lunes, 30 de marzo de 2015

"¿Considera Dios al suicidio como un asesinato?"



“¿Considera Dios al suicidio como un asesinato?”

Por: Rafael Carrasco.

Mucha gente comete el error de creer que Dios toma a la ligera Su mandato: No matarás, y busca aplicarlo a la guerra.

Lo que en realidad Dios en la Biblia nos está diciendo es:”No cometerás asesinato”.
Exodo 20:13
“No matarás.”

La palabra hebrea usada para ese Mandamiento, literalmente significa: la muerte intencional y premeditada de una persona, con malas intenciones.

Dios mandaba ir a la guerra a los israelitas, contra otras naciones.
1 de Samuel 15:3
“Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.”

Eso lo hacía en ciertas ocasiones, a causa de que las gentes de otras naciones que venían a pelear contra los israelitas, eran asesinos.

Sólo en casos de asesinato, el Señor mandaba matar.

En otras palabras: el Señor, cuando veía amenazado a su pueblo con ser destruido, era cuando mandaba a los israelitas a matar a sus enemigos.

Pero vamos a ver una excepción:
David mató a Urías sin ser autorizado por Dios.
2 de Samuel 11:14-21
11:14 “Venida la mañana, escribió David a Joab una carta, la cual envió por mano de Urías.
11:15 Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera.
11:16 Así fue que cuando Joab sitió la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes.
11:17 Y saliendo luego los de la ciudad, pelearon contra Joab, y cayeron algunos del ejército de los siervos de David; y murió también Urías heteo.
11:18 Entonces envió Joab e hizo saber a David todos los asuntos de la guerra.
11:19 Y mandó al mensajero, diciendo: Cuando acabes de contar al rey todos los asuntos de la guerra,
11:20 si el rey comenzare a enojarse, y te dijere: ¿Por qué os acercasteis demasiado a la ciudad para combatir? ¿No sabíais lo que suelen arrojar desde el muro?
11:21 ¿Quién hirió a Abimelec hijo de Jerobaal? ¿No echó una mujer del muro un pedazo de una rueda de molino, y murió en Tebes? ¿Por qué os acercasteis tanto al muro? Entonces tú le dirás: También tu siervo Urías heteo es muerto.”

También cometió adulterio con la mujer del fallecido Urías; quien fuera su mujer, llamada Betsabé.
2 de Samuel 11:1-5
11:1 Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén.
11:2 Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.
11:3 Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo.
11:4 Y envió David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y se volvió a su casa.
11:5 Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta.”

Sin embargo, Dios le perdonó a David la vida en esas 2 ocasiones; aunque también lo hizo cuando comió de los panes de la proposición, una ocasión en la que David y algunos de sus hombres tenían hambre, y entraron al tabernáculo de reunión, en una sección prohibida para cualquiera, excepto para el sumo sacerdote. Pero ese asunto no es motivo de nuestro estudio de hoy, porque no estaba de por medio la amenaza de destrucción del pueblo de Israel.

Hoy en día, la pena de muerte se la ha conferido Dios a los gobiernos  que Él ha impuesto a lo largo y a lo ancho de este Planeta.
En un mundo con muchos asesinos, algunas veces una guerra es necesaria para prevenir un daño aun mayor.
Por ejemplo: Si Hitler no hubiera sido vencido en la Segunda Guerra Mundial, ¿Cuántos millones más de judíos habrían sido mandados exterminar por él?

Todos debemos basar nuestras creencias en la Biblia, y no en nuestras emociones.

2 Ti. 3:16-17
3:16 “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
3:17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

Los cristianos no debemos desear las guerras, pero tampoco debemos oponernos al gobierno que Dios colocó en autoridad sobre nosotros.
Romanos 13:1-8
13:1 “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
13:2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
13:3 Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella;
13:4 porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.
13:5 Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia.
13:6 Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo.
13:7 Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.
13:8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.”

Lo que sí podemos hacer es, en tiempos de guerra, orar por buena sabiduría para nuestros líderes, por la seguridad de nuestros ejércitos, por una rápida solución al conflicto, y por un mínimo de muertes, tanto de un bando como del otro.
Filipenses 4:6-7
4:6 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
4:7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”

Ahora bien, en el Antiguo Testamento se ordenaba la pena de muerte para varios actos negativos como:
Asesinato.
Exodo 21:12
“El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá.”

Secuestro.
Exodo 21:16
“Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si fuere hallada en sus manos, morirá.”

Adulterio.
Levítico 20:10
“Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.”

Homosexualidad.
Levítico 20:13
“Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.”

