“¿Qué tan peligroso y delicado es el chisme?”
Por:
Rafael Carrasco.
Así como la leña seca aviva el fuego, el
chisme aviva la pelea.
En un hogar donde constantemente hay
chismes, así también habrá peleas. Y no solamente en el hogar, sino también en
el lugar de trabajo, en la escuela, en la calle y en cualquier otro lugar
posible.
Santiago 1:26
“Si alguno se cree religioso entre
vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del
tal es vana.”
Santiago 3:5
“Así también la lengua es un miembro
pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende
un pequeño fuego!”
Mire nada más, estimado lector, cómo es de
peligrosa la lengua, porque ella habla en muchas ocasiones cosas que no
conviene divulgar.
¿Puede usted imaginar cuánta gente se ha
metido en problemas por hablar lo que no debe?
Si bien la va a esa gente “de lengua
suelta”, sufre regaños; pero en el peor de los casos puede llevarse una golpiza
o, lo que es peor, ir a la cárcel o pagar una demanda.
Una de las características de la vida
cristiana, afortunadamente, es evitar el chisme.
Romanos 12:18
“Si es posible, en cuanto dependa de
vosotros, estad en paz con todos
los hombres.”
Hebreos 12:14
“Seguid
la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”
El chismoso es aquel que “saca secretos” a
la gente, ya sea de sí mismos o de sus familias, y luego va repitiéndolos de
casa en casa.
Esto origina un gran perjuicio para
aquellos cuyos secretos fueron revelados por el chismoso, como también para el
chismoso en sí, cuando es descubierto en su mal proceder.
El chismoso se caracteriza por “edificarse
a sí mismo” por medio de hacer ver mal a los demás, o “por exaltar su gran
conocimiento de los demás”.
El chismoso puede serlo:
- Por costumbre.
- Por dinero.
Esta última forma de ser del chismoso es la
más peligrosa porque, entre más dinero se le pague, mejor informará al que
“contrata” sus servicios.
Ahora bien, ¿qué diferencia hay entre un
rumor y un chisme?
Que el rumor esparce sólo noticias falsas.
En cambio, el chisme esparce noticias
verdaderas y falsas.
Tanto el uno como el otro tienen el
propósito de “atentar contra la imagen o la integridad de una persona”.
El chisme, ya lo dije anteriormente, mete
en problemas a las personas; pero ¿qué Con respecto a las viudas más jóvenes,
los chismes y el ocio? ¿Qué dice la
Biblia al respecto?
1 de Timoteo 5:11-13
5:11 “Pero viudas más jóvenes no admitas;
porque cuando, impulsadas por sus deseos,
se rebelan contra Cristo, quieren casarse,
5:12 incurriendo así en condenación, por
haber quebrantado su primera fe.
5:13 Y también aprenden a ser ociosas,
andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y
entremetidas, hablando lo que no debieran.”
Cualquier persona puede incurrir en un
chisme, con tan sólo revelar a otros lo que a esa persona se le confió no
divulgar.
Proverbios 11:12-13
11:12 “El que carece de entendimiento
menosprecia a su prójimo; Mas el hombre prudente calla.
11:13 El que anda en chismes descubre el
secreto; Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.”
Proverbios 16:28
“El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores
amigos.”
Muchas amistades y muchas familias han sido
destruidas por un malentendido que comenzó con un chisme.
Tristemente, algunas personas se benefician con esto, y buscan
oportunidades para “destruir” a otros.
Y cuando tales personas son confrontadas,
ellas niegan las acusaciones y responden con excusas y racionalismos.
En vez de admitir su error, “culpan a
alguien más” o intentan hacerlo sonar como si el pecado que cometieron “no
fuera tan malo”.
Proverbios 18:7-8
18:7 “La boca del necio es quebrantamiento
para sí, Y sus labios son lazos para su alma.
18:8 Las palabras del chismoso son como bocados suaves, Y
penetran hasta las entrañas.”
Proverbios 21:23
“El que guarda su boca y su lengua,
Su alma guarda de angustias.”
Así que, lo mejor de todo, estimado lector,
es que guardemos la lengua y refrenarnos del acto pecaminoso del chisme.
Si rendimos nuestros deseos naturales al
Señor, Él nos ayudará a mantenernos rectos e íntegros.
Dios recompensa al justo y al recto; así que todos debemos luchar para permanecer
como tales.
Dios les bendiga.
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