“La importancia de la Medicina en la Biblia.”
Por:
Rafael Carrasco.
Mucha gente no gusta de consultar la Biblia , y hay personas que
incluso se enojan cuando se les habla de Ella.
Pues bien, lamentablemente tengo que decir
que tales personas tienen una venda espiritual sobre sus ojos también
espirituales, la cual no los deja ver el error espiritual por medio del cual
han estado fallándole a Dios día tras día.
La lepra.
Deuteronomio 24:8
“En cuanto a la plaga de la lepra, ten
cuidado de observar diligentemente y hacer según todo lo que os enseñaren los
sacerdotes levitas; según yo les he mandado, así cuidaréis de hacer.”
La hidropesía o edema.
Lucas 14:2
“Y he aquí estaba delante de él un hombre
hidrópico.”
Ulceras y sarna.
Deuteronomio 28:27
“Jehová te herirá con la úlcera de Egipto,
con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser curado.”
Las enfermedades estomacales.
I de Timoteo 5:23
“Ya no bebas agua, sino usa de un poco de
vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.”
Podemos darnos cuenta de que la Biblia proporciona
información científicamente exacta, y es útil repasarla.
Hay un hecho verdaderamente grande en la Biblia , a juicio mío: que
Dios haya sido el primer Médico Cirujano y Anestesiólogo.
Ahora bien, ¿por qué digo esto? Simplemente
porque vemos en el libro de Génesis cómo Dios llevó a cabo una operación
perfecta de Adán cuando Él decidió formar a Eva de una de las costillas de
Adán:
El proceso empezó cuando Dios hizo caer en profundo
sueño a Adán (efecto de la anestesia total); acto seguido, tomó una de las
costillas de Adán (tuvo que haber hecho una incisión en la carne de Adán para
extraer dicha costilla); luego, cerró la carne en su lugar (hizo sutura o cerró
la herida, como lo hace normalmente un cirujano).
Pero vamos a ver el texto bíblico para
mejor comprensión del hecho.
Génesis 2:18
“Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el
hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”
Génesis 2:21-23
2:21 “Entonces Jehová Dios hizo caer
sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus
costillas, y cerró la carne en su lugar.
2:22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó
del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora
hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del
varón fue tomada.”
Fíjese nada más, estimado lector, cómo
podríamos imaginar tal cuadro: no importando si esa operación fue al aire libre
o en algún lugar estéril, siendo Dios el Médico que practicó tal operación, lo
hizo en un ambiente completamente libre de bacterias y virus, porque como Dios
también es Fuego consumidor, sabemos que el fuego todo lo purifica, y donde Él
está, el lugar se purifica.
Malaquías 3:2
“¿Y quién podrá soportar el tiempo de su
venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es
como fuego purificador, y como jabón de lavadores.”
Hebreos 12:29
“porque nuestro Dios es fuego consumidor.”
Imaginemos por un momento la precisión con
la que el Cirujano Divino hizo esa operación: cerró tan bien la herida que tuvo
que haber hecho, que ni siquiera cicatriz dejó sobre la carne de Adán; ni
siquiera Adán despertó de ese sueño profundo sintiendo mareos (efecto
secundario de la anestesia total), ni dolor. Después de tan exitosa cirugía,
Adán anduvo como si nada hubiera sucedido, y disfrutó de la compañía de Eva,
quien ahora sería su mujer. En pocas palabras, Adán ni cuenta se dio que le
faltaba una de sus costillas en su cuerpo.
Deuteronomio 23:13
“tendrás también entre tus armas una
estaca; y cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás
tu excremento;”
¡Qué bien sabía Dios que dejar excremento a
la intemperie es un foco de infección terrible, ya que tiene una gran cantidad
de bacterias que causan graves enfermedades!
El medio de contaminación más común son las
moscas, pues ellas se paran sobre el excremento y contaminan sus patas con él,
yéndose luego a parar sobre alimentos o trastos con bebidas.
Las enfermedades más comunes producidas por
moscas son: la salmonelosis, la fiebre tifoidea y muchos otros tipos de
disenterías.
En todo el capítulo 11 del libro de
Levítico, se enfatiza que las enfermedades pueden transmitirse mediante
insectos, roedores y agua contaminada.
Lo mismo puede decirse de la cuarentena, la
cual se halla en el capítulo 13 del libro de Levítico, para los casos de lepra.
La prohibición bíblica del uso inadecuado
de la sangre, contenida en varias partes de la ley de Moisés, ahora resulta
tener un buen fundamento médico.
Génesis 9:4
“Pero carne con su vida, que es su sangre,
no comeréis.”
¿Y eso, por qué? Porque las muchas formas
de Hepatitis, el Sida, la infección por Citomegalovirus, y miles de
enfermedades transmisibles por la sangre, constituyen advertencias siniestras
para los sabios mundanos que rechazan las normas divinas.