Ser un falso profeta.
Deuteronomio 13:1-5
13:1 “Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios,
13:2 y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles;
13:3 no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.
13:4 En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis.
13:5 Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti.”

Prostitución y violación.
Deuteronomio 22:20-21
22:20 “Mas si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la joven,
22:21 entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti.”

Y muchos otros actos negativos.

A última instancia, todos y cada uno de los pecados que cometemos merecen la pena de muerte.
Romanos 6:23
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

Pero gracias a Dios que Él mostró Su amor por nosotros, al no condenarnos.
Romanos 5:8
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”

En otras palabras, a Dios Le plació el tomar nuestro lugar de condenación a muerte, y dar Su preciosa vida por nosotros. Así nos rescató de la perdición eterna en el infierno.
Pero hay que recordar que, para ser salvo, debemos aceptar primero a Cristo como nuestro Salvador personal, para hacer efectivo ese Sacrificio divino por nosotros. De otra manera, no se puede.

Dios instituyó la pena de muerte, y eso es lo que los cristianos debemos recordar.

Él le ha concedido al gobierno de cada nación la autoridad para determinar cuándo la pena de muerte es meritoria.
Génesis 9:6
El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.”

Romanos 13:1-7
13:1 “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.
13:2 De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.
13:3 Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella;
13:4 porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo.
13:5 Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia.
13:6 Pues por esto pagáis también los tributos, porque son servidores de Dios que atienden continuamente a esto mismo.
13:7 Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.”

Una persona, cuando ha cometido suicidio (auto asesinato) no ha hecho más que facilitar su trayecto al lago de fuego. Sin embargo, irá antes al infierno, y no tanto por haberse suicidado, sino por haber rechazado la salvación a través de Cristo.

En la Biblia, se mencionan a 4 personas suicidas:
Saúl.
1 de Samuel 31:4
“Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella.”

Ahitofel.
2 de Samuel 17:23
“Pero Ahitofel, viendo que no se había seguido su consejo, enalbardó su asno, y se levantó y se fue a su casa a su ciudad; y después de poner su casa en orden, se ahorcó, y así murió, y fue sepultado en el sepulcro de su padre.”

Zimri.
1 de Reyes 16:18
“Mas viendo Zimri tomada la ciudad, se metió en el palacio de la casa real, y prendió fuego a la casa consigo; y así murió,”

Judas Iscariote.
Mateo 27:5
“Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.”

Todos ellos fueron pecadores, malvados y crueles.

Dios ve al suicidio igual que al asesinato de otra persona. Sólo Él debe decidir cuándo y cómo va a morir una persona.

En el caso de que alguna autoridad gubernamental decidiera ejecutar la pena de muerte, ¿Puede suceder que un hombre inocente sea declarado culpable y sea ejecutado? Lamentablemente, sí.

Nuestros sistemas judiciales están muy lejos de ser perfectos y a veces los culpables son justificados y los inocentes son condenados.

Aun sin la pena de muerte, algunas personas inocentes son enviadas a la cárcel, lo que es peor, de por vida.

Hay que recordar que en el cielo hay un Juez recto y justo, que ve todo, que sabe todo, y que algún día rectificará todo lo que está mal, y enderezará todo lo que está torcido. En la eternidad, todo será corregido.

Lucas 16:25
“Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.”

El ejemplo más grande de una persona inocente que fue ejecutada, fue Jesús mismo.
1 de Pedro 2:22
“el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca;”

Nosotros, toda la humanidad, somos los verdaderos culpables que merecíamos la pena de muerte, pero Jesús lo pagó todo, muriendo para que nosotros pudiéramos vivir.
Juan 5:24
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.”

Para concluir: Acerquémonos a Dios, ahora que todavía es tiempo, y la pena de muerte espiritual no tenga efecto en nuestro ser.
Isaías 55:6-7
55:6 “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.”

Hebreos 4:16
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”

Dios les bendiga.










domingo, 29 de marzo de 2015

"¿Qué tan dañina es la envidia?"



“¿Qué tan dañina es la envidia?”

Por: Rafael Carrasco.

La envidia es tan común, que la mayoría de la gente la padece en algún grado. Inclusive, queda inmortalizada en la tradición popular del refrán: “Si la envidia fuera flor, mi barrio sería un jardín.”

A la envidia se le define como: La incapacidad de alegrarse con el éxito o triunfo del prójimo.

