase de persona debemos hacerlo: alguien con propósitos puros, los cuales glorifiquen a Dios.

4 .-¿Puedo hacer todo lo que yo quiera? La Biblia nos enseña que todo nos es lícito, pero no todo nos conviene hacer. Esto es: aplicar adecuadamente el libre albedrío que Dios nos dio.

5 .-Cómo sé qué casa comprar? La Biblia nos enseña que compremos una casa que podamos pagar.

6 .-¿A qué País, Estado o Ciudad me mudaré? La Biblia nos enseña que al lugar donde pueda uno darle gloria a Dios con más libertad, y ser de mayor bendición a la Obra.

La lista es larga pero, para todo, la Biblia tiene respuestas.

El periódico de ayer no sirve para hoy, pero la Biblia nunca pasa de moda.
Hebreos 2:1
“Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.”
Lucas 21:33
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”

Si fracasamos en algún área de nuestra vida, es porque no atendemos a las cosas que debemos atender.
Por eso es muy importante escuchar la exposición de la Palabra de Dios, pues es mandamiento de Dios para Su pueblo.

Hoy, más que nunca, debemos escudriñar las Escrituras. En Ellas y por Ellas podremos ser victoriosos en nuestra vida.
Juan 5:39
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;”

Oseas 4:6
“Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.”

De manera que no nos olvidemos de Dios, para que Él no se olvide de nosotros.
Mateo 7:23
“Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.”


Mateo 25:41
“Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.”

La Biblia nos da conocimiento de Dios, porque Ella es:

Luz. (Salmos 119:105)
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.”

Fuego. (Jeremías 5:14)
“Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos: Porque dijeron esta palabra, he aquí yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá.”

Martillo. (Jeremías 23:29)
¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?

Semilla. (Lucas 8:11)
“Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.”

Vida. (Juan 6:63)
“El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

Poder. (Hechos 20:32)
“Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.”

Espada. (Hebreos 4:12)
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Carne. (Hebreos 5:12-14)
“Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;
pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”


Espejo. (Santiago 1:23-25)
“Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.”

Leche. (1 de Pedro 2:2)
“desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,”

¿Qué hacer con la Palabra de Dios?

  1. Comerla espiritualmente, para crecimiento espiritual.
Jeremías 15:6
“Tú me dejaste, dice Jehová; te volviste atrás; por tanto, yo extenderé sobre ti mi mano y te destruiré; estoy cansado de arrepentirme.”

  1. Leerla diariamente para beneficio personal.

  1. Cuestionarla:

¿Qué porción de la lectura sobresale para mí?
¿Por qué esta porción ha llamado mi atención?
¿Hay algún ejemplo que debo seguir?
¿Hay algún error que debo evitar?
¿Hay algo que debo hacer?
¿Hay alguna promesa que debo reclamar?
¿Hay algún pecado que debo confesar?

  1. Meditarla para ponerla en práctica.
Josué 1:8
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”

  1. Planearla, haciéndola parte de nuestro plan diario.

  1. Orar para recibir entendimiento al Estudiarla.

  1. Compartirla con otros para que reciban bendición y salud espiritual.

  1. Vivirla, de manera que transforme nuestro proceder, y refleje a Cristo en nuestra vida.

Si nos guiamos por la Palabra de Dios, si somos alumbrados por la Palabra de Dios, nunca andaremos en tinieblas espirituales.

Si atendemos a los consejos de la Palabra de Dios, nunca caeremos en pecado.

Dios les bendiga.




lunes, 18 de agosto de 2014

"La mayordomía bíblica."

“La mayordomía bíblica.”
Por. Rafael Carrasco

La mayordomía bíblica consiste en la planeación, la administración o el cuidado de lo que Dios nos ha dado y, al mismo tiempo, Él ha establecido en Su palabra.

Es un tema de un impacto muy fuerte en todos los aspectos de la vida: por ejemplo, más del 80% de las parejas que se divorcian , han señalado los problemas financieros como una de las causas de su divorcio.

