miércoles, 31 de diciembre de 2014

"¿Cómo podemos los cristianos tener éxito en la guerra espiritual que enfrentamos a diario?"

“¿Cómo podemos los cristianos tener éxito en la guerra espiritual que enfrentamos a diario?”

Por: Rafael Carrasco.

No es de extrañarnos a los cristianos el hecho de enfrentarnos a luchas espirituales a diario, lamentablemente.
Efesios 6:12
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”

Y ahora bien, ¿qué opina usted de enfrentarnos a diario contra seres que no vemos? Antes de yo opinar a esta pregunta, quiero hacer énfasis en que no es mi intención ofender a alguien en particular; de ninguna manera. Yo siento un profundo respeto por mis lectores, y la intención mía es hacer consciencia en cada uno de ellos del asunto que en esta ocasión estoy tratando. Cualquier persona ignorante de la Biblia dijera que es una locura de mi parte el decir que a diario los cristianos nos enfrentamos a seres invisibles. Pero cualquier persona que sepa algo o mucho de la Biblia, se dará cuenta de que estoy diciendo la verdad; la evidencia es el texto que acabo de escribir arriba de este párrafo. Dejo simplemente que la Palabra de Dios hable por sí misma.

Algunas veces, Jesús expulsó demonios de la gente, y en otras ocasiones sanó a la gente, sin mencionar lo demoniaco.
El apóstol Pablo enseñó a los cristianos a librar batallas contra el pecado en ellos mismos.
Romanos 6:1-23
6:1 “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
6:2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
6:7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.
6:8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;
6:9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él.
6:10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.
6:11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
6:12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias;
6:13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
6:15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.
6:16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
6:17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados;
6:18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
6:19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
6:20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.
6:21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

También el apóstol Pablo enseñó a los cristianos a librar batallas contra el maligno (Satanás).
Efesios 6:10-18
6:10 “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
6:11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
6:13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
6:14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
6:15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
6:17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;”

Este pasaje bíblico, nos enseña algunas verdades cruciales:

a)    Sólo podemos estar fuertes en lo espiritual, en el poder del Señor; es decir, si nos escudamos en Su poder y no en nuestras propias fuerzas.
b)    Es la armadura de Dios la que nos protege; no alguna arma forjada.
c)    Nuestra batalla es contra fuerzas espirituales de maldad en el mundo.

Tenemos ejemplos del primer y segundo puntos:

Del primer punto, tenemos al arcángel Miguel, quien reprendió a Satanás, no en su propio poder, sino en el poder de Dios, cuando le dijo: “el Señor te reprenda”.
Apocalipsis 12:7-8
12:7 “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
12:8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.”

Judas1:9
“Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.”

Así como el arcángel Miguel hizo, es ejemplo para nosotros los cristianos el tener un fuerte relación espiritual con Dios, pues sólo en Su Nombre podemos tener autoridad sobre Satanás y sus demonios, querer reprender a Satanás y a sus demonios por nuestra cuenta propia no sirve de nada; eso sólo sirve de hazmerreír a Satanás y a sus demonios.


Marcos 16:17-18
16:17 “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
16:18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.”

Las palabras de este pasaje bíblico son palabras textuales del Señor Jesús.

Sólo a Jesús temen los demonios; a nadie más.
Santiago 2:19
“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.”

Del segundo punto tenemos como ejemplo de la descripción que se nos da de la armadura espiritual que Dios nos da a los cristianos:
Efesios 6:13-18
6:13 “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
6:14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
6:15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
6:17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;”  

Vamos a ver ahora qué representan cada una de las piezas de la armadura de Dios para nosotros los cristianos:

  1. Que debemos hablar la verdad de Dios contra la mentira de Satanás.- Teniendo en cuenta de que fuimos declarados justos  por el sacrificio de Cristo a favor nuestro, debemos proclamar el Evangelio, sin importar cuánta resistencia recibamos. Asimismo, no debemos vacilar en nuestra fe, por más que seamos atacados.