La envidia es tan antigua como el género humano. Caín mató a Abel por envidia.
Génesis 4:2-10
4:2 “Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.
4:3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.
4:4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;
4:5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.
4:6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?
4:7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.
4:8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.
4:9 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?
4:10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.”

A Jesús lo mataron por envidia.
Mateo 27:18
“Porque sabía que por envidia le habían entregado.”

La envidia hace mirar al éxito ajeno como fracaso propio. El envidioso tiene los sentimientos invertidos, en oposición a la Palabra de Dios, porque se entristece con el bien, los éxitos y el triunfo de otro, y se alegra cuando el otro fracasa.

La envidia es un cáncer espiritual, el cual corroe el corazón y los huesos. Es una verdadera enfermedad del alma, la cual hay que confesarla como pecado y pedirle a Dios la sanidad interior.
Proverbios 14:30
“El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos.”

Lo que Salomón quiso decir en el pasaje bíblico anterior, es que la envidia penetra hasta nuestros huesos, contaminando así el interior de nuestro cuerpo, y extendiéndose por las partes de nuestra personalidad moral y espiritual.

De tal forma asentada y diluida en nuestro ser trinitario (cuerpo, alma y espíritu), la envidia va royendo y taladrando nuestro cuerpo, nuestra alma y nuestro espíritu: la vida entera.

El ser envidioso, lo convierte a uno en un ser atormentado y acomplejado, porque la envidia es uno de los poquísimos pecados que “no produce placer a quien lo comete”.

El envidioso no disfruta de nada; al contrario, se mortifica a sí mismo.

La persona que murmura es aquella que habla entre los dientes, manifestando queja o disgusto por algo. Además, el murmurador puede hablar en perjuicio de un ausente, censurando las acciones del ausente.
Este tipo de persona nunca confesará que es así pero, en el fondo de su murmuración, está la envidia.
Hechos 7:9
“Los patriarcas, movidos por envidia, vendieron a José para Egipto; pero Dios estaba con él,”

Generalmente, al envidioso le atormenta más lo que posee el otro, que lo que a él le falta.

De hecho, la envidia, como causa de la murmuración, la vemos en:
Números 12:1
“María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita.”

Números 12:3
“Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.”

Salmos 106:16
“Tuvieron envidia de Moisés en el campamento, Y contra Aarón, el santo de Jehová.”

Nadie  puede sostenerse delante de la envidia, ni delante de la murmuración.

Proverbios 27:4
“Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?”

La envidia acorta la vida y hace envejecer prematuramente.

Pablo le habla a Tito, explicándole que todos, si no nos sanamos interiormente con la gracia de Cristo, vivimos sujetos a la envidia y a todo tipo de enfermedades espirituales.
Tito 3:3
“Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.”

Para concluir: Debemos implorar a Dios que nos sane de la envidia, para que así podamos alegrarnos del bien ajeno, vivir libres, felices y satisfechos con lo que tenemos y somos.
Hebreos 13:5
“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;”

Dios les bendiga.

sábado, 21 de marzo de 2015

"El temor".



“El temor”.

Por: Rafael Carrasco.

La Biblia tiene mucho que decir del temor. De hecho, menciona 2 tipos específicos de temor:

El temor del Señor.- No significa que le tengamos miedo al Señor.
Es más bien Tenerle respeto (por Su ira y enojo) y Tenerle reverencia (por Su poder y Gloria).
Este tipo de temor es benéfico, y debe ser fomentado.

El temor a alguien.- Es tenerle miedo a alguien (es tener espíritu de cobardía).
Este tipo de temor es un daño moral y debe ser disuadido; en otras palabras, se debe convencer al temeroso con razones para que desista de tal temor.

El temor del Señor conlleva muchas bendiciones.
Salmos 111:10
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor permanece para siempre.”

Proverbios 1:7
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.”

De aquí que podemos deducir que, tanto el conocimiento como la sabiduría comienzan con el temor del Señor.

También el temor del Señor conlleva muchos beneficios.
Proverbios 14:26
“En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.”

Proverbios 19:23
“El temor de Jehová es para vida, Y con él vivirá lleno de reposo el hombre; No será visitado de mal.”

Aquí vemos que el temor del Señor proporciona vida, seguridad, protección del mal, confianza y satisfacción.

Del espíritu de cobardía, o tenerle temor a alguien, que es el segundo tipo de temor, podemos deducir que este tipo de temor no proviene de Dios.

2 de Timoteo 1:7
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”

Sin embargo, este espíritu de cobardía nos vence y, para vencerlo, es necesario confiar en y amar a Dios totalmente.
1 de Juan 4:18
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.”