Antes de continuar, aquí cabe hacer la aclaración en 2 puntos:

a)    Dios no tiene algo en contra de los ricos ni de sus riquezas, siempre y cuando los ricos no hayan hecho un ídolo de ellas; en otras palabras, amara más sus riquezas que a Dios.
El dinero no es la raíz de todos los males; lo que sí es eso es el amor al dinero. Esto quiere decir que Dios no condena el que tengamos ahorros en un Banco o en nuestro bolsillo, pero sí el que el dinero lo tengamos en nuestro corazón, amándolo.
1 de Timoteo 6:10
“porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”
    
b)    Jesús nunca fue pobre.- Desde niño, Él recibió riquezas.
2 de Corintios 8:9
“Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.”

Mateo 2:11
         “Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.”

      
Como bien hemos visto, Jesús no padeció necesidad como Dios, pero sí quiso padecer necesidad como humano, para que nosotros fuésemos ricos en bendiciones Suyas, dándonos ejemplo de humildad espiritual y fe en Dios el Padre.
Juan 14:13
“Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”

En resumen, Jesús usó Su riqueza para lo que debía hacerlo; Él no malgastaba ni derrochaba.

Vamos a ver cómo a partir de 13 principios, podemos ser mayordomos o administradores de Dios:

1 .-Rinda su vida entera a Cristo, por fe en Él.

2 .-Entregue la propiedad de sus posesiones a Dios de todo corazón.  
     Dios no nos obligará a cumplir Su voluntad; simplemente Él
     Esperará que nosotros lo hagamos por nuestra propia voluntad.
     Salmos 8:6-8
     “Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:
Ovejas y bueyes, todo ello, Y asimismo las bestias del campo,
Las aves de los cielos y los peces del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar.”

Ahora bien, ¿dónde comienza tal mayordomía? En nuestro propio ser.
1 de Corintios 6:19-20
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”

Vamos a analizar un poco más los elementos de nuestro ser:
El cuerpo.- Siendo él templo del Espíritu Santo, debemos conservarlo bien alimentado y saludable, además de vestirlo sencillamente y con decencia.

El alma.- Sabemos que en ella se concentran la mente, las emociones y la voluntad. Como la mente es una de las partes que están dentro del alma, debemos llenarla con la Palabra de Dios. No desperdiciemos el tiempo llenándola con otras cosas que no son provechosas.

El espíritu.- Es la parte más importante de nuestro ser, pues es ella la que siempre está en contacto con Dios. Es el soplo de vida que Dios nos infundió, como lo hizo con Adán cuando lo creó.
Génesis 2:7
“Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”

3 .- Libérese de las deudas.- Es básico salir de ellas. Hay unas serie
      de cosas que nos pueden ayudar a hacerlo:

Haga un presupuesto, y no lo viole. Si le es posible, enliste sus gastos
Los caprichos personales, que no son una necesidad urgente, debe uno complacerlos con fondos excedentes, después de haber liquidado
todas las deudas.
Según el plan de Dios, no está mal complacer nuestros caprichos, pero debemos tener control sobre la complacencia que a ellos hacemos.

Identifique cuáles son los caprichos esenciales para la vida.- Una persona endeudada no debe hacer gastos que no sean esenciales para su vida, por ejemplo: es mejor que usted aprenda a reparar cosas que se averíen en el hogar, a tener que gastar en un especialista. Desarrollemos una actitud de conservación y aprovechamiento, y ponerla en práctica cuando se requiera.

Piense antes de gastar.- dígase a sí mismo: “¿Esto es una necesidad, un gusto o un capricho? ¿Es costoso el mantenimiento de lo que quiero comprar, o de lo que estoy comprando?”

Deje de comprar a crédito.- Hay que tener mucho cuidado con las tarjetas de crédito, y con el fiado en la tienda de la esquina.
Procure hacer compras, lo más posible, con efectivo, para no tener que usar la tarjeta de crédito.

Planee el pago de la cuota por lo firmado, o si no la usa, por el derecho de portar una tarjeta de crédito.

Aprenda a ahorrar.- Empiece a ahorrar una pequeña cantidad de dinero en forma regular, si es posible. Su ahorro puede ayudarle a salir de algunos imprevistos.
Proverbios 21:20
“Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; Mas el hombre insensato todo lo disipa.”

