domingo, 5 de octubre de 2014

"La Biblia y el uso del alcohol, tabaco y drogas ilegales."

La Biblia y el uso del alcohol, tabaco y drogas ilegales.”

Por: Rafael Carrasco.

Estos 3 tipos de vicios han prácticamente destruido hogares en todo el mundo. Vamos a ver en esta ocasión cómo el Señor en Su palabra nos manda que seamos moderados en el consumo de alcohol, así como de abstenernos de fumar y de usar drogas ilegales.
Efesios 5:18
“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,”

La Biblia es muy clara al respecto: quien toma, no llegue a emborracharse. Si le gusta beber alcohol, hágalo moderadamente. Hay que recordar que los borrachos no heredarán el reino de Dios.
1 de Corintios 6:9-10
6:9 “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,
6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.”

Asimismo, en la Biblia se nos enseña que el cuerpo de los hijos de Dios también es templo del Espíritu Santo, y por lo tanto debemos evitar profanar ese santo templo con la borrachera, con el adulterio, con la fornicación, con el robo, y con todo aquello que puede perjudicar nuestra relación espiritual con Dios.
1 de Corintios 6:19-20
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”

También Dios nos aconseja muy encarecidamente a no juntarnos con los borrachos, pues sus malas costumbres pueden perjudicarnos. Hay que recordar que otras personas pueden juzgarnos de lo que no somos, si ven que amistamos con borrachos. Aunque sólo el juzgar pertenece a Dios, la gente, especialmente aquella que nos conoce, se toma ese privilegio.
1 de Corintios 5:11
“Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.”

Podríamos alcanzar tan mala fama, que perderíamos valiosas amistades, incluso la familiaridad con nuestros parientes.

Es muy común ver borrachos tirados en las banquetas, o sobre bancas de parques, en un estado totalmente deplorable. Y ha habido casos en que algunos de esos borrachos mueren en esos lugares, víctimas de asesinato o de congestión alcohólica.

Ahora bien, vamos a analizar cada uno de estos vicios mencionados en el título de este estudio:

ALCOHOL.- La Biblia habla con frecuencia acerca del poder destructivo del alcohol. Un ejemplo de ello, fue cuando Noé trajo vergüenza a su familia, al ser descubierto borracho y desnudo por Cam, uno de sus hijos.
Génesis 9:20-23
9:20 “Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña;
9:21 y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.
9:22 Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera.
9:23 Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre.”

El alcoholismo y la depresión a la que se asocia con frecuencia, conduce luego al adicto a la inhibición de sus principios morales, a la generación de comportamientos violentos, a la pérdida del conocimiento y/o a la muerte en sus casos más extremos.
Proverbios 23:31-35
23:31 “No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente;
23:32 Mas al fin como serpiente morderá, Y como áspid dará dolor.
23:33 Tus ojos mirarán cosas extrañas, Y tu corazón hablará perversidades.
23:34 Serás como el que yace en medio del mar, O como el que está en la punta de un mastelero.
23:35 Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió; Me azotaron, mas no lo sentí; Cuando despertare, aún lo volveré a buscar.”

Loa alcohólicos pueden llegar a sufrir graves daños en el hígado (cirrosis o cáncer de hígado), en el páncreas (diabetes, porque el alcohol dentro del cuerpo se transforma en azúcar, y el beber alcohol en exceso puede hacer que el páncreas deje de funcionar), en el cerebro (porque produce pérdida de la memoria e ir destruyendo neuronas) y en el corazón (porque puede producir ataques cardíacos cuando se lesionan los músculos del corazón  al beber alcohol en exceso).

Dios no se opone al consumo de alcohol, pero sí nos pide que el consumo de dicha sustancia se haga con moderación, sin llegar a la borrachera.

De aquí que, si una persona cree que no puede llegar a tener un autocontrol en su manera de beber alcohol, es mejor que se abstenga de hacerlo.
1 de Corintios 10:31
Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”

Hacer todo para la gloria de Dios es hacer las cosas pensando en que tenemos un límite para hacerlas, y no querer pasar esos límites y con ello desagradar a Dios.

Mateo 18:6
“Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.”

El que un vicioso haga tropezar, o sea, haga caer en la tentación de emborracharse a alguien que no gusta del mucho beber alcohol, se convierte en piedra de tropiezo, y tiene una alta responsabilidad ante Dios por ese grave pecado.
Romanos 14:12
“De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.”

El alcohol, en sus fases más destructivas, tiene el mismo efecto que las drogas ilegales, aunque en el caso de las drogas ilegales, el proceso de destrucción es más acelerado.

TABACO.- Aunque el vicio de fumar no deteriora la capacidad mental o el juicio del fumador, ni tiene muchos de los efectos secundarios del alcohol y de las drogas ilegales, el tabaco ha demostrado ahora ser una preocupación de primer orden para la salud. Afecta al corazón al hacer angostos los vasos sanguíneos, provocando con ello un flujo anormal de sangre al corazón y del corazón al resto del cuerpo. También afecta peligrosamente a los pulmones y vías respiratorias, empezando con enfisema pulmonar y después con cáncer de pulmón.
Ha habido ocasiones que hasta cáncer de garganta produce el fumar.

A pesar de ello, año tras año muchos jóvenes, e incluso niños, quizás debido a campañas publicitarias o a la presión de familiares o amigos, o tal vez por la inmadurez mental de ellos al mirar películas por televisión o en el cine, quieren imitar lo que los fumadores hacen en las películas.
Otra de las causas de la curiosidad por el fumar es debido a que muchos niños y jóvenes ven a su papá o a su mamá haciéndolo frente a ellos.

Las autoridades sanitarias han mandado publicar, a la vista del público, el daño a la salud que provoca el fumar tabaco, en las cajetillas de los propios cigarros.

Dios se opone al consumo de tabaco, especialmente entre los cristianos, por el mal testimonio que el cristiano fumador da al resto de la Iglesia y a visitantes no creyentes, que puede ser una piedra de tropiezo para quienes no gustan de fumar.

DROGAS ILEGALES.- Aunque el uso de las drogas ilegales no se menciona específicamente en la Biblia, su impacto en el adicto y en la sociedad es tan perjudicial como el resultado del abuso del alcohol a largo plazo.

La naturaleza adictiva de ciertas drogas es de un alcance tal que una sola exposición a ellas es suficiente para que el consumidor de ellas “se quede enganchado”; es decir, que desee depender de ellas para toda la vida.

Los daños físicos que ellas producen, generalmente son irreversibles.
Atacan al cerebro, destruyendo a las neuronas (células cerebrales) y en los hombres, también atacan a los testículos, provocando serios daños en la producción de espermatozoides, que pueden engendrar hijos con serios problemas de salud, como por ejemplo, malformaciones físicas de los hijos, hasta retraso mental en otros casos.

El riesgo más grande del consumo de drogas ilegales, a nivel personal, es que acaban con la vida del adicto: destruyen la autoestima, pierde el adicto el control de su vida, su salud, su bienestar, sus relaciones familiares y hasta su trabajo o sus estudios.

Los daños provocados por las drogas ilegales no sólo afectan al adicto, sino también a la sociedad en su conjunto.

Dios se opone también al consumo de drogas ilegales porque, como ya vimos, son sumamente peligrosas para la salud y la vida de sus consumidores.
Dios no quiere que la humanidad se destruya a sí misma. Las matanzas pertenecen al diablo, que también se le identifica como ladrón, y Cristo es vida eterna.
Juan 10:10
“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”

Dios les bendiga.












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