  1. Nuestra defensa principal contra Satanás y sus demonios es la seguridad de que tenemos nuestra salvación, y el hecho de que las fuerzas espirituales de maldad no pueden quitárnosla, nuestra Arma ofensiva está en la Palabra de Dios. Debemos seguir el ejemplo de Jesús, en reconocer que algunas victorias espirituales sólo son posibles a través de la oración. Jesús es nuestro mejor ejemplo contra la guerra espiritual.
  
  1. La mejor manera de combatir a Satanás es la manera que Jesús usó, y fue citando las Escrituras, porque Satanás no puede manejar la Espada del Espíritu Santo, que la Palabra del Dios viviente.

Si una persona no tiene a Cristo en su corazón, y quiere luchar contra Satanás y sus demonios, déjeme decirle que mejor se abstenga de hacerlo, no vaya a ser que le suceda lo que a los hijos de Esceva, en:
Hechos 19:13-16
19:13 “Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo.
19:14 Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto.
19:15 Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?
19:16 Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.”

Lo que esos hombres hicieron, fue reprender a Satanás y sus demonios en su propia fuerza, y no en el poder de Dios.

La tarea de los exorcistas es rogar encarecidamente, invocando espíritus, muy diferente a REPRENDERLOS en el Nombre de Jesús.

Reprender a un espíritu es amonestarlo; es hablarle con autoridad para que haga lo que se le está mandando hacer. Pero no hay que olvidar que se le debe reprender siempre en el Nombre de Jesús.

Por eso fue que los hijos de Esceva fracasaron en su intento de echar fuera demonios: rogaron a los demonios salir sin haber tenido a Cristo en sus corazones. Lo que ellos deberían haber hecho es primeramente haber aceptado a Cristo en su corazón y luego reprender en el Nombre de Jesús a los demonios; entonces hubieran tenido éxito.

Hay que manejar las batallas espirituales tal y como lo manda la Palabra de Dios: la Biblia.

Contestando a la pregunta, título de este estudio, es que debemos encontrar el balance bíblico; y eso sólo se obtiene estudiando la Biblia.

Dios les bendiga.


domingo, 28 de diciembre de 2014

"La importancia de la Medicina en la Biblia."

“La importancia de la Medicina en la Biblia.”
Por: Rafael Carrasco.

Mucha gente no gusta de consultar la Biblia, y hay personas que incluso se enojan cuando se les habla de Ella.
Pues bien, lamentablemente tengo que decir que tales personas tienen una venda espiritual sobre sus ojos también espirituales, la cual no los deja ver el error espiritual por medio del cual han estado fallándole a Dios día tras día.

La Biblia es un libro de vida; de vida espiritual en abundancia. Ningún otro libro o colección literaria tiene una aplicación tan amplia a tantos aspectos de la vida. Sin ser un Libro dedicado a instruirnos sobre las enfermedades físicas, de hecho menciona varias de ellas:

La lepra.
Deuteronomio 24:8
“En cuanto a la plaga de la lepra, ten cuidado de observar diligentemente y hacer según todo lo que os enseñaren los sacerdotes levitas; según yo les he mandado, así cuidaréis de hacer.”

La hidropesía o edema.
Lucas 14:2
“Y he aquí estaba delante de él un hombre hidrópico.”

Ulceras y sarna.
Deuteronomio 28:27
“Jehová te herirá con la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser curado.”

Las enfermedades estomacales.
I de Timoteo 5:23
“Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.”

Podemos darnos cuenta de que la Biblia proporciona información científicamente exacta, y es útil repasarla.

Hay un hecho verdaderamente grande en la Biblia, a juicio mío: que Dios haya sido el primer Médico Cirujano y Anestesiólogo.
Ahora bien, ¿por qué digo esto? Simplemente porque vemos en el libro de Génesis cómo Dios llevó a cabo una operación perfecta de Adán cuando Él decidió formar a Eva de una de las costillas de Adán:
El proceso empezó cuando Dios hizo caer en profundo sueño a Adán (efecto de la anestesia total); acto seguido, tomó una de las costillas de Adán (tuvo que haber hecho una incisión en la carne de Adán para extraer dicha costilla); luego, cerró la carne en su lugar (hizo sutura o cerró la herida, como lo hace normalmente un cirujano).
Pero vamos a ver el texto bíblico para mejor comprensión del hecho.
Génesis 2:18
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”

Génesis 2:21-23
2:21 “Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
2:22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.”

