martes, 23 de septiembre de 2014

"¿Por qué debemos escuchar y no oír la palabra de Dios?"

“¿Por qué debemos escuchar y no oír la palabra de Dios?”

Por: Rafael Carrasco.

Antes de comenzar este tema, no estoy diciendo que no oigamos la palabra de Dios al ser predicada o estudiada. Lo que quiero decir es que sepamos diferenciar entre lo que es oír y lo que es escuchar la palabra de Dios.

Según el Diccionario de la Real Academia Española:
OÍR.- Percibir con el oído los sonidos.

ESCUCHAR.- Prestar atención a lo que se oye.

Por eso, sugiero escuchar la palabra de Dios.
Santiago 1:22
“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.”

¿Qué quiere decir esto? Que tenemos que escucharla al sernos enseñada, para después predicarla a otros.

Muchas personas a quienes no les interesa la palabra de Dios, gustan de oírla y no de escucharla.
Tristemente, esa es una realidad de la que no podemos escapar. Pero ellas son las que, con esa actitud, están al mismo tiempo eligiendo el destino espiritual que quieren vivir: el infierno.

Es cierto que a las personas no se les puede exigir que escuchen la palabra de Dios, pero es bueno que ellas hagan conciencia de que realmente vale la pena escuchar de las cosas de Dios, porque Su doctrina, el Evangelio, es totalmente sana. Es tan sana, que hasta los niños pueden escucharla.

Si a la Biblia se le reconociera la importancia que en realidad tiene, sería seguramente nominada como el Best Seller mundial por excelencia, por así decirlo.
Para los que somos de corazón siervos del Señor, Ella representa el Manual para nuestro diario vivir. Es nuestra Constitución Espiritual, hablando en términos de política espiritual.

Los oídos de los siervos del Señor no sólo escuchamos al pastor, o al líder que nos enseña la palabra de Dios, al reunirnos para un estudio de media semana o para el culto dominical, sino que también percibimos la voz de Dios a través de ellos, la cual nos está ministrando.

Cuando percibimos la voz de Dios a través de la enseñanza del pastor o del líder, Él nos está capacitando para que seamos luz en el mundo y sal de la tierra, porque estamos prestando atención a lo que Él nos está enseñando, y lo hacemos. Además, estamos dispuestos a recibir más de Él.

Ser luz en el mundo es iluminar, por así decirlo, el andar espiritual de la gente que vive sin Cristo en su alma. Al enseñarles la palabra de Dios, estamos dándoles la oportunidad de que se quiten la venda espiritual que tienen en los ojos, y que no los deja ver la luz de Dios.

Ser sal de la tierra, es preservar de la perdición espiritual a las personas que viven sin Cristo en su alma.
Así como la sal física se usa para preservar alimentos de la descomposición, así también el que todo siervo de Dios sea sal de la tierra, significa que ayudamos a preservar de la descomposición espiritual a la gente que vive sin Cristo en su alma, al enseñarles la palabra de Dios.

Es muy triste serle peste y no olor grato a Dios. Cuando una persona vive sin Cristo, apesta espiritualmente; pero cuando acepta a Cristo en su alma, su aroma espiritual cambia de inmediato, y se vuelve olor fragante a Dios.
¿Qué va de oler a agua estancada, por decir algo, a oler al perfume de una rosa, por ejemplo? Es mucha la diferencia entre un olor y otro.

Entonces, es bueno saber, ¿qué clase de orejas tenemos?
Lucas 8:11-15
“Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.
Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.
Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.
La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.
Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.”

Sabemos que, para que nuestro cuerpo físico esté sano, debemos alimentarnos por lo menos 3 veces al día.
En cuanto a lo espiritual, la Biblia es el alimento de Dios para nuestro crecimiento espiritual.
Si usted ha de crecer en el Señor, debe alimentarse de la palabra de Dios.
Si apartamos tiempo de nuestras actividades para alimentarnos físicamente, también apartemos tiempo de nuestras actividades para alimentarnos espiritualmente.
Para ello, si gusta tener estudios bíblicos junto con la familia o a solas, llévelo a la práctica, de ser posible, diariamente.

No lea la Biblia apresuradamente, sino más bien pausadamente y con amor, para Comprenderla mejor. Lo importante aquí es cuánto de la palabra de Dios penetra en usted.

Si tiene problemas para entender la Biblia, pregunte a su pastor o a su líder.

La Biblia es la carta de Dios para usted; hay que Leerla disfrutándola.
Es buena costumbre orar antes de leer la Biblia, para pedir así la dirección de Dios y lograr Comprenderla.
Salmos 119:18
“Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley.”

Este pasaje significa que es bueno pedirle a Dios que nos abra los ojos espirituales para ver con claridad cuál es Su voluntad para con nosotros. Qué quiere Él de nosotros, aparte de lo que nos manda hacer en Miqueas 6:8
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”

Comprata con otros lo aprendido de su lectura bíblica; haciendo esto, recordará y reforzará lo aprendido.

Como la vaca rumia su alimento, así nosotros debemos “rumiar” lo aprendido de nuestra lectura bíblica diaria. Debemos meditar en Ella diariamente y enseñarla a otros.

Debemos proponernos vivir de acuerdo a la palabra de Dios, haciendo lo que Ella nos dice.
La palabra de Dios no nos hará bien, hasta que la pongamos en práctica.

A medida que usted vaya leyendo la palabra de Dios diariamente, pregúntese: ¿cómo puedo poner en práctica las cosas que he leído este día en la Biblia?

Respondiendo al título de este estudio, debemos escuchar la palabra de Dios, porque es la única forma de Comprenderla y Ponerla en práctica en nuestra vida.


Dios les bendiga.

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