Aprenda a dar, y dé. La única motivación para ello es el amor.
2 Corintios 9:7
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.”

¿A quién o a quiénes dar?
1 .- A Dios.
2 .- A su pastor.
      Gálatas 6:6
      “El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa
      buena al que lo instruye.”

3 .- A sus hermanos en la fe y su familia.
      Gálatas 6:9
      “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo
      segaremos, si no desmayamos.”

4 .- Al extranjero, a la viuda y al huérfano.
      Deuteronomio 26:12
      “Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el
      año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al
      extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas,
      y se saciarán.”

5 .- A los pobres.
      Proverbios 19:17
      “A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo
      volverá a pagar.”

Aceptemos la provisión de Dios.- Para disfrutar de paz en el área financiera, debemos aceptar la provisión de Dios para dirigir nuestra vida.
No olvidemos que la voluntad de Dios se puede llevar a cabo a través de la falta de fondos, o sea que cada cristiano debe aprender a vivir con lo que Dios le da, resistiendo los deseos de obtener más riqueza y bienes materiales, de manera deshonesta.
Filipenses 4:11-13
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

Desarrolle una conciencia limpia.- Incluya en esto, las prácticas comerciales y los negocios propios. Puede que esto incluya restitución y cambio de actitud.
Lucas 19:2-8
Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,
procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.
Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.
Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.
Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.
Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.”
Hebreos 12:14
“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”

Ponga a otros en primer lugar.- Esto no significa que usted se deje pisotear de otros, sino que usted no debe obtener ganancias robando a los demás. Trate a los demás como usted quiere ser tratado.
Mateo 7:12
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”

Administre su tiempo.- Si usted pierde algo material, puede recuperarlo; pero si desperdicia el tiempo, usted lo hace para siempre. En otras palabras, no lo recupera ya más.
El tiempo es su mejor recurso. Seamos los cristianos personas de prioridades.
Salmos 91:14-16
“Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.
Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.”

Prioridades que los cristianos debemos tener:
a)    Nuestra relación con Dios.
b)    La familia.- Enseñarles la Palabra de Dios a los demás
                      miembros de la familia, y orar juntos.
c)    El trabajo.
d)    Su Iglesia, su grupo social, sus vecinos, su diversión, etc.

No confíe en las riquezas, ni trate de obtenerlas rápidamente.- Si usted no es rico, no se apresure a obtenerlas velozmente.
La cultura de nuestra sociedad ha impuesto la cultura contraria a la Palabra de Dios, pero Dios dice lo contrario.
Proverbios 11:28
“El que confía en sus riquezas caerá; Mas los justos reverdecerán como ramas.”

Proverbios 23:4-5
“No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste.
¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo.”

Proverbios 21:5
“Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia; Mas todo el que se apresura alocadamente, de cierto va a la pobreza.”

Evite lujos y excesos.- Negarse lujos y confiar sólo en Dios para todo en su vida, es el camino a la prosperidad.
1 de Pedro 3:3-4
“Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,
sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”

Busque el consejo profesional cristiano.- Cuando tenga dudas, busque a alguien que pueda ayudarle, aconsejarle, enseñarle sobre algún tema, etc., para tomar decisiones acertadas.
Proverbios 15:22
“Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman.”

Sea diligente en todo, y haga todo como para Dios.- Debemos confiar de todo corazón en Dios, pero sin dejar de hacer nuestro trabajo. A Dios le agrada mucho la gente que se esfuerza para lograr sus metas.
También implica no salir aval por otro.
Proverbios 10:4
“La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece.”

Proverbios 22:26
“No seas de aquellos que se comprometen, Ni de los que salen por fiadores de deudas.”

Siempre oiga la voz apacible de nuestro espíritu, y la voz autoritaria del Espíritu Santo.- Cualquiera que sea la decisión que usted tome, espero a oír primero el consejo de nuestro Dios.
¿Cómo se logra esto? Orando, pidiéndole a Dios consejos específicos y guardando la calma hasta oír nuestra conciencia o la voz autoritaria del Espíritu Santo en nuestro interior.
Proverbios 20:27
“Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, La cual escudriña lo más profundo del corazón.”