Fíjese nada más, estimado lector, cómo podríamos imaginar tal cuadro: no importando si esa operación fue al aire libre o en algún lugar estéril, siendo Dios el Médico que practicó tal operación, lo hizo en un ambiente completamente libre de bacterias y virus, porque como Dios también es Fuego consumidor, sabemos que el fuego todo lo purifica, y donde Él está, el lugar se purifica.

Malaquías 3:2
“¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.”

Hebreos 12:29
“porque nuestro Dios es fuego consumidor.”

Imaginemos por un momento la precisión con la que el Cirujano Divino hizo esa operación: cerró tan bien la herida que tuvo que haber hecho, que ni siquiera cicatriz dejó sobre la carne de Adán; ni siquiera Adán despertó de ese sueño profundo sintiendo mareos (efecto secundario de la anestesia total), ni dolor. Después de tan exitosa cirugía, Adán anduvo como si nada hubiera sucedido, y disfrutó de la compañía de Eva, quien ahora sería su mujer. En pocas palabras, Adán ni cuenta se dio que le faltaba una de sus costillas en su cuerpo.

La Biblia también enfatiza sobre la prevención de las enfermedades físicas.
Deuteronomio 23:13
“tendrás también entre tus armas una estaca; y cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento;”

¡Qué bien sabía Dios que dejar excremento a la intemperie es un foco de infección terrible, ya que tiene una gran cantidad de bacterias que causan graves enfermedades!
El medio de contaminación más común son las moscas, pues ellas se paran sobre el excremento y contaminan sus patas con él, yéndose luego a parar sobre alimentos o trastos con bebidas.
Las enfermedades más comunes producidas por moscas son: la salmonelosis, la fiebre tifoidea y muchos otros tipos de disenterías.

En todo el capítulo 11 del libro de Levítico, se enfatiza que las enfermedades pueden transmitirse mediante insectos, roedores y agua contaminada.

Lo mismo puede decirse de la cuarentena, la cual se halla en el capítulo 13 del libro de Levítico, para los casos de lepra.

La prohibición bíblica del uso inadecuado de la sangre, contenida en varias partes de la ley de Moisés, ahora resulta tener un buen fundamento médico.
Génesis 9:4
“Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.”

La Medicina intenta reducir al mínimo o eliminar por completo el uso de sangre donada en la diálisis de riñón, en las bombas pulmón-corazón y en las cirugías.
¿Y eso, por qué? Porque las muchas formas de Hepatitis, el Sida, la infección por Citomegalovirus, y miles de enfermedades transmisibles por la sangre, constituyen advertencias siniestras para los sabios mundanos que rechazan las normas divinas.

El ejercicio físico es vital para la buena salud, y la Biblia reconoce sus beneficios. Bastan 20 minutos de él por lo menos 3 veces a la semana para reducir os riesgos de enfermedades del corazón y enfermedades circulatorias (como el colesterol y los triglicéridos). Además, el ejercicio físico mejora el nivel energético y aumenta la flexibilidad y la sensación de bienestar.

Aun con todo lo que conlleva el ejercicio físico, la Biblia lo coloca en un lugar secundario, con respecto a algo más importante: el cultivo de la espiritualidad.
1 de Timoteo 4:8
“porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.”

Las leyes morales de la Biblia son una protección básica contra las enfermedades de trasmisión sexual.

Exodo 20:14
“No cometerás adulterio.”

Gálatas 5:19
“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,”

Hipócrates fue un gran médico griego que vivió en los siglos 5 y 4 antes de Cristo, a quien se le conoció como: “el padre de la Medicina”. Pero unos 1,000 años antes, Moisés había escrito gran parte de lo que la Biblia dice sobre las enfermedades.

