martes, 2 de septiembre de 2014

"Una manera práctica de aprovechar nuestro tiempo libre."

“Una manera práctica de aprovechar nuestro tiempo libre.”

Por: Rafael Carrasco.

Dentro de nuestras actividades diarias, es de suma importancia resaltar que es necesario hacer una pausa para distraernos un poco, ya sea brevemente en horas de trabajo o de estudio, o con más libertad, al haber terminado nuestra jornada diaria.
A dicha pausa, la he llamado “nuestro tiempo libre”.
Eclesiastés 3:1
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.”

Por “todo lo que se quiere”, en el pasaje anterior, entendemos todo deseo o todo anhelo que sintamos.

Si el trabajo es el medio por el cual ganamos nuestro pan diario, el tiempo libre nos provee las oportunidades para realizar nuestros deseos y placeres personales, que no pueden ser satisfechos en nuestro centro de trabajo.

Sabemos que todos los seres humanos somos tripartitas: tenemos cuerpo, alma y espíritu.
Pues bien, estas 3 partes “necesitan ser refrescadas”, y es el tiempo libre el adecuado para practicar las actividades que nos restauran.
Jesús gozaba las oportunidades de descansar de las cargas y de las responsabilidades de Su misión aquí en la Tierra. Ejemplo de ello, fue cuando asistió con Sus discípulos a las bodas de Caná.
Juan 2:1-11
“Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,
y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.
Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.”

Jesús sabía usar sabiamente Su tiempo libre; como Dios que también es, todo lo sabe y por ello es capaz de administrar Su tiempo en una forma maravillosa y sorprendente a la vez. Pero aun en una ocasión tan especial como lo es una boda, Jesús nunca olvidó la voluntad de Su Padre.
Recordemos que Dios el Padre también se tomó un tiempo libre, al descansar el séptimo día de la creación que había hecho por 6 días.
Génesis 2:1-3
“Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.
Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.”

Así también los seres humanos tenemos el derecho de descansar de nuestras actividades rutinarias del trabajo o del estudio, apartando un tiempo determinado para ello: podemos ir a caminar, al cine, a cenar a algún restaurante, a bailar, a una fiesta, quedarnos en casa a arreglar algo que se haya descompuesto, ir a un supermercado, visitar amistades o familiares, estudiar la Biblia en casa o en un grupo, etc. Son tantas las actividades que podemos hacer en nuestro tiempo libre. Hay varias opciones.
Proverbios 17:22
“El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos.”

Siempre ha habido, especialmente entre los familiares, compañeros de trabajo o de estudios, alguien que sale con estas cosas: “¿estás seguro de que no necesitas un trago para estar alegre y “agarrar” ambiente? ¿No te aburres de ser un aleluya amargado?”
Para esas personas hay una respuesta: los cristianos no necesitamos “de ningún trago” para, como ellos dicen, “agarrar ambiente”. Los cristianos, por decir algo, traemos la música por dentro, pero música de alabanza y adoración a nuestro Dios. Por lo tanto, podemos estar alegres sin necesidad de estar borrachos. Nosotros gustamos de respetar la forma de pensar de otras personas: si quieren estar borrachos para estar alegres, es su problema.

Lo que normalmente se necesita para ejercitar y a la vez relajar nuestro cuerpo, alma y espíritu, es:
Para el cuerpo: el ejercicio físico.
Para el alma: leer la Biblia y meditar en Ella; de ser posible, compartirla a otros.
Para el espíritu: la oración y el ayuno.

Otro ejemplo lo tenemos en Pablo, quien aprovechó una oportunidad que se le presentó para orientar el tiempo libre de algunos atenienses y visitantes hacia la búsqueda del Único Dios verdadero. Sin embargo, no fue culpa de Pablo el que esas personas no respondieran positivamente a las buenas nuevas de salvación por medio de Cristo que Pablo les presentó.
Hechos 17:21
“(Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en ninguna otra cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo.)”

Ahora bien, en cuanto a los pasatiempos, el hecho de crear cosas es una gran satisfacción para quien gusta de ello.
En el Antiguo Testamento, se practicaban varios oficios: cestería, carpintería, escultura, bordado, joyería y tejido.
Aunque actualmente vivimos en una era mecanizada por los avances tecnológicos, hay quienes gustan de llevar a cabo las actividades mencionadas, como entretenimiento, para crear cosas de belleza o de utilidad.

Algo muy importante es no permitir que nuestra afición por crear cosas bella o útiles desvíe nuestra atención de leer la Palabra de Dios y de orar.
El estudiar la Biblia y orar constituyen la formación de una personalidad espiritual controlada por la mente de Cristo.
La lectura de la Biblia y la oración nos educan para la vida eterna.

La lectura diaria de la Biblia y la oración deben ser una parte esencial para nuestra vida, como lo son la alimentación física y el sueño.

Si el Espíritu Santo anima todo nuestro ser, Él mismo dignificará nuestra vida individual y familiar, purificará nuestra participación en las actividades de la Iglesia y santificará nuestro servicio a los demás.

Para terminar: procuremos orar siempre para que seamos guiados a usar sabia y correctamente el tiempo libre que Dios nos ha dado.

Dios les bendiga.


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