Gálatas 5:25
“Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.”

El varón es el proveedor de su familia.- Trabaje todo lo que pueda, gane todo lo que pueda y dé todo lo que pueda.
Si su esposa trabaja también, hagan ambos una bolsa común, proveyendo para los gastos necesarios del hogar, incluyendo la provisión para deudas, desde luego, después de haber descontado del total de ingresos, lo que ambos van a ofrendar en la Iglesia.


1 de Timoteo 5:7-8
“Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles;
porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.”

3 de Juan 2
“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”

Pidámosle a Dios sabiduría para saber administrar nuestro dinero, pues Dios quiere que tengamos éxito y libertad financiera.

A nosotros nos corresponde andar en obediencia a Dios, y reclamar por fe lo que ya está decretado en los cielos, y dando pasos efectivos y diligentes para ver nuestra libertad financiera aquí en la Tierra.
Isaías 1:18-19
“Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;”

No nos queda más que saber cuál es el propósito de la prosperidad: ayudar a otros que no tienen suficiente dinero, compartir con otros en sus necesidades materiales, pero también en sus necesidades espirituales.

Proverbios 3:28
“No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, Y mañana te daré, Cuando tienes contigo qué darle.”

El pueblo de Dios debe prosperar para cumplir la gran comisión.
Mateo 28:19
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”

Si usted no puede ir ahora y hacer discípulos, dé a otro para que vaya.
2 de Corintios 9:8-11
“Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre.
Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,
para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.”

Este pasaje quiere decir que Dios suple de medios económicos y de sabiduría a aquellos cristianos que van y hacen discípulos, cumpliendo así la gran comisión.


Dios les bendiga.

jueves, 14 de agosto de 2014

"¿Por qué hemos de ser autosuficientes?"

“¿Por qué hemos de ser autosuficientes?”

Por: Rafael Carrasco

Es bien sabido que, desde hace mucho tiempo, han existido personas que “se creen autosuficientes”; es decir, según ellos, no necesitan de alguien más para resolver sus problemas y, en los casos más extremos, ni aún de Dios.

Esta forma de ser de algunas personas huele a “ateísmo” y a “soberbia diabólica” pues, como sabemos, el diablo es soberbio, contrario a Jesús, que es manso y humilde de corazón.
Mateo 11:29
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;”

Si la gente que es autosuficiente reconociera que su autosuficiencia “está destruyendo a esa gente en pedazos”, entonces ello implicaría el reto de reconocer y desnudar tal problema, dejando de lado el orgullo y sabiendo que, al lavar su corazón en la Sangre de Cristo, esa Sangre aliviará su alma de todas sus cargas espirituales.

Veamos un ejemplo clásico de autosuficiencia: El leproso Naamán cuya historia se relata en 2 de Reyes 5:1-27

Naamán representa a aquel ser humano que pone toda su confianza en sus títulos, en sus logros, en el concepto que tiene de sí mismo; es decir, el ser humano que se apropia de las victorias que Dios le ha otorgado por gracia, y las sustituye erróneamente por obras propias.
Naamán tenía un concepto tan alto de sí mismo, que las personas que le rodeaban vivían para halagarlo sólo a él. Como lo tristemente lo hacen muchas personas, hacen las cosas para sí mismos, para su propia gloria, en vez de que sus obras glorifiquen a Dios.

Naamán tenía valor para enfrentar los retos externos, pero por dentro estaba desbaratándose a pedazos, pues era leproso. Como dije hace un momento.

Naamán, cuando supo de la existencia de Eliseo, varón de Dios, consideraba que la sanidad de su cuerpo leproso la lograría gracias a sus propios méritos y, de existir una cura, él utilizaría sus influencias para vanagloriarse de que, gracias a sí mismo, triunfó sobre esa enfermedad.
Sin embargo, Dios le dio una gran lección a Naamán: su esposa sufría a diario la lepra de él, pero Dios, en Su gran misericordia, le envió una muchacha entre la gente que llevó cautiva de Israel, y ella era sierva de la mujer de Naamán, para salvar a un autosuficiente que era esclavo de sí mismo.