La carta de un médico publicada en la revista “Las noticias Ama”, decía lo siguiente:
“Los mejores investigadores médicos que se ocupan ahora de los trabajos más interesantes llegan a la conclusión de que la Biblia es un Libro científico muy exacto.”

La Biblia ha demostrado estar adelantada a Su tiempo en cuestiones médicas, al reconocer la importancia del componente psicosomático (que afecta el alma humana) de algunas enfermedades, mucho antes de que esta idea se aceptara normalmente en la Medicina.
Además, la explicación bíblica del papel de la mente en la manifestación de las enfermedades físicas, sigue siendo un modelo de entendimiento claro.
Proverbios 17:22
“El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos.”

Una actitud positiva puede ayudar.
Proverbios 18:14
“El ánimo del hombre soportará su enfermedad; Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?”

La preocupación es algo negativo y perjudicial para la salud.

El texto anterior significa que la capacidad de una persona para aguantar un cierto grado de enfermedad física podría incrementarse  si buscara el apoyo de su fuerza espiritual.

Los sentimiento psicosomáticos pueden influir en nuestro estado físico pero esto, en sí mismo, no significa que no haya una enfermedad física real.

¿Cómo deberíamos los cristianos ver a los médicos y a la Medicina actuales? Debemos verlos tal como son, pero no sobre un pedestal.


Marcos 5:25-29
5:25 “Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,
5:26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,
5:27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.
5:28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.
5:29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.”

De hecho, sabemos que hubo un médico entre los discípulos de Jesús: Lucas.
Aunque en Colosenses 4:14 se le reconoce como “el médico amado”, no hay duda de que ese calificativo se le atribuyó a sus aptitudes espirituales, más bien que a sus aptitudes médicas.
Colosenses 4:14
“Os saluda Lucas el médico amado, y Demas.”

El privilegio que tuvo Lucas de escribir bajo inspiración divina no se le hubiera otorgado a alguien cuya práctica médica fuera poco ética o contraria a la Biblia.

Las personas que dan consejos sobre la salud, si están mal informados, afrontan aun más una responsabilidad importante cuando aconsejan a alguien sobre su mala salud.
Proverbios 14:15
El simple todo lo cree; Mas el avisado mira bien sus pasos.”

Un cristiano debe tener un punto de vista respetuoso y previsor respecto a la salud, con la meta de usarlo de la mejor manera para la gloria de Dios y para el adelanto de la obra del reino de Dios.

La promesa que se cumplirá bajo este reino, será: “ningún residente dirá: estoy enfermo”.

Isaías 33:20-24
33:20 "Mira a Sion, ciudad de nuestras fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será rota.
33:21 Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave.
33:22 Porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará.
33:23 Tus cuerdas se aflojaron; no afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín.
33:24 No dirá el morador: Estoy enfermo; al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad."


Dios les bendiga.

martes, 16 de diciembre de 2014

"¿Por qué es importante la fe en un creyente?"

“¿Por qué es importante la fe en un creyente?”

Por: Rafael Carrasco.

Al hablar de fe, estamos hablando de un tema decisivo para un creyente.

La fe en un creyente se puede medir, si acaso, por las actitudes que el mismo creyente lleve a cabo. Por ejemplo: si ese creyente va en un carro por una calle de noche, y ese carro de repente se descompone, podemos notar que si ese creyente tiene la suficiente fe en su Dios, Él le ayudará a lidiar con ese problema, ya sea que le dé sabiduría para localizar y reparar el fallo él mismo o que le envíe a algún mecánico a reparar ese carro.

Ahora bien, ¿cómo podría Dios enviarle un mecánico, y todavía en la noche? Bueno, sabemos que para Dios no hay imposibles. Y Él en Su soberanía lo puede llevar a cabo. Después de todo, ¿quién le estorba a Él? Nadie, desde luego.
Lucas 1:37
“porque nada hay imposible para Dios.”

