“La verdadera fe en Jesús es capaz
de todo.”
Por: Rafael Carrasco.
¿Cuántas veces
hemos deseado algo en nuestra vida, y por alguna razón no se nos concede?
En esta
ocasión, vamos a ver con detalle la historia de aquel paralítico a quien Jesús
sanó en presencia de muchos, dentro de una casa.
Marcos 2:1-12
“Entró Jesús
otra vez en Capernaum después de algunos días; y se oyó que estaba en casa.
E
inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la
puerta; y les predicaba la palabra.
Entonces
vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro.
Y como no
podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde
estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el
paralítico.
Al ver Jesús la
fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
Estaban allí
sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:
¿Por qué habla
éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
Y conociendo
luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos,
les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones?
¿Qué es más
fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle:
Levántate, toma tu lecho y anda?
Pues para que
sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados (dijo al paralítico):
A ti te digo:
Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
Entonces él se
levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que
todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal
cosa.”
Cada problema
que una persona tiene en la vida, debe y puede llevarlo ante Jesús, porque para
Él nada es imposible.
Lucas 1:37
“porque nada
hay imposible para Dios.”
Vamos a ver un
ejemplo de la vida diaria, pero también eventual: si se nos descompone el
carro, vamos donde un mecánico; eso es obvio. El mecánico revisa el carro y
dice que él no lo puede reparar, y nos envía donde un electricista automotriz.
El electricista automotriz revisa y el carro y también nos dice que él no lo
puede reparar; que es asunto de un técnico en refrigeración automotriz.
Para terminar
con este ejemplo, eso de que un “especialista” nos esté enviando donde otro,
por considerarse él incompetente para lidiar con la falla del carro, es cosa
para nosotros de derrochar tiempo, pero también dinero, porque cada uno de
ellos nos cobró algo por la revisión de la falla.
Pero para Dios,
nada es imposible: Él es el Mecánico, el Ingeniero, el Médico, el Abogado, etc.
Dios es todo.
Él no nos va a
andar diciendo: “ve donde fulano o zutano, porque Yo no te puedo ayudar con tu
problema.”
No, el Señor
nunca nos diría eso, porque Él es omnisciente (esto es, que todo lo sabe) y no
tiene problema alguno para ayudarnos con los nuestros. Jesús es real en todo
tiempo.
Nos damos
cuenta de que Jesús sanó al paralítico con la palabra; no necesitó
tocarlo para nada. Y así como 4 fueron los ayudantes que llevaban al paralítico
a cuestas, también se nos presentan 4 cosas que necesitamos para la solución de
un problema.
PRIMERA: FE.- Solamente
Jesús es indispensable en nuestra vida.
Es la fe en
Jesús la que puede cambiar el destino de una persona.
Si realmente
tenemos fe, Él nos sustentará.
Hebreos 11:6
“Pero sin fe
es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
SEGUNDA:
ACCIÓN.- Hay gente que cree, pero no acciona.
Una cosa es
creer, y otra es caminar en fe.
Caminar en fe
es saber que, aunque no se tiene algo, se cree en que se tendrá.
Debe toda
persona aprender que Dios está con quien camina en fe en Él.
TERCERA:
PERSEVERANCIA.- No nos cansemos de ser perseverantes; hay que seguir adelante.
La
perseverancia es como la obstinación: el hecho de fijarse una meta y no quitar
el dedo del renglón hasta conseguir dicha meta, no importando los obstáculos
que se atraviesen en el proceso.
Gálatas 6:9
“No nos
cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”
CUARTA: LA PALABRA.- Hay que leer la Palabra de Dios para estar
fortalecidos espiritualmente en todo momento.
Hay 3
características de la Palabra
de Dios:
a)
Es
poderosa.
b)
Es
eterna.
c)
Tiene
autoridad.
Si queremos más
fe, es necesario leer más la
Palabra de Dios.
Si dejamos que
Ella tome autoridad de nuestra vida, ciertamente nuestra vida cambiará, y
cambiará para bien.
Dios les
bendiga.
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