“No pierda su fe.”
Por: Rafael Carrasco
¿Cuántos de nosotros, cuando fuimos niños, leímos revistas como: Tribilín, Memín Pinguín y otras? Hasta las intercambiábamos con nuestros amigos cuando las terminábamos de leer.
Fue un tiempo en que la pasamos bien, gracias a Dios, divirtiéndonos también con juegos sanos e inocentes en compañía de nuestros mejores amigos. Pero no siempre debemos hacer las cosas que hacíamos de niños. Ahora somos adultos, y cosas de adultos hay que hacer.
De la niñez, podemos solamente guardar esos sanos e inocentes recuerdos.
1 de Corintios 13:11
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
Conforme vamos creciendo, también crecen nuestros retos. Cada día que va pasando nos vamos enfrentando a nuevos problemas y, en muchos de los casos, continuamos luchando contra problemas cuyo fin no hemos alcanzado aún.
Recordemos que en la vida tenemos 3 retos a enfrentar y a vencer: esos 3 retos se encuentran en 2 de Timoteo 4:7
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
a) “He peleado la buena batalla” (no deje de pelear; no se dé por vencido).- David, quien fuera rey de Israel, se enfrentó a un reto grande en su vida: lidiar contra el gigante Goliat.
1 de Samuel 17:48
Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y corrió a la linea de batalla contra el filisteo.
Mucha gente, ante un problema que se cruza por su camino, trata de correr, de huir de ese problema. Pero David siguió hacia delante, aunque sabía que aquel hombre a quien se enfrentaría era peligroso. A David no le importó, ¿y sabe por qué? Porque él lo hizo en el nombre de Jehová de los ejércitos, y no en su propio nombre. Tuvo la fe puesta en su Señor de que Él lo libraría y le daría la victoria sobre aquel gigante.
Así también nosotros, no debemos perder la fe en nuestro Dios.
Tenemos que aprender a luchar.
2 de Timoteo 2:3
Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.
2 de Timoteo 2:5
Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
2 de Timoteo 2:15
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
2 de Timoteo 2:22
Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.
1 de Timoteo 4:14
No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
1 de Timoteo 6:12
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
Hay momentos en la vida, en que no quisiéramos seguir adelante, pero hay que luchar y pelear.
b) “he acabado la carrera”.- No podemos dejar una carrera a medias. No debemos abandonar la carrera. Debemos ser perseverantes hasta llegar a la meta que nos hemos fijado en esta vida.
La flojera y el desánimo son del diablo, y no debemos permitir que él nos robe las ganas de salir adelante.
1 de Juan 3:8
El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
El diablo está hecho para que huya de nosotros; no nosotros de él.
Santiago 4:7
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Gálatas 6:9
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Toda carrera tiene un principio y un final; así es que hay que terminarla y no dejarla a medias.
La carrera del Cristianismo nace cuando usted acepta a Jesús como Salvador personal, pero termina hasta la muerte física. Aquí no se vale eso de que: “me voy a sentar a descansar, porque la carrera es larga, y tengo flojera seguirla”.
Apocalipsis 2:10b
Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
c) “he guardado la fe”.- Guardar la fe es no perder la fe en Dios. No debemos dejar a Cristo, porque entonces lo perdemos todo.
Juan 15:5
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Gálatas 6:7
No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
¿Qué puede usted hacer con la fe?
Hebreos 6:15
Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.
Combinando la fe con la paciencia, podremos hacer grandes maravillas, con la ayuda de Dios. Nos sorprenderemos de los resultados obtenidos.
¿Qué otras cosas usted puede hacer con la fe?
Hebreos 11:33-37
que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,
apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.
Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección;mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.
Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles.
Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados;
No pierda lo que Dios esté haciendo ahora mismo en su hogar, en su vida, en su trabajo, en dondequiera que usted vaya y en todo lo que usted haga.
Recordemos a Moisés, cómo él se sostuvo firme ante Faraón.
Hebreos 11:27
Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible.
También recordemos las grandezas que Dios hizo delante de Gedeón y de ejército.
Hebreos 11:30
Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días.
Ni Gedeón ni su gente usaron armas de guerra para lograr entra a Jericó y vencer a sus enemigos. Sólo con la fe puesta en Jehová su Dios lograron esa victoria.
Por lo tanto, no pierda la fe que Dios le ha dado para creer en Su Hijo Jesucristo. No se desvíe del camino.
Permita que Dios lo lleve de la mano, y así usted conseguirá las metas que se ha propuesto en la vida.
Solamente recuerde lo que Cristo nos dijo en Mateo 28:20b
y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Y lo que Pablo nos recomienda hacer en Hebreos 12:2
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Ponga sus ojos espirituales en Jesús, y persevere en Él en todo tiempo.
Dios les bendiga.
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