Isaías 43:13
“Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?

Cabe recordar que la soberanía de Dios es la total libertad que Él tiene para hacer lo que Él quiera, como quiera y dondequiera.

Pero vamos a ver ahora el otro lado de la moneda: si ese creyente hubiera dudado en que Dios podría ayudarle a lidiar con el problema del carro descompuesto, es seguro que Dios no escucharía sus oraciones a causa de desagradar a Dios con su dudas. Puede ser que el Señor provoque temporalmente en ese creyente angustia por su incredulidad, pero si ese creyente se arrepiente de corazón ante Dios, Él ciertamente lo escuchará y le proveerá la ayuda que ese creyente necesite. ¿No lo cree usted así?

La palabra “fe” significa creer en alguien o en algo. Proviene de la palabra griega PISTIS, y la forma del verbo PISTEUO significa creer.

La fe implica la confianza en Cristo, así como la entrega de nuestra voluntad a Cristo (dejar que Cristo gobierne nuestra vida) y también la conducta coherente con la entrega de nuestra vida a cristo (humildad de espíritu).

Un ejemplo lindo de fe en Cristo es el de la mujer que sufrió, desde hacía 12 años, de hemorragias. Ella tenía fe en que tan sólo si tocaba el borde del manto de Cristo, quedaría sana de su enfermedad, y así fue.
Mateo 9:20-22
9:20 “Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto;
9:21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.
9:22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.”

En este pasaje, vemos que se usa la palabra “salvar”, misma que puede interpretarse también como “sanar”. Por lo tanto, aquella mujer fue sana desde aquella hora.

En resumen: la fe de esa mujer en Jesús permitió su sanidad.

Hay que poner nuestra confianza en Cristo como el camino a la salvación.
Juan 14:6
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”

Las riquezas materiales que amontonemos en nuestra vida terrenal, la inteligencia, la popularidad, las buenas obras y la obediencia a las leyes terrenales no pueden salvarnos de la condenación en el infierno. SÓLO CRISTO SALVA.
Efesios 2:8-9
2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.”

Es un gran consuelo saber que una persona no tiene que ser perfecta para encontrar el favor de Dios, al tener fe en Jesús. Incluso, hasta el peor de los pecadores puede convertirse en una nueva criatura a través de la fe en Cristo.
2 de Corintios 5:17
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”

Estar en Cristo es haber puesto su confianza en Jesús como medio de salvación espiritual. En otras palabras, es haber aceptado a Cristo como su Salvador personal.

Claro está que Dios no ignora a quien hace buenas obras después de haberle aceptado como Salvador personal. Lo que pasa es que ellas no deben ocupar el primer lugar en nuestra vida.


Mateo 6:33
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

Las “cosas que serán añadidas”, según el pasaje anterior, son todo lo material que necesitemos. Son las bendiciones de Dios para nosotros, por Haberle obedecido.

2 de Timoteo 3:16-17
3:16 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
3:17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

Redargüir, en el anterior pasaje bíblico, significa amonestar, reprender.

Esto quiere decir que las buenas obras están incluidas en vivir en obediencia a Dios, a la vez que la obediencia a Dios forma parte de la voluntad de Dios para el ser humano.
Mateo 7:21
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.”

¿Y cuál es la voluntad de Dios el Padre para el ser humano? La subrayo en el siguiente texto bíblico:
Miqueas 6:8
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”

¿Sabía usted que si aprende a humillarse ante Dios es algo que Él aprecia mucho en usted? No lo dude más y llévelo a la práctica todas las veces que le sea posible hacerlo, con más razón si usted ya aceptó a Cristo como su Salvador personal.

Toda persona, y en especial quien ya aceptó a Cristo como Salvador personal, debe practicar el arrepentimiento a lo largo de su vida.

Arrepentirse es cambiar de actitud hacia el pecado. En otras palabras, es darle la espalda al pecado y hacer la voluntad de Dios.