Nadie somos perfectos, y Dios lo sabe. Así que Él ha esparcido generosamente ánimo contra el temor, a través de Su Palabra: la Biblia.
Él nos dice claramente: “no temas”.
Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”

Daniel 10:12
“Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.”

Mateo 10:31
“Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.”

Dios nos dice que no temamos por estar solos, por estar demasiado débiles, por no ser escuchados o por nuestras necesidades físicas.

Ahora bien, estos “no temas” dependen de nuestra confianza y fe en el Señor.

Salmos 56:11 es un gran testimonio del poder de confiar en Dios.
“En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?”

En el pasaje anterior, lo que el salmista está diciendo es que, a pesar de lo que suceda, él confiará en Dios.

Entonces, sacamos por consecuencia que la total y completa confianza en Dios es la clave para vencer el temor.

Dios les bendiga.















domingo, 8 de marzo de 2015

"¿Qué tan peligroso y delicado es el chisme?"

“¿Qué tan peligroso y delicado es el chisme?”

Por: Rafael Carrasco.

Así como la leña seca aviva el fuego, el chisme aviva la pelea.
En un hogar donde constantemente hay chismes, así también habrá peleas. Y no solamente en el hogar, sino también en el lugar de trabajo, en la escuela, en la calle y en cualquier otro lugar posible.
Santiago 1:26
“Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.”

Santiago 3:5
“Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!”

Mire nada más, estimado lector, cómo es de peligrosa la lengua, porque ella habla en muchas ocasiones cosas que no conviene divulgar.
¿Puede usted imaginar cuánta gente se ha metido en problemas por hablar lo que no debe?
Si bien la va a esa gente “de lengua suelta”, sufre regaños; pero en el peor de los casos puede llevarse una golpiza o, lo que es peor, ir a la cárcel o pagar una demanda.

Una de las características de la vida cristiana, afortunadamente, es evitar el chisme.
Romanos 12:18
“Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.”

Hebreos 12:14
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”

El chismoso es aquel que “saca secretos” a la gente, ya sea de sí mismos o de sus familias, y luego va repitiéndolos de casa en casa.
Esto origina un gran perjuicio para aquellos cuyos secretos fueron revelados por el chismoso, como también para el chismoso en sí, cuando es descubierto en su mal proceder.

El chismoso se caracteriza por “edificarse a sí mismo” por medio de hacer ver mal a los demás, o “por exaltar su gran conocimiento de los demás”.

El chismoso puede serlo:
  • Por costumbre.
  • Por dinero.

Esta última forma de ser del chismoso es la más peligrosa porque, entre más dinero se le pague, mejor informará al que “contrata” sus servicios.

Ahora bien, ¿qué diferencia hay entre un rumor y un chisme?
Que el rumor esparce sólo noticias falsas.

En cambio, el chisme esparce noticias verdaderas y falsas.

Tanto el uno como el otro tienen el propósito de “atentar contra la imagen o la integridad de una persona”.

El chisme, ya lo dije anteriormente, mete en problemas a las personas; pero ¿qué Con respecto a las viudas más jóvenes, los chismes y el ocio? ¿Qué dice la Biblia al respecto?
1 de Timoteo 5:11-13
5:11 “Pero viudas más jóvenes no admitas; porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse,
5:12 incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe.
5:13 Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran.”

Cualquier persona puede incurrir en un chisme, con tan sólo revelar a otros lo que a esa persona se le confió no divulgar.
Proverbios 11:12-13
11:12 “El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla.
11:13 El que anda en chismes descubre el secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.”

Proverbios 16:28
“El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos.”

Muchas amistades y muchas familias han sido destruidas por un malentendido que comenzó con un chisme.
Tristemente, algunas personas se benefician con esto, y buscan oportunidades para “destruir” a otros.
Y cuando tales personas son confrontadas, ellas niegan las acusaciones y responden con excusas y racionalismos.

En vez de admitir su error, “culpan a alguien más” o intentan hacerlo sonar como si el pecado que cometieron “no fuera tan malo”.
Proverbios 18:7-8
18:7 “La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma.
18:8 Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y penetran hasta las entrañas.”

Proverbios 21:23
El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.”

Así que, lo mejor de todo, estimado lector, es que guardemos la lengua y refrenarnos del acto pecaminoso del chisme.

Si rendimos nuestros deseos naturales al Señor, Él nos ayudará a mantenernos rectos e íntegros.
Dios recompensa al justo y al recto; así que todos debemos luchar para permanecer como tales. 

Dios les bendiga.