Para Naamán, el humillarse no existía en su manera de ser. Él jamás iba a reconocer su debilidad y la fragilidad de su estado de salud que, tarde o temprano, acabaría con su vida.
Naamán de por sí no iba a humillarse a buscar quien lo podía sanar, sino que fue ante su señor, y le dio una carta para llevársela al rey de Israel.
El rey de Israel se espanta al recibir dicha carta, pues él sabía que no era Dios para sanar a un leproso.
Pero notemos que Dios puso estratégicamente al profeta Eliseo para sanar a Naamán de su lepra.

Otro error de Naamán era que tenía una alta estima por la riqueza material, que por la riqueza espiritual.
La riqueza espiritual es altamente bendecida por Dios, no solamente con prosperidad en todos sus aspectos, sino también con salud espiritual, porque Dios es el dueño de toda la plata y de todo el oro que hay en este mundo, así como de la Tierra en su conjunto.
Hageo 2:8
“Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.”
Salmos 24:1
“De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.”

Eliseo demandó que Naamán fuera donde él, para que Naamán se diera cuenta de que había un profeta de Dios en Israel: el profeta del único Dios vivo y verdadero.

Cuando Naamán llego a las puertas de la casa de Eliseo, pensaba que Eliseo saldría a recibirle, haciéndole honores como a un gran señor, pero Eliseo ni siquiera salió a recibirlo, y ello empezó a corroer el orgullo de Naamán.

Lo que hizo Eliseo, fue enviar a Naamán a su siervo Giezi, y dijera a Naamán que fuera al Río Jordán y se zambullera 7 veces en él, y su carne sería restaurada.
Naamán no tuvo más remedio que “tragarse su orgullo” y humillarse a obedecer a Eliseo. Naamán sabía que tendría que ser visto desnudo por la gente que lo acompañaba, y tenía, al mismo tiempo, que aprender a verse y ser visto tal y como él era, entendiendo que ese éxito no provenía de su vanagloria, sino de la gracia de Dios en su vida.

Naamán, naturalmente, como era sumamente orgulloso, se fue enojado de la casa de Eliseo. También, gracias a Dios, sus propios criados que lo acompañaban le dieron a Naamán una gran lección de humildad, cuando sabiamente lo instaron a zambullirse en el Río Jordán, como lo había mandado Eliseo.

Acto seguido, Naamán desciende al río Jordán a zambullirse, y queda sano, de acuerdo a la palabra de Eliseo.

De esta historia, aprendimos una gran lección: las 7 veces que Naamán se zambulló en el Jordán, son siete tiempos que Dios usa para que una persona incrédula cambie y se transforme.
Algunas personas aguantan hasta 2 tiempos, pero al tercer tiempo ya están escapando de la corrección de Dios, y no falta quien busque ser sanado por su propia voluntad, cuando es Dios quien dispone lo que es mejor para esa persona.

El Naamán que salió del Jordán ya no era el mismo: De no haberse zambullido esas 7 veces que le mandó Eliseo, él mismo se habría aniquilado no solamente por su lepra física, sino también por su lepra espiritual.

Naamán se sentía feliz por haber sido sanado por Dios, pues reconoció que Él lo había sanado, y decidió que no sacrificaría holocausto ni ofrecería sacrificio a otros dioses, sino a Jehová.
Resulta entonces evidente que Naamán reconoció la grandeza de Jehová.

Ahora bien, la ceguera de vanidad de Giezi, siervo de Eliseo, por codiciar los regalos que Naamán había ofrecido a Eliseo como recompensa por haber sido sanado de su lepra, fueron causa de su desgracia: Giezi y su descendencia quedaron leprosos para siempre.

Para terminar: Sea uno quien sea, debe auto examinarse, para saber si estamos comportándonos como un hijo de Dios, o si nuestra posición de vanagloria nos está cegando espiritualmente. La Biblia es muy clara también en este aspecto.

Hebreos 12:5-8
“y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.”


Dios les bendiga.