Para terminar, y en respuesta al título de este estudio, puedo decirle que la fe es importante en un creyente, porque denota el grado de confianza que ese creyente tiene en su Señor.

Dios les bendiga.



domingo, 7 de diciembre de 2014

"El espiritismo contra la Biblia."

“El espiritismo contra la Biblia.”

Por: Rafael Carrasco.

Hay una práctica diabólica que es de mucha usanza alrededor de este mundo. Me estoy refiriendo en esta ocasión al llamado espiritismo.

El espiritismo es la creencia de que las personas “se pueden poner en contacto con los muertos”, a través de una persona llamada médium, con el fin de recibir revelaciones del más allá.

Entre los espiritistas, se da el nombre de “magia blanca”, a la que se usa para “ayudar” a las personas, y de “magia negra”, a la que se emplea para hacerles daño.

El espiritismo, en cuanto a sus orígenes exactos, no es posible dar una fecha exacta. Sin embargo, al hablar de “espiritismo moderno”, nació el 31 de marzo de 1848, en el pueblo de Hydesville, Nueva York, en casa de las hermanas Margaret y Katie Fox, de 15 y 12 años de edad, respectivamente.
En dicha casa, empezaron a escucharse unos golpes por toda la casa, y tales niñas imitaron esos golpes con las palmas de sus manos, diciéndole a la vez “al espanto” que si él lasota, imitara la cantidad de golpes que ellas producían.
Luego, ellas le dijeron al espanto que si él podía decir la cantidad de dedos que ellas estaban señalando.
En respuesta, el espanto dio tantos golpes como dedos habían.
Más tarde, la madre de las niñas Fox preguntó al espanto que si cuántos hijos había en la casa, y él señaló 6, y uno que había fallecido; y aun dio las edades de ellos.

El espanto comunicó que él era una persona que había sido asesinada y enterrada en donde estaba la casa.

Ahora bien, ¿qué nos dice la Biblia acerca de los muertos?

La primera mentira fue dicha por “la serpiente” (Satanás) en Génesis 3:4
“Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;”

La primera mentira de Satanás consistía “la inmortalidad natural del alma”.
Sobre esa gran mentira, Satanás edificó las religiones paganas con sus diversas visiones acerca de la vida en el más allá.

Dios, al respecto, es muy claro.

Ezequiel 18:4
“He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.”

Ezequiel 18:20
“El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.”

Con las anteriores citas bíblicas, queda demostrado que es una gran mentira de Satanás el que el alma sea inmortal.

Creer que era posible comunicarse con los muertos, “era la piedra angular de la idolatría pagana”. Se creía que “los dioses” de los paganos eran los espíritus divinos de héroes desaparecidos.
En sí, la religión de los paganos es un culto a los muertos.

¿Qué nos dice la Biblia de nuestros muertos? Que ellos duermen hasta el día de la resurrección, y están absolutamente inconscientes, e ignoran lo que sucede en la Tierra.
Eclesiastés 9:5
“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.”

El espiritismo se basa en 2 principios:

PRIMERO.- Los que han fallecido “están conscientes” y pueden comunicarse con los vivos, y que no hay muerte, sino una continuación de la vida.
SEGUNDO.- “Hay una esperanza en el más allá”, aun para los peores pecadores.

Ahora bien, si esos “muertos” que se comunican con los vivos en verdad no son muertos, Entonces, ¿quiénes son esos seres?
Son “espíritus engañadores” que asumen la apariencia de los muertos. En otras palabras, son demonios.
Apocalipsis 16:14
“pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.”

Esos demonios son ángeles que siguieron a Satanás en su rebelión contra el gobierno de Dios.
Apocalipsis 12:7-9
12:7 “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;
12:8 pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
12:9 Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.”

Los demonios, tanto como su capitán Satanás, son enemigos de las leyes de Dios, y obran con energía incansable para arrasar a la humanidad fuera de los caminos de la justicia.

Según la Biblia, quienes “se dejan extraviar” por el espiritismo, en realidad se comunican con demonios.