El ejercicio físico es vital para la buena
salud, y la Biblia
reconoce sus beneficios. Bastan 20 minutos de él por lo menos 3 veces a la
semana para reducir os riesgos de enfermedades del corazón y enfermedades
circulatorias (como el colesterol y los triglicéridos). Además, el ejercicio
físico mejora el nivel energético y aumenta la flexibilidad y la sensación de
bienestar.
Aun con todo lo que conlleva el ejercicio
físico, la Biblia
lo coloca en un lugar secundario, con respecto a algo más importante: el
cultivo de la espiritualidad.
1 de Timoteo 4:8
“porque el ejercicio corporal para poco es
provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida
presente, y de la venidera.”
Las leyes morales de la Biblia son una protección
básica contra las enfermedades de trasmisión sexual.
Exodo 20:14
“No cometerás adulterio.”
Gálatas 5:19
“Y manifiestas son las obras de la carne,
que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,”
Hipócrates fue un gran médico griego que
vivió en los siglos 5 y 4 antes de Cristo, a quien se le conoció como: “el
padre de la Medicina ”.
Pero unos 1,000 años antes, Moisés había escrito gran parte de lo que la Biblia dice sobre las
enfermedades.
La carta de un médico publicada en la
revista “Las noticias Ama”, decía lo siguiente:
“Los mejores investigadores médicos que se
ocupan ahora de los trabajos más interesantes llegan a la conclusión de que la Biblia es un Libro
científico muy exacto.”
Además, la explicación bíblica del papel de
la mente en la manifestación de las enfermedades físicas, sigue siendo un
modelo de entendimiento claro.
Proverbios 17:22
“El corazón alegre constituye buen remedio;
Mas el espíritu triste seca los huesos.”
Una actitud positiva puede ayudar.
Proverbios 18:14
“El ánimo del hombre soportará su
enfermedad; Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?”
La preocupación es algo negativo y
perjudicial para la salud.
El texto anterior significa que la
capacidad de una persona para aguantar un cierto grado de enfermedad física
podría incrementarse si buscara el apoyo
de su fuerza espiritual.
Los sentimiento psicosomáticos pueden
influir en nuestro estado físico pero esto, en sí mismo, no significa que no
haya una enfermedad física real.
¿Cómo deberíamos los cristianos ver a los
médicos y a la Medicina
actuales? Debemos verlos tal como son, pero no sobre un pedestal.
Marcos 5:25-29
5:25 “Pero una mujer que desde hacía doce
años padecía de flujo de sangre,
5:26 y había sufrido mucho de muchos
médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le
iba peor,
5:27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por
detrás entre la multitud, y tocó su manto.
5:28 Porque decía: Si tocare tan solamente
su manto, seré salva.
5:29 Y en seguida la fuente de su sangre se
secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.”
De hecho, sabemos que hubo un médico entre
los discípulos de Jesús: Lucas.
Aunque en Colosenses 4:14 se le reconoce
como “el médico amado”, no hay duda de que ese calificativo se le atribuyó a
sus aptitudes espirituales, más bien que a sus aptitudes médicas.
Colosenses 4:14
“Os saluda Lucas el médico amado, y
Demas.”
El privilegio que tuvo Lucas de escribir
bajo inspiración divina no se le hubiera otorgado a alguien cuya práctica médica
fuera poco ética o contraria a la
Biblia.
Las personas que dan consejos sobre la
salud, si están mal informados, afrontan aun más una
responsabilidad importante cuando aconsejan a alguien sobre su mala salud.
Proverbios 14:15
“El simple todo lo cree; Mas el
avisado mira bien sus pasos.”
Un cristiano debe tener un punto de vista
respetuoso y previsor respecto a la salud, con la meta de usarlo de la mejor
manera para la gloria de Dios y para el adelanto de la obra del reino de Dios.
La promesa que se cumplirá bajo este reino,
será: “ningún residente dirá: estoy enfermo”.
Isaías 33:20-24
33:20 "Mira a Sion, ciudad de nuestras
fiestas solemnes; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no
será desarmada, ni serán arrancadas sus estacas, ni ninguna de sus cuerdas será
rota.
33:21 Porque ciertamente allí será Jehová
para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no
andará galera de remos, ni por él pasará gran nave.
33:22 Porque Jehová es nuestro juez, Jehová
es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará.
33:23 Tus cuerdas se aflojaron; no
afirmaron su mástil, ni entesaron la vela; se repartirá entonces botín de
muchos despojos; los cojos arrebatarán el botín.
33:24 No dirá el morador: Estoy enfermo;
al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad."
Dios les bendiga.
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