Vamos a ver ahora las características de los demonios:

PRIMERA.- Son espíritus; es decir, no tienen cuerpos.
Efesios 2:1-2
2:1 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
2:2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,”

El príncipe de la potestad del aire es Satanás. En este sentido, la potestad de que aquí se habla es la jurisdicción o control territorial de Satanás. Es evidente que teniendo autoridad o jurisdicción en el aire, se trate de un ser espiritual, porque un ser que es visible, excepto Cristo, no podría tener autoridad sobre el aire, porque no lo puede ver. Entonces, ¿cómo tener control sobre algo que no se ve?

Efesios 6:12
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”

Tener lucha contra carne y sangre es luchar contra alguien que es visible para nosotros. En el caso de la cita anterior, los hijos de Dios estamos luchando contra seres invisibles, aunque a mucha gente le parezca ilógico.

SEGUNDA.- Son muchos en número.
Mateo 12:43-45
12:43 “Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla.
12:44 Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.

12:45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.”

Marcos5:9
“Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.”

Cualquier demonio es llamado espíritu inmundo.

TERCERA.- Son poderosos.
1 de Pedro 5:8
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;”

El león es un animal considerado poderoso, y su rugido lo usa para causar miedo en las posibles presas.

CUARTA.- Son conocedores de Dios.
Efesios 6:12
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”

Recordemos también cómo en el caso del endemoniado gadareno, los demonios inmediatamente identificaron a Jesús como Hijo de Dios. Mateo 8:29
“Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?”

Los demonios clamaron a Jesús, porque pensaban que Jesús ya los iba a enviar por siempre al lago de fuego, de donde no podrán salir más. Por eso ellos hablan de ser atormentados antes de tiempo; es decir, antes de que ocurra la gran batalla entre los ejércitos de Dios y de Satanás.

QUINTA.- Son astutos.
Santiago 2:19
“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.”

SEXTA.- Son mentirosos.
2 de Corintios 11:13-14
11:13 “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.
11:14 Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.”

Juan 8:44
“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.”

SÉPTIMA.- Se les permite vagar y tentar.
Job 1:7
“Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.”

OCTAVA.- Están organizados.
Mateo 12:43-45
12:43 “Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla.
12:44 Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.
12:45 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.”

Juan 10:10
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

Satanás y sus demonios son ladrones, asesinos y destructores. Se organizan muy bien para todo eso. Ladrones, porque roban la paz a las personas; asesinos, porque inducen a la gente que poseen a matar a otros; y destructores, porque pueden llegar incluso a que una persona poseída por ellos se suicide o también que sean causa de que un matrimonio se disuelva, por ejemplo.

Los demonios saben muy bien lo que deben hacer y cómo lo deben hacer. Son comandados por Satanás y por eso se organizan muy bien para lograr su malvado cometido.

En cuanto al espiritismo, en el Antiguo Testamento, Dios fue muy claro al advertirles a los israelitas a no practicar el espiritismo.
Levítico 19:31
“No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios.”

Los encantadores y los adivinos eran personas que se dedicaban al espiritismo en aquel entonces. Hoy en día hay muchas personas que se dedican a tan abominable práctica.

También en el Antiguo Testamento se castigaba duramente a los médiums.
Levítico 20:27
Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos.”

También había castigo divino para quienes consultaban a los encantadores y a los adivinos.
Levítico 20:6
“Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.”

Actualmente, el espiritismo ha asumido diversas formas: en ciertos tipos de música, como el Rock pesado; en ciertas películas, en algunas caricaturas, en juguetes, en libros, etc.

Estimados lectores: Jesús nos invita a que Lo miremos sólo a Él, porque Él es la única Fuente de fortaleza y es Luz verdadera que nos permite distinguir las trampas del enemigo, a fin de que podamos luchar contra ellas.

Santiago 4:7
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”

La mejor manera de vencer al diablo y a sus demonios, es siempre estar en contacto con Dios, y procurando Obedecerle en todo.
Romanos 8:31
“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?


Dios les bendiga.